Crímenes de Familia
Esta película, basada en hechos reales, estaba planificada para ser estrenada en en salas de cine, pero como sabemos, todos esos estrenos se fueron al tacho de la basura, con el gentil auspicio del Covid 19. La cosa es que en este caso fue ganancia porque la película llegó derecho a Netflix.
Crímenes de Familia, trata acerca de los espejismos en los que pueden vivir las personas, y como estos, tarde o temprano terminan desvaneciéndose.
Alicia y Hector son un matrimonio de edad mayor, que viven en un bellísimo departamento en un barrio muy elegante de Buenos Aires. Todo parece perfecto hasta que su hijo Daniel (quien se nota a leguas es un pastelazo) es detenido por violencia contra su ex pareja y su hijo Martín (un chiquito de 3 años). Por otra parte, en una historia paralela, está Gladys, la empleada casi analfabeta que tienen que es detenida y llevada a juicio por algo que hizo (que es revelado casi al final pero que con imaginación deberían cacharlo), dejandole a sus patrones a su hijo Santiago, también de 3 años, que ha sido criado en la casa de Alicia, y a quien quiere y trata de "tía"
La película juega con los tiempos, con los sucesos y va entretejiendo las historias paralelas hasta que logra llegar a puntos en común, y eso puede hacerse confuso, pero nada que un poco de atención no supere.
Crímenes de Familia arma retratos agudos y brutales acerca de las diferencias sociales, como hay justicia distinta para los pobres y para los ricos, la violencia de género, la infancia y las apariencias.
Con un elenco encabezado por Cecilia Roth que hace un muy buen papel, yo diría que esta es una película razonablemente buena.
No tengo mucho que reclamarle.