lunes, 19 de noviembre de 2018

Películas 2018: Bohemian Rhapsody

Bohemian Rhapsody

Con la edad, me ha ido pasando que prefiero esperar 2 o 3 semanas a que pase el hype de las películas muy esperadas, y entonces voy a verlas al cine, con la esperanza de que la sala esté lo más vacía posible y/o ya no asista ese público al que le es imposible guardarse sus comentarios (o por lo menos decirlos en voz baja), que hace ruidos incesantemente o, que con poca costumbre de cine, teatro, concierto o cualquier actividad que implique estar sentado por lo menos dos horas, se para una o dos veces la baño, a estirar las piernas o a lo que sea. Es una maña mía no soportarlos, pero ahí está.

Toda esta lata es para decir que recién ayer vi Bohemian Rhapsody, y aunque traté de ir sin haber escuchado/leído muchos comentarios, lo cierto es que era medio imposible no ir con cierta expectativa. La cual se cumplió porque la película es bien buena. No, cierto, no es la mejor película del año, ni nada parecido, pero es una buena película con más aciertos que fallos.

Yo no diría que hay un "blanqueamiento" de Freddie Mercury, (que es una de las críticas que se hacen), lo que pasa es que uno tiene que saber que película va a ver. Si los productores son Brian May y Roger Taylor y en parte la película es un tributo a su amigo Freddie, no sé en que cabeza puede caber que iban a verlo gateando con vómito o drogado hasta mearse. No iba a pasar y el que lo esperaba es que se hizo ilusiones falsas

En el fondo Bohemian Rhapsody es una película para los fans, y supongo que esa es una decisión que se tomó temprano cuando se hizo. ¿A quien le vamos a dar el gusto? ¿A la crítica o a los fans (y no tan fans incluso)? Y es evidente que opción ganó. 

Por eso la película es una celebración a Mercury y a la banda, y es un concierto prolongado con pausas (o sea, hay una versión Sing Along). No tiene sutilezas (Mercury tampoco es que las tuviera), y en algunos momentos se siente como esas películas que daban en la TV en las tardes.

Pero vale la pena. Por cierto que vale la pena si al final los fanáticos de Queen sonríen y aplauden cuando aparecen los créditos. Cuando sentiste que estuviste en un concierto genial, y que valió la pena la espera. Eso, para mi, es lo importante.

Comentar lo bien que lo hace Malek (y el compadre que hace de Brian May que para mi se roba la película) se lo vamos a dejar a otros.

Nosotros lo pasamos chancho

PD: JOHN DEACON ES EL NIÑITO DE JURASSIC PARK Y NO ME PUDE SACAR ESE PENSAMIENTO DE LA CABEZA DESDE QUE APARECE EN LA PELÍCULA.

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