Approaching the Unknown es una película del espacio altamente claustrofóbica, aunque eso pueda parecer una paradoja. En pocas palabras es de un tipo con la misión (autoimpuesta, principalmente) de ir a preparar Marte para la colonización. En otras palabras, el tipo tiene un viaje solo de ida a Marte. Sin regreso.
Y la película trata del viaje (270 días) en una nave espacial que es bastante más pequeña de lo que hemos visto, por ejemplo, en The Martian o Interestellar, en donde prácticamente son pequeñas ciudades viajeras (con muchas habitaciones, gimnasio, centros de investigación y tal). Acá con toda la suerte del mundo da para una casa viajera. Y casa chica, por eso el ambiente en general es claustrofóbico y tremendamente solitario, porque aunque el tipo tiene comunicación con Houston, está todo el rato solo. El, su ambición, sus plantas y su ingeniería.
Y en el viaje (sin spoilearlos) pasa lo que tiene que pasar. Hay días con acción y cosas intereasantes, y otros de un sopor insportables. De ese que te hace preguntarte ¿por qué estoy viendo esto?. El problema es que la película no siempre logra hacer los silencios o las contemplaciones interesantes y ahí puede que la película flaquee (aunque en rigor, la vida en si misma no siempre es interesante... so puede que tengan un punto)
Mark Strong saca adelante la mayoría de la película lo cual es un punto a su favor. En un actor menos capaz a lo mejor habría colapsado. En general la recomendaría para quien gusta del espacio, las naves y además tiene paciencia.
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