Es bien mala Warcraft. Sé que es como el colmo de lo directo, pero
para esta oportunidad, creo que es la mejor forma de empezar. Diciendo
derechamente que es mala.
Ahora no es aparatosamente más mala de lo que han sido otras también
bien malas, pero el tema con esta es que podría haber sido mejor, porque
presentaba elementos y oportunidades interesantes que fueron bien mal
aprovechadas.
Lo primero, debo decir que no tengo ninguna relación con el juego
Warcraft. Nunca lo jugué, nunca me interesó, y no tengo idea de quién es quién,
lo cual en estos casos, es una ventaja porque no tenía ninguna falsa
expectativa ni mis propios deseos de fan involucrados. Iba como quien va a ver
cualquier cosa de la que no se tiene idea. O sea, a sorprenderme.
Y me sorprendí para mal, porque la película es un ensamble de escenas
inconexas y de errores de dirección que se suceden uno tras otro. Y eso es una
de las primeras decepciones, porque el director es Duncan Jones y yo a él le
tengo (aún) harta fe. Cierto es que
hizo otra calamidad como es El Avispón Verde (o sea una segunda calamidad aparte de esta), pero también es cierto
que Moon, su primera película, es más que interesante. Por eso, pensé que
Warcraft (sin cachar ni de que se trataba)
podría haber sido interesante también, pero no lo es.
Lo otro es que, según me cuentan, si bien el juego tiene un hilo
central con misiones y batallas, no hay una historia tipo guión, por lo cual
podrían haber inventado CUALQUIER COSA, era un paño limpio. A pesar de eso el
guión es bien malo. Y por último aunque no todas, hay actuaciones bien malas. Sobre
todo la de Ben Foster que no es que sea un actor maravilloso, pero si ha hecho
trabajos decentes como para haber guateado de tal manera acá.
Visualmente es hermosa. Pero eso no basta. Ni de cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario