Esta es una película del 2018 que se me había pasado completamente bajo el radar, y si, es un remake de aquella Deathwish de Charles Bronson que también se conoció como el vengador anónimo, el justiciero y tantos otros nombres. Esta es protagonizada por Bruce Willis.
Y es malaza. Pero de esas malazas que uno ve con cariño porque en el fondo es entretenida, lo que le quita puntos de maldad, porque como que se cacha que se hizo con el deseo de hacer escenas medio violento-improbables que te saquen una sonrisa medio tonta.
Es exactamente igual a la original pero más mala.... en esta Bruce Willis es Doctor y no arquitecto como era Charles Bronson, pero fuera de eso tiene hartas similitudes. Un tipo a quien unos asaltantes atacan su familia, se transforma en una suerte de justiciero al darse cuenta que la justicia es de procesos lentos, burocráticos y que a veces no terminan en nada. Con el dilema ético que eso conlleva.
Aunque está dirigida por Eli Roth, es mucho menos sangrienta de lo que se piensa, considerando la mano del director. Como que hay sangre donde puede haberla y ahí se regocija. Pero fuera de eso está veíble para los que tienen cierto escalofrío con la sangre.
Ya sabrán ustedes si la ven... no es que vayan a ganar mucho, pero tampoco es una total pérdida de tiempo.
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