185/250: Julieta
Julieta es, por decirlo de una manera resumida pero creo que bastante exacta, un estudio de la culpa. Un estudio tratado con el arte, la delicadeza y el alma de Almodóvar, en donde el personaje central "Julieta" relata su vida adulta (desde que conoce al padre de su hija para adelante) de manera tal que a medida que va avanzando la historia va quedando claro que todos los acontecimientos decidores de su vida están atravesados por un manto de culpa que no sólo la atrapa a ella, sino que también va envolviendo a los que la rodean.
Lo interesante, más allá de los sucesos específicos entre ella y su hija que no les voy a contar porque sino que fome, está el hecho de lo inexorable de esta culpa que la va carcomiendo y que no la deja vivir. Tanto así que hay momentos que está a punto de liberarse, a punto de decir basta, y recae.
Hay veces que me he preguntado por qué Almodóvar se ha atrevido tan poco a utilizar hombres para la expresión de emociones profundas y muchas veces destructivas (lo ah hecho si), pero en Julieta nunca me nació la duda porque ¿habrá una relación mas culposa que la de una madre con sus hijos? Probablemente no. Y no es necesariamente algo racional, ni siquiera algo que podamos culpar derecha y enteramente a un rol social de la madre (aunque mucho tiene que ver). Supongo que la maternidad produce un vínculo tan estrecho que cada cosa que se siente que "no se hace" o que "se hace mal", cada tropiezo, es una suma al pozo sin fin de culpa de las madres, el cual algunas manejan de mucha mejor manera que otras... que son desastrosas. Supongo que sería injusto presuponer que todas las madres son culposas. A lo mejor ni siquiera lo son una mayoría. Pero si hay un punto en el que se está susceptible a esta, es en la maternidad.
Como "casi" siempre, las películas de Almodóvar no son fáciles de ver, pero al final tienden a tener una recompensa. Muchas veces una recompensa que no es exactamente la que queremos, pero si puede ser extrañamente la que necesitamos.
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