199/250: Bad Moms
Esperé super poco de Bad Moms y terminé pasándolo chancho. Primero porque no es una historia descerebrada, que es lo que temo con muchas comedias gringas, sino que es una historia en donde se exageran ciertas cosas de modo de hacerlas chistosas y se crean ciertas situaciones inverosímiles, pero tampoco que digamos tanto, con el fin de tratar un tema central que es bastante serio. Y segundo porque me reí a carcajadas en algunas partes.
Bad Moms, en una ráfaga que se une a la última semana, trata acerca de los estándares imposibles de cumplir que la sociedad aún exige a las mujeres. Ser perfectas en el trabajo, perfectas esposas y perfectas madres. Y no se puede ser todo. De hecho no se puede (y en mi opinión ni siquiera debería intentarse) ser ninguna de las tres porque en alguna, tarde o temprano te vas a caer. Porque pasa y ya y por eso ninguna debería ser juzgada. Muy por el contrario.
Sin embargo el mundo no te acompaña, y por eso, en la película, las madres se rebelan. Renuncian. Dicen Basta, y sospecho que es ese ejercicio (y luego algunos actos y consecuencias que se producen de este) el que me fue intensamente satisfactorio. Sobre todo la visión de que cuando una mujer decide no hacer algo (de mayor o menor importancia), el mundo no se detiene. También hay que, como dice Elsa, Let It Go.
Y como si fuera poco, el trío de protagonistas no solo lo hace bien (aunque hay una que se me hace medio sobreactuada pero paf, es el papel) sino que además dan la impresión de haberlo pasado muy bien filmando la película. Por eso debe ser que a veces es tan chistosa.
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