
Dentro de las muchas cosas que me encantan de Homeland (que ya habrán notado que son muchísimas más
que las que no me gustan, que si, por cierto, existen) es que los capítulos
suelen contestar las preguntas más urgentes que me nacen. Porque si antes de
comenzar el episodio pasado me estaba preguntando si Saul le mostraría a Carrie
el video de la confesión de Brody (cosa
que si pasó) antes de este nos preguntamos si Saul se lo contaría a alguien
más. Asunto resuelto porque la primera escena de este nuevo episodio es Saul
llegando a la casa de Estes para mostrarle el video. Admito que ese segmento
melodramático de la personalidad que todos tenemos esperaba que Estes sufriera
un poco más al caer en cuenta que había metido la pata en prácticamente todas
las formas posibles, pero no fue así. No es que no le doliera (le daré el crédito de haber puesto cara de “Ups”)
pero como era esperable, y considerando que estamos hablando de la CIA y nunca
tienen mucho tiempo para nada mundano (como
sentirse mal por un error) de inmediato ambos decidieron que hacer con la
información. En realidad Saul lo decidió, porque Estes será el jefe pero al
lado de Saul no pesa mucho. Básicamente la idea es no decirle nada al
Vicepresidente Walden (quien obviamente
se iba a trepar por las paredes al darse cuenta que todo el último tiempo no
solo se ha intentado hacer amigo, además le ofreció la vicepresidencia a un
terrorista) y formar un pequeño equipo que incluye a Carrie, para seguirlo
y ver cuanta información pueden sacar por medio de escuchar sus conversaciones,
ver con quien se junta, etc. Un plan nada de malo si me preguntan a mí.
Para no quedar tan aislado de todo, Estes exige que un
tipo que elija él quede en el grupo y por cierto, manda a un tipo bastante
desagradable (Quinn). No podía esperarse menos de Estes que mande a un par de
si mismo ¿no?, más allá de que resulta ser un tipo eficiente en su trabajo. Por
su parte Saul pone a Carrie (we love Saul)
y a través de ella vuelve uno de los personajes que más me gustó de la primera
temporada que es Virgil (¿soy la única
que le causa gracia que un espía se llame Virgil?) y su hermano pajarón Max.
Es curioso como este episodio de Homeland se trata de
poco más que de investigar a Brody, y aún así se las ingenian para tener uno de
aquellos finales que te hacen pseudo ahogarte. Quinn (quien estaba convenientemente informado de la relación pasada de Carrie
y Brody) tiene la idea de hacer que Carrie se haga visible a Brody quien
está convencido que ella poco menos está en una institución psiquiátrica, y
para esto planean que ellos “se crucen” (ya
saben cuando uno va caminando por ahí y te topas con alguien de pura casualidad),
primero para ver como reacciona él, y en caso de que él se acerque (cosa que todos sabíamos iba a pasar. Una de
las pocas cosas obvias de Homeland) poder restablecer un vínculo entre
ellos esperando que Carrie sea capaz de sacarle información.
Cuando se encuentran fuera de la CIA (lugar al que Brody estaba invitado para una
reunión) efectivamente él la reconoce y no puede aguantarse las ganas de
saludarla. Más allá de lo que dijeron en la escena en si, que en realidad no es
demasiado importante (no revelaron un
secreto de connotación mundial) hay algo llamativo pero a la vez genial en el
constatar la facilidad con la que Brody y Carrie pueden conversar y se llevan
bien, más allá de toda el agua que ha pasado bajo el puente. En el fondo, es
evidente que se sienten muy cómodos el uno con el otro. Bromean fácilmente, se ríen
y pueden conversar de manera amistosa y casi sin resentimiento considerando la
historia conjunta que han tenido. En cualquier otra situación habría esperado
una fachada cómoda para dos personas que saben quien es el otro, pero con un
deje de rigidez, esa que viene de la desconfianza y de saberse en un juego de
estrategias, pero en el caso de ellos es tal la naturalidad de la relación, en
donde sólo está presente aquella rareza típica de dos personas que tuvieron una
relación y se encuentran por casualidad, que es algo frustrante estar siempre
consciente que la relación genial que está en pantalla, en realidad no lo es
tanto.
Luego del encuentro y que se separan, Carrie vuelve con
Saul y Quinn, quienes la felicitan por haber actuado muy bien (y vuelve a estar esa sensación que uno como
espectador comparte con Carrie de que en realidad no estaba actuando y por eso
le sale tan natural), y por su parte Brody se encuentra con Roya Hammad (que no pienso explicar por enésima vez quien
es) y le comenta que vio a Carrie. Ella le dice que podría retomar la
relación con ella, que podría ser útil. Really?
Y tal como les dije, no pasa demasiado más en el
capítulo, excepto que al final Brody llama a Carrie para que se junten en el
bar de un hotel (en donde Brody está
viviendo de manera transitoria porque Jess lo echó de la casa… ya voy a ello)
a conversar. Sólo conversar. Es evidente en todo caso que algo más va a pasar,
simplemente porque en esta serie no hay sucesos intrascendentes, sobre todo en
las pocas ocasiones en que Brody y Carrie comparten pantalla (que no sé si se han dado cuenta, pero de
alguna manera espectacular, pareciera que comparten toda la serie, cuando en realidad
son pocas las ocasiones en que realmente comparten el espacio. Se refieren
mucho el uno al otro, y probablemente es eso lo que nos da esa sensación).
Y aquí es donde aparece la Carrie que es compleja para la CIA, que es esa
Carrie que siente un absoluto y casi total desdén por las reglas y las órdenes
(incluso las de Saul que en el fondo,
bien en el fondo saben que no son antojadizas) y que es tozuda rozando lo
frustrante cuando se le mete una idea en la cabeza. En algún momento de la
conversación con Brody, a ella le da la impresión que él se da cuenta que ella
sabe que él es terrorista (que de todas
formas lo ha sabido siempre) y que están tendiendo una red sobre la
organización de Abu Nazir, por lo cual quiere enfrentarlo, cosa que Saul y
Quinn le dicen no es tal, que todo salió
perfecto y le ordenan retirarse del lugar y dejar las cosas como están. Pero
Carrie obviamente… si obviamente, se obsesiona con la idea de que Brody va a
poner a los terroristas sobre aviso y va a su pieza a enfrentarlo, lo cual
termina en una escena para aguantarse la respiración en la que Brody es
arrestado y Carrie obtiene el segundo de venganza personal que es lo que,
sospecho, fue el motor impulsor de su obsesión con que Brody la había
descubierto.
Y así termina un nuevo episodio de Homeland donde como
dije al principio se responden algunas preguntas que nacen de manera
obligatoria en el capítulo anterior, pero claramente abre varias más. ¿Se
arruinó el plan de la CIA? Es evidente que la idea del plan si se arruinó ya que
Brody ya no sirve como fuente de información pasiva (aquella que entrega datos sin saber que lo está haciendo).
No sé que tan contenta quedé con el giro de la historia,
supongo que aún tengo que digerirlo. Lo que sí sé es que nuevamente Homeland
opta por ir por el camión arriesgado, apostando por botar los caminos
razonables de la trama, o al menos optando por no dejarse embriagar por la idea
de seguir caminos cómodos que les podrían reportar fácilmente varios capítulos
de estasis sin dejar de mantenernos entretenidos. En otras palabras, si
hubieran existido varios capítulos de seguimiento a Brody con alguna que otra
escena entretenida, por ejemplo, de persecuciones a pie para no perderlo de
vista o cosas así, todos nos habríamos quedado de lo más tranquilos y felices.
Pero en lugar de eso, y como es la costumbre, desechan esa posibilidad y
utilizan el final de episodio como un punto de inflexión para cosas nuevas que
no tenemos ideas como serán.
Historias fomes
que esperamos sirvan para algo:
Aparte de lo que ya conversamos, Homeland tiene un par
de historias que podrían considerarse paralelas a la principal, pero que todos
sabemos que en algún momento van a cruzarse con el hilo vertebral, obviamente
para causar desastres porque en esta serie así son las cosas. Las historias
laterales no aportan paz o tranquilidad por definición. El problema es que
hasta el momento son aburridas hasta el punto de hacerte querer lanzar un
zapato a la televisión cada vez que te
sacan de la concentración que te causa la trama central para poder meter estas
historias en el juego. Veamos:
·
Jess echó de la casa a Brody.
Nuevamente (como en otras ocasiones a lo
largo de lo que llevamos de temporada) hay que estar de acuerdo con ella
porque, más allá de que Brody haya aprendido a ser parte del juego del gato y
el ratón con la gente de la CIA, a veces es algo inexplicable como ha logrado
mantener secretos por tanto tiempo siendo que es pésimo para mentir en el
ámbito doméstico. ¿De verdad esperaba que Jess se quedara muy tranquila con él
no apareciendo en la famosa comida de beneficencia, con una mano herida, y sin
dar ninguna explicación coherente y ofreciendo a cambio solo una disculpa y un
café? Please. Y si a ese suceso en particular le sumamos todas las rarezas del último
tiempo en la vida familiar, pues estaba de cajón que lo iban a echar con viento
fresco. A este acontecimiento (que Brody
no esté en casa) se suma que Lauder (quien
tampoco voy a explicar otra vez quien es, pongan atención) sigue
sospechando que Brody o sabe algo o tiene que ver de alguna forma con la muerte
de Tom Walker, y Mike, que sabemos sigue enamorado de Jess, le está empezando a
encontrar razón. Una historia que suena o se lee mucho más interesante y
rocambolesca de lo que en realidad es, para serles franca. Puede tener que ver
que Mike es un personaje bastante aburrido en si mismo, y por eso no me produce
grandes simpatías o antipatías, lo cual es pésimo para un personaje de
televisión con tiempo limitado para hacer valer su presencia en medio de cosas
más importantes. Desde el punto de vista lógico esta historia, al cruzarse con
la trama principal, debería provocar cosas importantes, y espero que lo haga,
pero hasta que ello no suceda, se quedará de manera indefinida en este segmento
de cosas fomes.
·
Dana y el hijo de Walden están en
aquella etapa en que todo lo del otro te parece bueno. O sea, y como uno decía
en el colegio para molestar a los compañeros, “se gustan más que un poco” Hay
varias escenas en las que se les muestra paseando y un día van al obelisco de
Washington (y yo no tenía idea de que uno
podía entrar a ese monumento) y acuerdan ponerse de novios una vez que Dana
termine con su actual novio Xander porque tampoco es de las que va por la vida
poniéndole el gorro a la pareja ¿no? Más allá de que la historia se me hace
aburrida, creo que Dana es un muy buen personaje, porque al contrario de TODOS
los adultos de la serie, es una persona que tiene una escala de valores muy
bien definida, y que tiene un peso importante a la hora de tomar decisiones. Estos
valores son los que le permite tomar la decisión de no estar con el hijo de
Walden hasta terminar con Xander, y también son los que le permiten poder
cuestionar a su papá (a quien se nos ha
hecho patente quiere bastante) y no someterse a una fe ciega por él (que es lo que ocurre con su hermano menor,
que sigue tan inútil como siempre dicho sea de paso).
Cosas extras que
no se donde más poner:
·
Ya mencioné que hay aspectos de la
personalidad de Brody que hacen que sea, por lo menos, un golpe de suerte que
no le hayan descubierto en las mentiras hasta este capítulo, lo cual creo que
tiene que ver con que nunca actúa solo o por decisión propia, sino que sigue
órdenes. Y la vez que tomó decisiones dejó la crema (recordar el caso del sastre). Ahora, dentro de esta idea ¿se han
dado cuenta que Brody, al igual que Carrie, tiene ciertas obsesiones que no le
permiten sacudirse la molestia hasta que se hace cargo de las situaciones? En
Carrie es más notorio porque generalmente estas cosas la llevan a ser
desordenada y algo irresponsable, pero Brody también lo tiene. Cuando Dana le
dice que su auto huele a humo por poco se desquicia (a la manera Brody, sin mostrar mucha histeria, pero le afecta) y de
inmediato lo lleva a un lugar de lavado de autos donde le pueden quitar el
olor… donde de pasada lo atiende un árabe que crea ciertas dudas en la CIA.
Podría haberse demorado, llevarlo otro día (total
ni siquiera estaba viviendo en casa), porque además ese día tenía una
reunión en la CIA a la que tuvo que llegar en taxi (manejado por otro árabe o descendiente árabe) por no tener auto,
pero se obligó a si mismo a hacerlo tan rápido como fuera posible.
·
Aunque hice hincapié en que Quinn
es un personaje que no cae bien, es interesante como en Homeland se preocupan
que las reacciones y relaciones de los personajes sean realistas. Cuando Quinn
y Carrie se conocen, de inmediato se relacionan de manera arisca y competitiva,
tratando de ponerse un pie el uno sobre el otro, sin embargo cuando Carrie
necesita que alguien le haga saber que hay confianza en ella, Quinn no duda en reafirmarle que no sólo hay confianza sino también
admiración por su trabajo, lo cual tiene sentido cuando hay personas entrenadas
en poner el interés del grupo por sobre el personal.
·
Acabo de caer que el hermano
pajarón de Virgil, Max, es como una versión Nerd y más gordita de Mathew Perry
de “Friends”. Si, yo me fijo en ese tipo de cosas.
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