¿Seré yo, Señor?, me
pregunté (si, con ese nivel de dramatismo)
cuando el otro día el mundo, o al menos la parte del mundo que le interesan
estas cosas, se revolucionó con los anuncios de Marvel en la Comic Con (evento al que tengo que asistir alguna vez
en mi vida), mientras que yo sólo atiné a hacer un leve levantamiento de
cejas y después a fruncir el ceño (¿ustedes
también son de esos que tienen un 80% de la expresión de sus rostros en sus
cejas?)
¿Seré yo, Señor? La
misma pregunta que ya varias veces me he hecho al salir del cine en medio de
espectadores emocionados y vibrantes (un
grupo no menor de mi edad o más) luego de una película Marvel, que comentan
como la película en cuestión es lo mejor que han visto desde… cuando sea,
mientras que para mí a lo más alcanzó a ser un buen rato.
¿Qué pares de bases de
mis genes nerd no logran conectar con los genes de todos los otros nerds que
alucinan con estas películas, muchas veces sin importar la calidad que tengan?
(porque es de nerds, asúmanlo y siéntanse
orgullosos)
No es que no me gusten
las películas basadas en personajes de Marvel, es que me tienen harta, que no
es lo mismo. Me tiene harta la avalancha y la explotación hasta el hartazgo de
personajes conocidos por todos y de otros que hasta hace poco solo se conocían
en sus casas a la hora del té. Obviamente no es culpa de Marvel ni Disney (quien adquirió los derechos). Si yo
encontrara una fuente inagotable de riquezas, no puedo decir que no la
explotaría. Es, como casi siempre, principalmente culpa mía porque a pesar de
estar harta (y peor aún a pesar de no ser
temáticas que me llamen la atención per se) igual veo las películas. Por lo
tanto, antes de continuar con mi pataleta escrita, reconozco que este es uno de
esos post en que la probabilidad de que alguien esté de acuerdo conmigo es
bajísima, y por qué no decirlo tendiente a 0.
Para no enredarme en los
cordones de mis propios zapatos, creo que es importante que por esta vez (solo por esta para que no se vuelva una mala
costumbre) es buena idea ser sincera. Hay películas Marvel que son
realmente buenas (digamos la última X-Men
y con cariño la primera Iron man) y otras que sin ser una maravilla al menos
son muy entretenidas (The Avengers, por
ejemplo, o la primera Thor). El problema es que Marvel, al ser una familia,
insiste en invitar a la fiesta a estas buenas y entretenidas películas junto con
una serie de parientes indeseables (por
poner algún ejemplo la segunda Thor, la última Wolverine, y para ir a cosas más
antiguas para que vean que no hay perdón ni olvido, The Fanstastic Four o ya
sacando cosas vergonzosas a la palestra: Ghost Rider) que hacen que la foto
familiar salga mucho más fea de lo que debió ser.
Lo cierto es que la
temática de los héroes nunca me ha gustado (como
ya se los he hecho saber en numerosas ocasiones). No me gusta porque es
predecible, lo que la hace aburrida. No hay que ser un genio para saber cómo va
a terminar una película de héroes producida y filmada en USA (con otros países se podría, eventualmente,
tener más Fe), por lo que el desafío es, básicamente, hacer que el camino a
ese final que todos conocemos sea agradable y entretenido.
Tampoco me gustan los
héroes porque para cumplir con los cánones ya inventados, las personalidades a
las que puede recurrir un guión y un actor son muy limitadas. Hay dos tipos de
héroes: Los pavos y los abacanados. Pasando rápidamente por todos los héroes,
no sólo de Marvel, vemos que todos están en una de esas categorías, y los que
se hicieron con más ingenio puede que se mantengan en un punto intermedio (cosa nada de fácil). El héroe pavo es
por excelencia Superman, pero ya que estamos pelando a los héroes Marvel,
digamos que el mejor ejemplo es El Capitán América. Por el otro lado, el de los
abacanados, no hay que ser muy imaginativo para saber que la lista la encabeza
Tony Stark. Por eso es que habemos un grupo que siempre, irremediablemente,
terminamos haciéndole barra al villano. Tendrá malas intenciones pero al menos
es entretenido.
Obviamente, además,
todos los héroes son guapos (las únicas
excepciones son los héroes que se definen como “monstruosidad” tipo La Mole o
The Hulk), por lo que además no hay muchas sorpresas en ese aspecto. Puede
que sea bueno para recrear la vista un rato, pero después pasa (un poco) a segundo plano, y hasta sería “novedoso”
ver un héroe realmente feo.
Sin embargo, sería
injusto quejarme de esto por ser una marca de las películas Marvel, porque como
ya saben (y si no, lo saben ahora) es
una cualidad de las películas de héroes en general. Entonces ¿por qué me quejo,
hasta ahora, solo de las Marvel? De inmediato les digo.
Primero, porque son
repetitivas. No necesariamente en la temática (aunque también lo son, varias veces, en ese aspecto) sino que en la
fórmula que utilizan. En otras palabras, son como un eterno déjà vu que va
desde guiños graciosos (aunque copiados)
como el hecho de que Stan Lee aparezca en todas las películas, hasta la
estructura del guión. Cualquiera que ya haya visto al menos 3 películas Marvel
sabe, sin lugar a dudas, que se va a encontrar con bromas nerd, que van a estar
seguidas de un silencio largo, caritas graciosas de los protagonistas y luego
algo de acción (que generalmente se
traduce en hacer explotar algo)
El principal problema
de esta repetición (a mi gusto
innecesaria y algo cobardona, aunque no tonta dado que hasta el momento da
resultado) es que cansa, o como dijo excelentemente Keneth Turan en una
crítica a Captain America: The Winter Soldier en Los Angeles Times, produce “Fatiga
de Marvel” (les pondría el link de este
excelente review pero perdí la página. Confío en que si googlean podrán
encontrarlo), condición que estoy sufriendo actualmente y que es probable
muchos más sufran. Puede ser hasta una epidemia.
Lo segundo, es la
autopublicidad de las películas Marvel, o como le decimos acá en Chile el “autobombo”.
Sería una mentira de mi parte decir que si uno no ha visto todas las películas
Marvel en orden consecutivo es incapaz de entender lo que ocurre en las
actuales o lo que pasará en las siguientes, pero si es cierto que la cantidad
de guiños e interconexiones que hay entre ellas hace que el que no las ha
seguido como una sucesión y de forma ávida y concentrada (los nerds del tema, digamos) se pierde partes importantes, o al
menos no es capaz de ver la gracia de todos estos guiños que ocupan un tiempo
más que considerable (la mayoría de las
películas Marvel tienen una duración mucho más larga de lo que la decencia les
exige)
En palabras simples,
cada película Marvel ocupa un tiempo considerable en hacerle publicidad a las
otras películas Marvel. Publicidad que por lo demás no es necesaria del todo (en mi humilde opinión y aquí estoy más que
abierta a opiniones más especializadas) ya que las películas de héroes se
venden prácticamente por si solas considerando que una parte importante de la
población que las consume ha pasado más del 50% de su vida consumiendo
historietas, dibujos animados y videojuegos que le provocarán ansias por ver
las películas con o sin esfuerzos publicitarios majestuosos de por medio. Para
el resto de la población (la no nerd del
tema) ese tipo de autobombo tampoco es fructífero porque o nos agota o de
plano no lo entendemos, ni nos interesa hacerlo.
Finalmente, y para no
hacer esto TAN largo, la avalancha de películas es simplemente agotadora para
los que sin ser fans estamos pendientes del mundo del cine (para el resto supongo que da lo mismo),
sin contar con que satura las salas (de
15 salas la película Marvel de turno llega a ocupar 10 considerando las
versiones 3D, 4D, con subtítulos o doblada). Recién nos estamos recuperando
de la parafernalia de Capitán América cuando ya nos están ahogando con Guardianes
de la Galaxia. ¡Peor! Aún no hemos visto Guardianes de la Galaxia y ya vemos
gente corriendo en círculos porque la 2 sale el 2017 (obviamente nadie considera posible la posibilidad que la primera sea un
fracaso, ni siquiera yo. Puede ser mala, pero no un fracaso). Y si alguien
se molesta en buscar los proyectos a futuro de Marvel, verá que estamos recién
a mitad de camino de esta cascada de películas que, por un asunto de simples
probabilidades, tendrá algunas películas buenas, pero también varios bodrios
entre sus filas.
No he sido nunca (creo) ni nunca seré de aquellos que
creen que por ver un tipo u otro de películas (o leer un tipo u otro de libros) hay gente más inteligente que otra.
Cada uno tiene el derecho (y cierto deber
si me preguntan a mi) de buscar la entretención de la manera que más le
convenga y le resulte. Mi duda va en el sentido de ¿de verdad no les aburren
estas películas? No hay malicia en mi pregunta esta vez, lo prometo (en serio, por esta vez)
¿Qué de distinto
esperan ver en una nueva entrega de Iron man, o Thor, o Hulk o The Avengers que
no hayan visto antes? Puede que aparezcan nuevos personajes, pero el esqueleto
de las películas, la forma, a menos que pase algo inédito como que se seque el
Atlántico en dos días, seguirá siempre siendo la misma.
¿O no esperan ver nada
distinto? Igual es una posibilidad.
Pocas dudas tengo de
que la mayoría de los que actualmente consume este tipo de películas las
seguirá disfrutando non stop a pesar de mi asombro, qué duda cabe. Sé también
que esta entrada me hace perder de golpe varios de los nerdipuntos que con
tanto esfuerzo me permitieron ganar las sagas de Harry Potter o el Señor de los
Anillos. Está bien, así es la vida. Continúen, pásenlo bien. Yo me sentaré en
aquella última fila del cine, aquella reservada para los Grinch. Para los
viejos de los Muppets.
Pero de todas formas
estaré en el cine.
Wow permiteme felicitarte por esa manera tan fenomenal de escribir y es una critica muy valida a las películas de marvel.
ResponderEliminar1. Estoy de acuerdo en que la publicidad si viene siendo algo innecesaria y que los medios se empiezan a saturar de solo trailers de estas películas realmente para nada por razones que ya has explicado.
2. No, no estoy cansado de estas películas que siempre tengan el mismo final y todo eso porque están basadas en los cómics es decir personalmente me molesta de estas películas que cambien la historia que nos dan los cómics es como hacer una película basada en un libro el libro siempre va a ser mejor pero lo que el público al menos espera es que se represente bien y que no lo cambien simplemente por ganar mas audiencia un ejemplo es que no me gusto para nada que digan que Tony Stark es el creador de ultron siendo eso una mentira ya que el participo ciertamente en su modificación pero el creador es Hank Pym. y lo de que todos los heroes sean unos modelos pues claro al igual que en los cómics y todos salidos de el gimnasio y bonitos como la gran mayoría de actores de todas las películas.
Pero te sigo felicitando por tu excelente manera de escribir y por tener la capacidad para realizar criticas tan buenas en el mundo del séptimo arte.
Hola... anónimo =) Gracias por pasar. Pones un punto importante porque la verdad también me he preguntado varias veces si los verdaderamente fans tienen eso de que "no se cumple con lo dicho en el cómic" Como me ocurrió con HP o el Señor de los Anillos o cualquiera otra adaptación de libro que te gusta, uno espera que sea lo más fiel posible, más allá de que se entiende que se tienen que hacer concesiones. Por lo que dices en todo caso, la adaptación de los comics ha hecho algo más que concesiones.
ResponderEliminarHola, comparto tu opinion 2 años despuest
ResponderEliminarNunca es tarde jajajajaja
ResponderEliminarYo tambien estoy harto :(
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