viernes, 17 de octubre de 2014

Homeland. Temporada 4, Episodio 3

La idea de esta entrada del blog es que la lean aquellos que ya han visto el episodio 3 (aunque parezca el segundo) de la temporada 4 de Homeland. Todo el que no entre en esa categoría lee bajo su propia responsabilidad.

Es muy curioso este episodio de Homeland. O al menos la experiencia de verlo se me hizo curiosa. De pronto sentí como que no pasaba nada (sobre todo cuando me detuve a pensar en este después de haberlo visto), pero lo cierto es que si pasaron cosas. Nada que vaya a sacar a la tierra de su eje, pero pasaron cosas. El problema, creo, de por qué tuve esa sensación de que inercia, está intrínsecamente ligado a Carrie.

No es exactamente una crítica porque depende de qué se quiera hacer con la serie, pero el tema es que esta temporada (con excepciones notables) es tal la falta de emoción en Carrie (me refiero a emoción genuina) que es un cambio demasiado radical en comparación a la montaña rusa emocional que fueron las temporadas pasadas, al cual por cierto es difícil adaptarse.

Por eso es que probablemente más veces que menos me encuentro jugando a una actividad de mi propia invención llamada “detecte emociones reales en Carrie” y eso hace que se me pasen de manera inesperada  otras cosas del episodio.

En esta ocasión volvemos a Islamabad donde creo que se desarrollará la mayor parte de la serie porque en realidad, más allá de Quinn (que también partirá en breve a Islamabad también), no está pasando nada importante o interesante en USA como para que gastemos tiempo en esas tierras. Aquí Carrie se hace cargo de la agencia de la CIA que dejó el compadre que mataron, y llega en un total y absoluto “Bitch Mode”. En una cosa como de 15 minutos logra pelearse (o al menos enemistarse) con cada persona que se le cruza.

Primero con Redmond, que era el que supuestamente iba a quedar a cargo de la unidad hasta que Carrie obligó a Lockhart a dejarla e ella. Es entendible el resentimiento que puede tener él, lo inentendible es la actitud de Carrie. ¿Cuesta tanto ser comprensiva y empática con el tipo al que le quitaste el trabajo? No digo que tenga que haber llegado pidiendo disculpas, pero la actitud de tener como primera medida el ponerle el pie encima a quien sin duda debería ser tu colaborador más cercano (y que conoce el área en que vas a trabajar mejor que tú porque lleva ahí bastantes años) es una pésima estrategia. Después tampoco digamos que tiene una relación muy fluida con la embajadora (ya iré a ella pero adelanto que me encanta ese personaje), y para cerrar se digna a echar a la única cara conocida y amigable que se le aparece delante: Saúl.

Por suerte (por suerte porque no siempre pasa y se deja mucho a la imaginación del espectador) es en presencia del mismo Saul que aparece la explicación no solo de por qué no lo quiere ahí en Islamabad, sino de por qué se está comportando como un ser infumable con todos a su alrededor: No quiere parecer débil. No quiere parecer que necesita ayuda en sus primeros días de trabajo (aunque según nos damos cuenta si necesita). Ahora, a pesar de esto, sigue siendo una muy mala táctica de trabajo… si hasta a los compadres que la pasean en auto no les cae bien.

Por eso la escena en donde aparece la humanidad de Carrie (puede que haya más que una pero hay una en específico que se me quedó grabada) se me hizo tan recordable. Porque al final del día, con todo lo que nos reímos de las caras de loca que Claire Danes logra sacar de debajo del sombrero para darle cuerpo a las emociones más profundas de su personaje (que de paso es una de las grande fortalezas de Homeland), es lo que ha hecho de Homeland la serie que es (para bien o mal) y por eso la ausencia de conflicto emocional en la protagonista me descoloca.

No sé si la idea de la producción fue usar la escena de Carrie y Saul tomando desayuno como una válvula emocional, pero ya sea por casualidad o con intención, eso es lo que resultó ser. Hubo una complicidad de padre e hija ADORABLE cuando Saul se pregunta si Carrie ya ha formado un equipo anexo al de la CIA que sea su confianza y ella da a entender que ya lo ha hecho con una sonrisa que raya lo infantil. Como una niña a la que pillaron en una travesura en la que logró salirse con la suya. Y Saul está conmovido y orgulloso de su niña, y ella está conmovida con el orgullo de él. ¡Si hasta da la impresión que Carrie se sonroja! Por escenas como estas es que aún espero que Saúl no sea la mente maestra maligna (si sé que veo mucha tele) detrás de varias de las cosas turbias que pasaron en Langley.

Pasaron varias cosas en este episodio de Homeland. Ahora que lo pienso, pasó bastante. Pero nada tan importante como las emociones (o la falta de ellas) de su estrella. A ver si de aquí en adelante el show decide dejar que brille o se vaya apagando.

Caleta de cosas más (hay que ponerlo en algún lado):

·         En ausencia de las emociones de Carrie, quien ha tomado el bastión de ser el corazón de Homeland (curiosamente) ha sido Quinn. Y no le queda grande la tarea. No es ver a Claire Danes en sus mejores momentos, pero no es nada para avergonzarse. De hecho es hasta para aplaudirlo.

Resulta que Quinn está teniendo la peor de las crisis. Peor aún que la crisis que tuvo cuando sin querer mató a un niño mientras cumplía órdenes. Y su crisis en realidad se reduce a que está demasiado enamorado de Carrie y siente que eso le hace tomar decisiones que cuestan muy caro. En resumen se cuestiona si pudo hacer más por Sandy (el pelao que murió) y si el haber estado tan enfocado en la seguridad de Carrie no hizo que tomara decisiones apresuradas.

Y la duda lo atormenta. Y si no lo atormentara, hay demasiada gente ligada a la CIA (que no es llegar y abandonarla así como uno renuncia a cualquier trabajo) dispuesta a hacer el trabajo. La escena con Dar Adal tiene una tensión espectacular, más allá de que en realidad nunca existió real suspenso con respecto de si lo iba a matar o no. Sabíamos que no.
Ahora más allá de la adorable relación que tiene con la vecina (que quiero que sea mi amiga y que salgamos por ahí juntas *_*) es que no se puede sacar a Carrie de la cabeza. La quiere tanto que sabemos que va a terminar mal. Para uno de los dos. Y Carrie es medianamente consiente del poder que tiene sobre Quinn y sabe que al final él hará todo lo que ella le pida. Puede que no sepa con certeza que él está chiflado por ella (aunque sería inaceptable que una persona con esa experiencia al leer emociones ajenas no se diera cuenta) pero si sabe que su influencia sobre él es ilimitada.

·         Me encanta el papel de la embajadora de USA en Islamabad. Me encanta. Homeland no hace personajes funcionales muy sutiles, sino que en realidad parece esforzarse solo con los personajes trascendentales. Así, vemos las caricaturas que resultaron ser todos los familiares de Brody (trataron de ponerle más empeño con Dana, pero no resultó) y por ejemplo la caricatura que es Lockhart o el mismo Dar Adal. No sé qué tan importante resulte ser la embajadora, pero con lo poco que ha salido, está llena de matices, y es de los muy pocos personajes que no se puede catalogar de una sola mirada. Es afable, carismática, educada (como tiene que ser una diplomática, imagino), pero con un solapado centro frío. En el fondo no es fácil jugar con ella ni se presta para manipulaciones (como de inmediato le tocó saber a Carrie). Sin embargo, hasta el momento, está dispuesta a dar segundas oportunidades, lo que es algo completamente nuevo en esta serie.

Y ¡hey!, estuvo comprometida con Saul y ahora se les ve buenos amigos. Me da lo mismo que el compromiso haya sido de 3 minutos o en qué circunstancias, ese dato por si solo dice mucho.

·         Saul por su parte aún no tiene mucha vela en este entierro, y es que Homeland recién se está acomodando. Hasta el momento sólo ha servido para escenas geniales, y por lo demás como que lo han correteado para todas partes. No mucho más, pero tampoco menos.

·         ¡Volvió la banda! O al menos parte de la banda de Carrie. Farah y Max están en Islamabad para hacerle seguimiento a Aayad (ya saben el único sobreviviente del “error” de Carrie). No salen bien las cosas porque como vimos el episodio anterior el chico está bajo amenaza y obviamente no quiere hablar con periodistas (Farah se hace pasar por periodista de Londres). No pasa mucho con ellos, ni sirven de demasiado (¿pasa algo entre Max y Farah?) pero tendremos que acostumbrarnos a que estén porque así son los amiguitos de Carrie. Lo único que me perturba y preocupa es… ¿Dónde está Virgyl?

·         Ya que estamos con Aayad ¿a mí no más me pareció extrañamente sensual la escena entre él y Carrie en el baño? (al final Carrie tuvo que salir a hacer el trabajo que otros no pudieron) ¿Trató en parte de seducir al chico para que aceptara hablar con ella? ¿Cierto que si? ¿Cómo voy a estar tan loca? Al final no me queda claro si Aayad concedió al menos pensar en el asunto de dar una entrevista por todas las cosas que Carrie prometió, o por aquel momento. Igual fue como intimidante.

Pensamientos Random
·         Ok no he tocado las escenas en que Quinn ve los videos en YouTube porque tengo pequeñas dudas con respecto a eso. ¿Alguien de verdad cree que el gobierno de USA no habría bajado en menos de una hora vídeos (porque según caché son como 10 videos) de una turba enardecida matando a patadas a un agente de la CIA que es ni más ni menos un jefe de unidad? Pleeeeeease.

·         ¿Qué velocidad de internet tiene Quinn? Casi le bastaba con pensar en que quería ver un video y ya lo estaba viendo. Salten pal lao.

·         Dado que nunca he ido al oriente árabe, tomaré como ciertas las películas, series y documentales que muestran que los autos y el tráfico en general en esos países consisten básicamente en motitos y panes de molde (entiéndase “pan de molde” como esas camionetas que son como un rectángulo con ruedas). También entiendo que agentes de la CIA necesiten andar en autos blindados. No lo discuto. Pero si me pregunto si es necesario que anden en camionetas TAN EVIDENTEMENTE gringas. Entendería si fuera una autoridad, pero si eres un espía ¿no deberías tratar de pasar piola entre la gente? Esas mega camionetas Chevrolet negras de vidrio polarizado no ayudan a mimetizarse (cosa ya difícil en el caso de Carrie, por ejemplo, que tiene el pelo más rubio del mundo). ¿No se puede blindar autos un poco más discretos? No digo blindar panes de molde, pero un auto común y corriente que llame menos la atención. Digo, si no quieren que los cachen y anden siguiendo… pongan de su parte.

·         En la escena donde Carrie se hace pasar por una mujer enferma en un baño de un restaurante (diminuto) ¿cacharon cuanto se demoró Aayad en llegar al baño? ¡¡Prácticamente quedaba en otro país!! Había que pasar un laberinto de pasillos y escaleras para poder llegar. Espero que nunca vaya nadie que le de diarrea o vómitos en el restaurante porque es imposible que en una situación de apuro llegue a tiempo.


·         ¿Y por qué cuando Aayad pregunta a través de la puerta del baño que ocurre lo hace en inglés? ¿No habría sido razonable que lo hiciera en árabe? ¿Cómo sabía que al otro lado había una gringa?

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