sábado, 2 de enero de 2016

Desafío del 2016. Película 1 de 250

Queridos todos. Así como ustedes, queriéndolo o no, hicieron propósitos para el nuevo año que acaba de comenzar, yo también lo hice. Pero a diferencia de propósitos importantes como “terminar la carrera” “Tener hijos” “Plantar árboles” “iniciar o terminar proyectos” “dar la vuelta al mundo”, mi propósito (este propósito al menos) no tiene ninguna importancia o trascendencia en el mundo, ni probablemente en ustedes, pero en mi si (más allá de que el alcance de dicha trascendencia aún no esté definida). Mi propósito es:

VER 250 PELÍCULAS EL AÑO 2016

O para decirlo de otra manera, la idea es ver 250 películas en 366 días (recuerden que este año es bisiesto). Yo sé que no es un tremendo desafío, aunque es respetable bajo mi punto de vista. No puse 366 películas porque aunque les suene como mito urbano, existen días en los que no veo películas. Entonces, sacando la cuenta, si viera una película al día (aunque hay días que veo 2 o más… ya saben esos días en que no hay forma de sacarte de la casa ni hay nada que hacer), tendría 116 días en que puedo no ver nada, que al final son más o menos 3 meses. Suficiente para vacaciones, ocio o eso que algunos llaman vida social.

Ahora además de verlas, y esta es la parte complicada del desafío, prometo hacer un breve comentario en el blog de cada una de ellas. Y destaco la palabra BREVE. Breve implica uno o dos párrafos que puedo escribir en no más de media hora. Porque parte de mi admiración (algo breve y muchas veces desafiada) por los periodistas, es mi creencia de que pueden escribir columnas largas en poco tiempo (¿es así o es una idealización?). En mi caso, cada entrada de series o de lo que sea que escribo me toma como… toda la tarde. A menos que esté especialmente inspirada, cosa que no es una ocurrencia tan común.

Supongo que es importante (para mí que probablemente sea la única que termine leyendo esto) establecer que las películas que cuentan para el propósito son solo aquellas que no he visto… lo que no necesariamente quiere decir “películas nuevas”. Ustedes ya entienden la diferencia. Hay mucha película por ahí que una se demora años en descubrir.

Si alguien pasa por aquí y quiere comentar, bienvenido. Si quieren dejar alguna recomendación, bienvenido también. Si quieren comentar alguna película que ustedes vieron, más que bienvenidos, por cierto. Si quieren dejar un insulto porque no les gusta, está bien pero traten de ser ingeniosos al menos. Para sacar ideas…

Imagino que no hay necesidad de aclarar que los comentarios de las películas son solamente mi opinión, que por cierto no está por sobre la de nadie más… en otras palabras, no se ofendan si encuentro mala alguna de sus películas favoritas. Es cosa de gustos.

Finalmente, esto no quiere decir que deje de comentar series (aunque sé que me mirarán feo porque aborté la misión Homeland. No es que no la haya visto, es que me pilló en un momento donde simplemente no tenía tiempo para hacer entradas largas). Son solamente ejercicios distintos.

Y para comenzar (y para que se cache la temática y la forma) vamos con LA PRIMERA PELÍCULA DEL AÑO que vi ayer primero de enero.

Película 1/250: 99 HOMES

De alguna forma, 99 Homes es una película de terror. No en el sentido del género del terror, más bien en el sentido de las sensaciones que me produjo. Total Angustia. De hecho los primeros 15 minutos de la película creo que olvidé respirar. Y ya más adelante, hay escenas tan terribles por la profunda tristeza y desesperación de los que están en pantalla, que fácilmente pasa por película de terror.

Es buena. Bastante buena la verdad. Y tiene duración más que aceptable (1 hora y 50 minutos). Ya saben que para mí el tema de la duración de las películas es clave. Michael Shannon está realmente notable, porque sale de los papeles de perturbado que le salen tan bien, a un tipo que no está perturbado pero es enfermizamente ambicioso (¿es una perturbación esa también?). Y Andrew Garfield también está muy bien. Qué bueno que dejó de ser el hombre araña.

Laura Dern pudo estar mejor. Pero no es que lo haga mal.




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