Para hacer las cosas claras, podemos decir que Sin Filtro se divide en 3 actos muy claros. El primero podríamos llamarlo "acumulación de cólera" en donde la protagonista va pasando en forma progresiva por situaciones que la hacen acumular una cantidad inusitada de ira, luego un acto de "explosión" donde se rompe la represa, y el último acto de "conciencia" en donde nuestra heroína se hace responsable de la etapa anterior.
Siendo totalmente franca, me reí menos de lo que pensé que iba a hacerlo. Es en el acto del medio donde hay más comedia (de esa que te hace reír for real), y creo que la película es más larga de lo que ameritaba, básicamente porque el primer y ultimo acto se hacen un poco excesivos.
Dicho esto, tiene algunas cosas interesantes y más que rescatables Sin Filtro. La primera, es que la protagonista está rodeada de personajes detestables (que son los que la hacen montar en cólera en definitiva) los cuales a mi parecer son claramente caricaturescos de manera conciente (para hacerlos reconocibles como detestables), pero aún así logran ser identificables y altamente relacionables. En otras palabras, de 30 personajes detestables que ves, les aseguro que cada uno de ustedes conoce y trata con al menos 10.
Por eso es que es muy fácil empatizar con la protagonista, de hecho hay momentos en que una se autogrita "¿A que hora esta comadre empieza a putear a todo el mundo?", y eso le hace excelente a la película. Porque es de esas película que necesita que uno sea un fan acérrimo de la protagonista.
Y lo otro interesante, es que el humor es de estos que es fácil de tomar y no es pretencioso. No da la impresión que se quisiera hacer un humor imitando a otros tipos, sino que tomando lo que es más nuestro.
Sumando y restando, se me hizo bien agradable ver Sin Filtro. Búsquenla en Netflix.
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