Como pasa en otras instancias,
creo que es buena idea advertir que a continuación viene una seguidilla de
spoilers del libro del guión de la obra “Harry Potter and the Cursed Child”,
por lo tanto si no han leído el libro (ni visto la obra, nunca se sabe que tan
internacional es la gente que puede leer esto), les recomiendo salir
sigilosamente del blog (sin dar portazos) y regresar cuando por fin lo hayan
leído. A menos, claro, que sean de aquellos que no tienen ningún problema y,
más aún, reciben con los brazos abiertos, noticias de lo que sucede cuando aún
no lo ven de primera fuente. No soy quien para juzgarlos.
Comencé a leer los libros de Harry Potter cuando solo existían tres de
ellos: La Piedra Filosofal, la Cámara Secreta (uno de mis preferidos) y El Prisionero de Azkaban. Por lo tanto si
bien en ese momento ya existían suficientes fans de los libros de HP en el
mundo, aún no éramos una horda de personas con una población cercana a los
chinos, no existían las películas, ni los libros spin off, y J.K Rowling era
solamente una estrella ascendente. No el astro rey (o reina en este caso) que ha llegado a ser.
Ser una de las que llegó en sus inicios a una franquicia como esta (no diría una de las primeras porque seguro
llegó muchísima gente antes que yo) te da hartas cosas que en mi opinión
son positivas y otras que no lo son tanto. Partamos con lo menos bueno, y así
lo dejamos tranquilo de una buena vez
Entre las cosas “no tan buenas” está la maña, sin duda. Está el
sentirse tan parte de algo que lo haces un poco propio (de pura patuda no más) y por lo tanto no estás demasiado de acuerdo
con ciertas cosas que pasan (hablo del
punto de vista de la historia, no del “mundo Potter”. Las decisiones comerciales
al respecto no son asunto mío. Si yo descubriera o inventara una mina de oro de
este calibre, no puedo decir que no la explotaría).
Para mi gusto (y no involucro a
nadie más que a mí en este sentimiento), los libros fueron haciéndose tan
“atadosos” (porque no es un asunto de
complejidad) que perdieron cierta magia (irónico ¿no?). De algún modo sentí que Rowling trató de darle el
gusto a tanta expectativa y a la vez ser lo menos condescendiente posible, que
los últimos libros (sobre todo el 7)
no tienen el encanto y la magia de los otros. Entiendo que la historia se hizo
mucho más compleja, había miles de personajes, pasaban cosas más oscuras, pero
ahí está. Es lo que siento (Tanto que
hasta el día de hoy no me compro la versión en español del libro 7, porque
cuando lo terminé de leer en inglés dije “suficiente” Cosa que creo que
rectificaré pronto. Los años me han dado paz con Potter)
Dentro de lo bueno (y hay muchas
más cosas buenas que malas, por cierto), en mi caso, está el que gracias a que
leí los primeros libros mucho antes de que existiera siquiera el aliento de la
primera película, tuve tiempo de sobra para hacerme una imagen mental de los
personajes que ha sido imposible eliminar hasta el día de hoy (tampoco he tratado). En general no tengo
problemas con las películas, pero para mí son un agregado no demasiado
importante de los libros. Me agradan, las veo, pero no son lo mismo que los
libros (supongo que es un sentimiento muy
común cuando existe esta bi-existencia de Libros y películas). Mi Harry no
se ve igual que Daniel Radcliffe, Voldemort no se ve como lo que creó Ralph
Finnes, y así (de hecho creo que los
adultos de las películas no tienen mucho que ver con los de los libros,
partiendo por las edades. Amaré por siempre a Alan Rickman, pero Snape tiene 31 años en el libro 1, no cerca de 60). Creo que, curiosamente la que más se
acercaba a mi imagen mental fue Emma Watson a Hermione (Tom Felton como Malfoy también fue una muy buena elección)
Con eso en mente, leer Harry Potter and the Cursed Chiled, fue un
reencuentro con las imágenes mentales de mi cabeza, solo un poco más viejas. Y
la creación de unas nuevas, porque aunque he visto imágenes de los actores, no
le hicieron ni cosquillas a los que ya vivían en mi inconsciente y a los que
este creó mientras leía.
Ahora, es importante (supongo)
decir que hay una diferencia importante entre este libro y todo el resto. En
rigor este no es un libro… es el guión de una obra de teatro con algunas
anotaciones que te ayudan a imaginar escenarios, etc. Está claro que la cabeza
puede hacer un montón del trabajo necesario para convertir cada escena en como
las veríamos, pero el tema es que hay cosas que los libros entregan (emociones, descripciones, etc) que en
esta oportunidad no tenemos. Fuera de esto eso sí, acepto que estoy muy, pero
muy impresionada con Jack Thorne quien supo escribir un guión a partir de las
ideas de Rowling y usar sus personajes como si fuera ella. No se extraña que no
sea su pluma la que hizo todo (más allá de
que el trabajo fue básicamente conjunto. Es decir todas, o una mayoría
importante de las ideas y sucesos que ocurren son inventados por Rowling… solo
que escritos y de muy buena manera, por Thorne. O en último caso, Rowling leyó
el libro mucho antes de ser obra y estuvo totalmente de acuerdo con todo.)
La obra dura aproximadamente 5 horas, que es más o menos lo que uno
tarda en leer el libro. No es una noche o un par de días (si, nosotros sabemos lo que era pasar la noche en vela leyendo o
intentándolo al menos, ¿no chicos?) o una semana. Si se sientan a leerlo
con real avidez, se termina en lo que se demorarían en ver la obra. Tal vez
menos (a mi me tomó algo menos de 5 horas).
No es algo malo, ni algo bueno en sí mismo. Es lo que es, y es distinto a la
experiencia de leer un libro. Eso es lo que quiero decir (de manera no muy clara, creo)
Ya hablando del contenido de la obra (y más adelante tocaré puntos específicos como hago cuando hablo de las
series), bien podría haberse llamado “Harry
Potter and Back to the Past (or the future)”. Porque hay mucho juego con el
tiempo gracias a que reaparecen los giratiempos (dato freak, mi llavero es un giratiempo y ahora lo miro con más cariño).
Pero fuera de eso me gustó mucho, primero que nada (hey me gustaron hartas cosas) la reivindicación de Slytherin como
casa. Mi personaje preferido, desde que entró a la sala de clases y dijo “Harry
Potter, nuestra nueva celebridad” siempre fue Snape. Y por eso supongo que
también hay cierta simpatía por su casa que siempre se vio tan vilipendiada en
comparación a las otras.
Para ser franca (y acá puede ser
que muchos no estén de acuerdo conmigo) “The cursed Child” es la
reivindicación de los antihéroes. O mejor dicho, de los más profundamente
imperfectos. No creo que alcance o que se haya escrito como una disculpa de
Rowling por el maltrato sufrido en los libros pasados, pero sí creo que es un
acto constante de reconocimiento a que muchos fueron desplazados en los libros,
porque simplemente había que hacer brillar a otros. Siempre lo entendí así, y
me alegra que se haya dado la instancia de hacerlos brillar con luz propia (Además suma muchos bonos que esta historia
esté profundamente ligada a HP y el Cáliz de Fuego, que es probablemente con la
Cámara Secreta, mi libro preferido)
Respecto a los nuevos personajes, me gustaron todos. Si, incluso
Delphi. Con lo poco que se puede hacer en un guión de teatro (ya que se espera que los actores aporten los
suyo, imagino), el libro se da la maña de dejar las personalidades bastante
claras y hacer que los niños (Albus y
Scorpius, básicamente) sean queribles y sobre todo, que sea muy fácil
empatizar con ellos. Somos más los que en algún momento hemos sido los raros y
los que no se adaptan bien, que los que han sido winners toda la vida. Somos
mayoría, cabros. No lo olviden.
Además, volviendo a los personajes de siempre, me encantó que se
mostraran cambios importantes en sus vidas, personalidades y acciones,
dependiendo de qué realidad les tocó vivir. Es importante recordar que si bien
tenemos muchas opciones en la vida, y somos responsables de nuestros actos,
también somos hijos de nuestra historia, no sólo para querernos más a nosotros
mismos, sino para al menos entender más al resto.
Por último, supongo que es asunto de tiempo que la obra pase a ser un
guión de cine (de hecho es cosa de hacer
la película no más. Está claro que serán dos películas, además) y tiene
todo para ser una de las buenas. Mucha magia, muy buen ritmo, conflictos
interesantes y mucha, pero mucha nostalgia para los que llevamos casi una vida
(en mi caso es prácticamente la mitad de
la mía) acompañados con esto.
Welcome Back Mr Potter (aunque
en realidad, nunca se fue)
Muchas cosas que me muero por
comentar con ustedes en forma random y sin ningún orden aparente.
-Sé que la trama inicial y más obvia del libro es la relación de Harry
Potter y su hijo Albus (con su amigo
Scorpius) y el peso que es para un padre que por muy famoso nadie le enseñó
como criar hijos, y como Albus vive sofocado por la expectativa que el mundo
tiene de él por llevar el apellido Potter. Eso lo sé bien. Es solo que esta
trama más obvia no me parece tan interesante como la de trasfondo. Pero cada
quien elige la que más le gusta ¿no?
-Como ya he dicho, este libro hizo un muy bien trabajo por dar una
reivindicación a personajes que en la saga fueron, en su mayoría, indicados
como “malos”. Sé que Snape, por ejemplo, termina bastante redimido, sin embargo
no logramos disfrutar de él en esa redención. Por eso casi me desmayé cuando
aparece en el libro (¡¡De hecho dije en
voz alta. Sale Snape!!). Y aunque es el mismo que conocimos, es mucho,
mucho más accesible de lo que los libros
nos dejaron ver. Es como habría sido, probablemente, si hubiera sobrevivido a
la guerra. Porque aunque es posible que nunca habría logrado ser un tipo de lo
MAS amable y simpático (no estaba en su
naturaleza), si habría sido mucho más noble que lo que la vida le permitió
ser. Lo mismo pasa con Draco. En el colegio el tipo era muy desagradable, sin
embargo de mayor, no sólo logró crecer para ser mejor persona, además hizo las
elecciones correctas, y eso es para celebrarlo. Incluso Duddley, que si bien no
aparece, el libro nos permite saber que creció para ser mucho mejor persona de
las que sus padres criaron. Estas redenciones, hacen que para una, como
lectora, todo sea mucho mejor.
-Unido a lo anterior, hay un momento en que entre Ginny y Draco tratan
de explicar a Harry que hace la soledad en un niño. Y es devastador. Porque si
bien Harry vivió prácticamente solo hasta los 11, de ahí en adelante fue tal su
red de apoyo, que lo moldearon en el que fue después. Draco no tuvo esa suerte,
tampoco la tuvo Snape, ni tampoco Voldemort (antes Tom Riddle). Supongo que me gustó como lección de vida: la
soledad no le hace bien a la gente, mucho menos a la gente en formación. Sé que
hay gente que disfruta de estar solo, pero eso no es necesariamente disfrutar
de la más profunda de las soledades.
-Creo que Delphi es una buena villana, aunque su origen me parece
profundamente perturbador (considerando
que fue concebida entre Bellatrix y Voldemort… ya convertido en Voldemort. EW).
No sé que tanto me agrada, eso sí, que el/la villan@ de la saga de Harry Potter
vuelva una y otra vez a ser el mismo (en
rigor nuevamente Voldemort está en el fondo de todo) porque una diría que
hay un universo de cosas que podrían hacer que los chicos estén en problemas.
Pero comprendo que ningún mal que pudiéramos concebir tendría el peso
específico de Voldemort. Así que en realidad no tengo nada que reclamar al
respecto.
-Encontré OOOOOSOM que Hermione Granger sea la Ministra de la Magia.
Nunca he tenido claro si el ministro de la magia es elegido a dedo o por
votación popular o qué, pero me parece que si alguien sería buen ministro, es
ella. También me encanta McGonagall como directora de Hogwarts. Me encanta
McGonagall y punto, en realidad.
-Siempre me ha parecido que toda la ideología de Voldemort es muy
Hitleriana, con eso de limpiar la raza y todo. Y si tenía alguna duda, la
realidad paralela bajo el reinado de Voldemort me lo confirmó. Había hasta
campos de concentración.
-No sé si su nivel de fanatismo los llevó a leer fanfiction de Harry
Potter. A mi sí. De hecho hay un mundo realmente fantástico en el fanfiction si
es que aún no lo han descubierto. Un mundo fantástico y escritores en potencia
absolutamente geniales. La cosa es que, estoy casi segura (y el casi es porque no tengo prueba alguna, obviamente) que
Rowling, Thorne y cualquier otro involucrado en esta obra leyó más de algún
fanfiction. ES QUE HAY COSAS QUE JURO QUE LAS HE LEÍDO ANTES. Y no como ideas
generales, sino casi exactamente como las leí. Lo cual me parece osom
-Como siempre hay que mañosear por algo, me daré el tiempo en esta
instancia. Si bien desde un punto de vista puramente del libro lo encontré
entretenido, me divertí, etc, siempre me he preguntado quien tiene más miedo
de dejar libre a Harry Potter. Si nosotros
o Rowling. Entendiendo el dejar libre a algo muy distinto que el dejar ir.
Nosotros, los fans, nos refugiamos en la experiencia común con otros fans, en
el fanfiction (en serio que hay
fanfiction muy bueno) hasta en el fan art, por lo cual este universo tiene
pocas posibilidades de disiparse a menos que nosotros lo olvidemos… cosa
altamente improbable en el futuro medianamente cercano.
Sin embargo el caso de Rowling es distinto. Hace unos días leí una
entrevista en que dice que esto sí que si al parecer es lo último de Harry
Potter escrito (ideado más bien) por
ella… y yo ya me he leído eso antes. Y
no es que la esté juzgando, lejos de eso, pero ella simplemente no quiere (¿o tal vez puede?) dejar libre a Harry
Potter. A lo mejor le pasa como alguna vez a Connan Doyle con Holmes, aunque
dudo que ella alguna vez llegue al hastío al que llegó Connan Doyle con su
creación.
Y aunque para mi mente de alcantarilla es fácil pensar que todo tiene
que ver con la plata y en el para qué dejar de extraer oro de esta mina que
parece no tener fin, creo sinceramente que no es su caso. Creo que su caso es
que no quiere desprenderse del mundo que creó. Que aún le falta tanto por
contar y compartir que no se resigna a que sea el universo de fans en colectivo
quienes sigan creando la realidad inventada por ella. Que dejar libre a Harry
también es desprenderse de algo que ama profundamente y simplemente no está
preparada para eso.
Al menos en eso, querida Rowling, te entendemos. Y en lo personal, te
apaño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario