martes, 2 de agosto de 2016

Harry Potter and The Cursed Child

Como pasa en otras instancias, creo que es buena idea advertir que a continuación viene una seguidilla de spoilers del libro del guión de la obra “Harry Potter and the Cursed Child”, por lo tanto si no han leído el libro (ni visto la obra, nunca se sabe que tan internacional es la gente que puede leer esto), les recomiendo salir sigilosamente del blog (sin dar portazos) y regresar cuando por fin lo hayan leído. A menos, claro, que sean de aquellos que no tienen ningún problema y, más aún, reciben con los brazos abiertos, noticias de lo que sucede cuando aún no lo ven de primera fuente. No soy quien para juzgarlos.

Comencé a leer los libros de Harry Potter cuando solo existían tres de ellos: La Piedra Filosofal, la Cámara Secreta (uno de mis preferidos) y El Prisionero de Azkaban. Por lo tanto si bien en ese momento ya existían suficientes fans de los libros de HP en el mundo, aún no éramos una horda de personas con una población cercana a los chinos, no existían las películas, ni los libros spin off, y J.K Rowling era solamente una estrella ascendente. No el astro rey (o reina en este caso) que ha llegado a ser.

Ser una de las que llegó en sus inicios a una franquicia como esta (no diría una de las primeras porque seguro llegó muchísima gente antes que yo) te da hartas cosas que en mi opinión son positivas y otras que no lo son tanto. Partamos con lo menos bueno, y así lo dejamos tranquilo de una buena vez

Entre las cosas “no tan buenas” está la maña, sin duda. Está el sentirse tan parte de algo que lo haces un poco propio (de pura patuda no más) y por lo tanto no estás demasiado de acuerdo con ciertas cosas que pasan (hablo del punto de vista de la historia, no del “mundo Potter”. Las decisiones comerciales al respecto no son asunto mío. Si yo descubriera o inventara una mina de oro de este calibre, no puedo decir que no la explotaría).

Para mi gusto (y no involucro a nadie más que a mí en este sentimiento), los libros fueron haciéndose tan “atadosos” (porque no es un asunto de complejidad) que perdieron cierta magia (irónico ¿no?). De algún modo sentí que Rowling trató de darle el gusto a tanta expectativa y a la vez ser lo menos condescendiente posible, que los últimos libros (sobre todo el 7) no tienen el encanto y la magia de los otros. Entiendo que la historia se hizo mucho más compleja, había miles de personajes, pasaban cosas más oscuras, pero ahí está. Es lo que siento (Tanto que hasta el día de hoy no me compro la versión en español del libro 7, porque cuando lo terminé de leer en inglés dije “suficiente” Cosa que creo que rectificaré pronto. Los años me han dado paz con Potter)

Dentro de lo bueno (y hay muchas más cosas buenas que malas, por cierto), en mi caso, está el que gracias a que leí los primeros libros mucho antes de que existiera siquiera el aliento de la primera película, tuve tiempo de sobra para hacerme una imagen mental de los personajes que ha sido imposible eliminar hasta el día de hoy (tampoco he tratado). En general no tengo problemas con las películas, pero para mí son un agregado no demasiado importante de los libros. Me agradan, las veo, pero no son lo mismo que los libros (supongo que es un sentimiento muy común cuando existe esta bi-existencia de Libros y películas). Mi Harry no se ve igual que Daniel Radcliffe, Voldemort no se ve como lo que creó Ralph Finnes, y así (de hecho creo que los adultos de las películas no tienen mucho que ver con los de los libros, partiendo por las edades. Amaré por siempre a Alan Rickman,  pero Snape tiene 31 años en el libro 1, no cerca de 60). Creo que, curiosamente la que más se acercaba a mi imagen mental fue Emma Watson a Hermione (Tom Felton como Malfoy también fue una muy buena elección)

Con eso en mente, leer Harry Potter and the Cursed Chiled, fue un reencuentro con las imágenes mentales de mi cabeza, solo un poco más viejas. Y la creación de unas nuevas, porque aunque he visto imágenes de los actores, no le hicieron ni cosquillas a los que ya vivían en mi inconsciente y a los que este creó mientras leía.

Ahora, es importante (supongo) decir que hay una diferencia importante entre este libro y todo el resto. En rigor este no es un libro… es el guión de una obra de teatro con algunas anotaciones que te ayudan a imaginar escenarios, etc. Está claro que la cabeza puede hacer un montón del trabajo necesario para convertir cada escena en como las veríamos, pero el tema es que hay cosas que los libros entregan (emociones, descripciones, etc) que en esta oportunidad no tenemos. Fuera de esto eso sí, acepto que estoy muy, pero muy impresionada con Jack Thorne quien supo escribir un guión a partir de las ideas de Rowling y usar sus personajes como si fuera ella. No se extraña que no sea su pluma la que hizo todo (más allá de que el trabajo fue básicamente conjunto. Es decir todas, o una mayoría importante de las ideas y sucesos que ocurren son inventados por Rowling… solo que escritos y de muy buena manera, por Thorne. O en último caso, Rowling leyó el libro mucho antes de ser obra y estuvo totalmente de acuerdo con todo.)

La obra dura aproximadamente 5 horas, que es más o menos lo que uno tarda en leer el libro. No es una noche o un par de días (si, nosotros sabemos lo que era pasar la noche en vela leyendo o intentándolo al menos, ¿no chicos?) o una semana. Si se sientan a leerlo con real avidez, se termina en lo que se demorarían en ver la obra. Tal vez menos (a mi me tomó algo menos de 5 horas). No es algo malo, ni algo bueno en sí mismo. Es lo que es, y es distinto a la experiencia de leer un libro. Eso es lo que quiero decir (de manera no muy clara, creo)

Ya hablando del contenido de la obra (y más adelante tocaré puntos específicos como hago cuando hablo de las series), bien podría haberse llamado “Harry Potter and Back to the Past (or the future)”. Porque hay mucho juego con el tiempo gracias a que reaparecen los giratiempos (dato freak, mi llavero es un giratiempo y ahora lo miro con más cariño). Pero fuera de eso me gustó mucho, primero que nada (hey me gustaron hartas cosas) la reivindicación de Slytherin como casa. Mi personaje preferido, desde que entró a la sala de clases y dijo “Harry Potter, nuestra nueva celebridad” siempre fue Snape. Y por eso supongo que también hay cierta simpatía por su casa que siempre se vio tan vilipendiada en comparación a las otras.

Para ser franca (y acá puede ser que muchos no estén de acuerdo conmigo) “The cursed Child” es la reivindicación de los antihéroes. O mejor dicho, de los más profundamente imperfectos. No creo que alcance o que se haya escrito como una disculpa de Rowling por el maltrato sufrido en los libros pasados, pero sí creo que es un acto constante de reconocimiento a que muchos fueron desplazados en los libros, porque simplemente había que hacer brillar a otros. Siempre lo entendí así, y me alegra que se haya dado la instancia de hacerlos brillar con luz propia (Además suma muchos bonos que esta historia esté profundamente ligada a HP y el Cáliz de Fuego, que es probablemente con la Cámara Secreta, mi libro preferido)

Respecto a los nuevos personajes, me gustaron todos. Si, incluso Delphi. Con lo poco que se puede hacer en un guión de teatro (ya que se espera que los actores aporten los suyo, imagino), el libro se da la maña de dejar las personalidades bastante claras y hacer que los niños (Albus y Scorpius, básicamente) sean queribles y sobre todo, que sea muy fácil empatizar con ellos. Somos más los que en algún momento hemos sido los raros y los que no se adaptan bien, que los que han sido winners toda la vida. Somos mayoría, cabros. No lo olviden.

Además, volviendo a los personajes de siempre, me encantó que se mostraran cambios importantes en sus vidas, personalidades y acciones, dependiendo de qué realidad les tocó vivir. Es importante recordar que si bien tenemos muchas opciones en la vida, y somos responsables de nuestros actos, también somos hijos de nuestra historia, no sólo para querernos más a nosotros mismos, sino para al menos entender más al resto.

Por último, supongo que es asunto de tiempo que la obra pase a ser un guión de cine (de hecho es cosa de hacer la película no más. Está claro que serán dos películas, además) y tiene todo para ser una de las buenas. Mucha magia, muy buen ritmo, conflictos interesantes y mucha, pero mucha nostalgia para los que llevamos casi una vida (en mi caso es prácticamente la mitad de la mía) acompañados con esto.

Welcome Back Mr Potter (aunque en realidad, nunca se fue)

Muchas cosas que me muero por comentar con ustedes en forma random y sin ningún orden aparente.

-Sé que la trama inicial y más obvia del libro es la relación de Harry Potter y su hijo Albus (con su amigo Scorpius) y el peso que es para un padre que por muy famoso nadie le enseñó como criar hijos, y como Albus vive sofocado por la expectativa que el mundo tiene de él por llevar el apellido Potter. Eso lo sé bien. Es solo que esta trama más obvia no me parece tan interesante como la de trasfondo. Pero cada quien elige la que más le gusta ¿no?

-Como ya he dicho, este libro hizo un muy bien trabajo por dar una reivindicación a personajes que en la saga fueron, en su mayoría, indicados como “malos”. Sé que Snape, por ejemplo, termina bastante redimido, sin embargo no logramos disfrutar de él en esa redención. Por eso casi me desmayé cuando aparece en el libro (¡¡De hecho dije en voz alta. Sale Snape!!). Y aunque es el mismo que conocimos, es mucho, mucho  más accesible de lo que los libros nos dejaron ver. Es como habría sido, probablemente, si hubiera sobrevivido a la guerra. Porque aunque es posible que nunca habría logrado ser un tipo de lo MAS amable y simpático (no estaba en su naturaleza), si habría sido mucho más noble que lo que la vida le permitió ser. Lo mismo pasa con Draco. En el colegio el tipo era muy desagradable, sin embargo de mayor, no sólo logró crecer para ser mejor persona, además hizo las elecciones correctas, y eso es para celebrarlo. Incluso Duddley, que si bien no aparece, el libro nos permite saber que creció para ser mucho mejor persona de las que sus padres criaron. Estas redenciones, hacen que para una, como lectora, todo sea mucho mejor.

-Unido a lo anterior, hay un momento en que entre Ginny y Draco tratan de explicar a Harry que hace la soledad en un niño. Y es devastador. Porque si bien Harry vivió prácticamente solo hasta los 11, de ahí en adelante fue tal su red de apoyo, que lo moldearon en el que fue después. Draco no tuvo esa suerte, tampoco la tuvo Snape, ni tampoco Voldemort (antes Tom Riddle). Supongo que me gustó como lección de vida: la soledad no le hace bien a la gente, mucho menos a la gente en formación. Sé que hay gente que disfruta de estar solo, pero eso no es necesariamente disfrutar de la más profunda de las soledades.

-Creo que Delphi es una buena villana, aunque su origen me parece profundamente perturbador (considerando que fue concebida entre Bellatrix y Voldemort… ya convertido en Voldemort. EW). No sé que tanto me agrada, eso sí, que el/la villan@ de la saga de Harry Potter vuelva una y otra vez a ser el mismo (en rigor nuevamente Voldemort está en el fondo de todo) porque una diría que hay un universo de cosas que podrían hacer que los chicos estén en problemas. Pero comprendo que ningún mal que pudiéramos concebir tendría el peso específico de Voldemort. Así que en realidad no tengo nada que reclamar al respecto.

-Encontré OOOOOSOM que Hermione Granger sea la Ministra de la Magia. Nunca he tenido claro si el ministro de la magia es elegido a dedo o por votación popular o qué, pero me parece que si alguien sería buen ministro, es ella. También me encanta McGonagall como directora de Hogwarts. Me encanta McGonagall y punto, en realidad.

-Siempre me ha parecido que toda la ideología de Voldemort es muy Hitleriana, con eso de limpiar la raza y todo. Y si tenía alguna duda, la realidad paralela bajo el reinado de Voldemort me lo confirmó. Había hasta campos de concentración.

-No sé si su nivel de fanatismo los llevó a leer fanfiction de Harry Potter. A mi sí. De hecho hay un mundo realmente fantástico en el fanfiction si es que aún no lo han descubierto. Un mundo fantástico y escritores en potencia absolutamente geniales. La cosa es que, estoy casi segura (y el casi es porque no tengo prueba alguna, obviamente) que Rowling, Thorne y cualquier otro involucrado en esta obra leyó más de algún fanfiction. ES QUE HAY COSAS QUE JURO QUE LAS HE LEÍDO ANTES. Y no como ideas generales, sino casi exactamente como las leí. Lo cual me parece osom
-Como siempre hay que mañosear por algo, me daré el tiempo en esta instancia. Si bien desde un punto de vista puramente del libro lo encontré entretenido, me divertí, etc, siempre me he preguntado quien tiene más miedo de  dejar libre a Harry Potter. Si nosotros o Rowling. Entendiendo el dejar libre a algo muy distinto que el dejar ir. Nosotros, los fans, nos refugiamos en la experiencia común con otros fans, en el fanfiction (en serio que hay fanfiction muy bueno) hasta en el fan art, por lo cual este universo tiene pocas posibilidades de disiparse a menos que nosotros lo olvidemos… cosa altamente improbable en el futuro medianamente cercano.

Sin embargo el caso de Rowling es distinto. Hace unos días leí una entrevista en que dice que esto sí que si al parecer es lo último de Harry Potter escrito (ideado más bien) por ella… y  yo ya me he leído eso antes. Y no es que la esté juzgando, lejos de eso, pero ella simplemente no quiere (¿o tal vez puede?) dejar libre a Harry Potter. A lo mejor le pasa como alguna vez a Connan Doyle con Holmes, aunque dudo que ella alguna vez llegue al hastío al que llegó Connan Doyle con su creación.

Y aunque para mi mente de alcantarilla es fácil pensar que todo tiene que ver con la plata y en el para qué dejar de extraer oro de esta mina que parece no tener fin, creo sinceramente que no es su caso. Creo que su caso es que no quiere desprenderse del mundo que creó. Que aún le falta tanto por contar y compartir que no se resigna a que sea el universo de fans en colectivo quienes sigan creando la realidad inventada por ella. Que dejar libre a Harry también es desprenderse de algo que ama profundamente y simplemente no está preparada para eso.


Al menos en eso, querida Rowling, te entendemos. Y en lo personal, te apaño.

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