Probablemente lo mejor que tiene Ocean’s Eight (aparte del elenco, claro) es que entrega exactamente lo que promete
(una película igual a las otras Ocean
pero con mujeres), y por lo tanto en ese sentido no se me hace nada pretenciosa
cosa que en lo particular yo siempre agradezco.
Obviamente con esto quiero decir que no existe nada de originalidad en
ella, porque incluso los personajes femeninos son imágenes especulares de los
personajes masculinos de las otras Oceans, todos fácilmente reconocibles con un
mínimo de imaginación.
Pero es entretenida. O sea nada que te haga mantenerte aguantando la
respiración pero si para estar convenientemente concentrada en lo que está
pasando. Tiene los chistecitos esperables de estas películas, la acción que
todos demandamos porque sino que lata sería, y también un desenlace que uno es
capaz de adivinar al minuto 10 de película, pero que importa si la película
prometió entretenernos no más. No otra cosa.
Ah y también nos prometió que veríamos gente linda. Y eso también lo
cumple.
Estamos en paz.
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