Leaving Neverland
Es una experiencia bien dura ver Leaving Neverland. Es un carrusel de emociones para quien quiera que la vea, y cuando terminan las 4 horas que dura (que yo vi separadas en dos tantas de 2 porque así lo pasó HBO) la sensación es que terminas exhausto.
Es un documental bastante bueno, aunque desde el punto de vista meramente del documental como formato, creo que tiene ciertas fallas en alguna linealidad con que se cuenta la historia y sobre todo con la nula participación de la otra parte de la historia. O sea, nadie del lado de Michael Jackson sale a hablar (ni tampoco en alguna parte se dice que se les haya querido contactar y no aceptaran, por ejemplo).
Pero también entiendo que el documental es una suerte de catarsis de quienes cuentan su historia, y queriéndolo o no, también es un documental tremendamente educativo que toda persona que esté mínimamente involucrada en la crianza de un niño (o le interese estarlo) debería ver, porque repasa etapa por etapa la forma en que un abusador se acerca a un niño, como lo encanta, como además encanta a la familia, como manipula, como el niño nunca cuestiona que lo que le ocurre es algo malo bajo el manto de un "enamoramiento", el por qué el abuso solo se hace patente en la mente de la persona muchos, muchísimos años más adelante y así muchas cosas que todos deberíamos tener en cuenta.
Por un momento ayer, mientras ya iba por la mitad de la segunda parte, pensé en que tal vez el documental se alargaba un poco innecesariamente, al detenerse mucho en el post de la familia de los niños (post Michael Jackson, quiero decir), y de pronto comprendí que era necesario.
Porque de una forma casi instintiva, el cuestionamiento que más me surgió durante todo el primer episodio y parte del segundo, fue ¿¿¿QUE ONDA LA FAMILIA Y SOBRE TODO LA MAMA DE ESTOS NIÑOS????. ¿Me pregunté como era posible que dejaran a niños de 7 años dormir con un tipo adulto al que apenas conocían?, ¿como lo dejaban estar tanto solos con él? ¿como nunca se cuestionarion? y así.
Y aunque son preguntas válidas, supongo, la última parte de la película, con familias derrumbadas y atravesadas por el dolor, sirven para que caiga el peso de lo más importante no solo de este caso, sino que de cualquiera en mi opinión. La culpa es siempre del abusador. No de la víctima, no del tío, no del vecino, no de la mamá. Podríamos discutir si las cosas pudieron haberse hecho mejor, peor, si hubo desidia, si no hubo protección, etc. Pero siempre, siempre, la culpa de un abuso, es de quien lo perpetra. Del abusador.
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