Avengers: Endgame
A veces pienso que me gustaría ser fan de los superhéroes. Cualquiera. Poder tener teorías, buscar sus historias, tener pares con los que compartir cosas acerca de, etc. Pero no es lo mío. No se me da. No quiere decir que no pueda disfrutar una película (o lo que sea) con temática de héroes, superpoderes y cosas por el estilo, pero si significa que veo sus películas con distancia, o más bien, con la actitud con la que veo casi cualquier otra película, lo cual me ha jugado a favor y en contra de manera a veces dispar. A favor en el sentido de que tengo mucha menos ansiedad y a veces expectativas que los que son realmente fans, pero en contra también porque a veces me es difícil unirme al hype, y también porque esto me priva de tener experiencias cinematográficas religiosas cambiadoras de vida como ha pasado con muchos.
No me estoy quejando, es solo la constatación de un hecho.
Ver Avengers Endgame en el cine lleno (a pesar de ser las 9 de la madrugada de un día feriado), a menos de una semana del estreno, me hizo compartir con fans. No de los más bulliciosos, ni los disfrazados, sino con aquellos que probablemente ya la habían visto así que vinieron a digerirla, y también con aquellos que siendo fans y todo, ya sea se dieron el tiempo de esperar a la situación que se les hacía más ideal, o por cualquier motivo no pudieron ir antes.
Y eso hizo la experiencia inolvidable. Me recordó a lo que me pasó cuando fui a ver Rogue One. Endgame es de esas películas (que no son muchas) que constituyen un triunfo portentoso de los fans y nerds de Marvel. Es una película que es una recompensa estridente, magnífica, exagerada y completamente satisfactoria, no para los que hemos visto todas las películas que nos trajeron hasta acá (eso también lo hice yo), sino para los que han invertido una cantidad insospechada de horas repasándolas, eligiendo escenas preferidas, formando teorías, editando videos, conversando y repasando su contenido, y que además han gastado no poco dinero (u otros recursos) en merchandising, libros, películas, juguetitos y vaya a saber uno cuantas cosas más.
Es para los que han hecho de Marvel parte de su vida. Es el premio a los que de esta manera hacen Marvel.
Y frente a eso, a los ojos bien abiertos y brillantes de los chicos que estaban dos filas más atrás en el cine, al llanto (desenfrenado y preocupante) de la que me tocó sentada al lado, a algunos aplausos espontáneos e incontenibles cuando aparecía este o aquel, y al sonido ese de cuando botan el aire y vuelven a respirar luego de mantenerse en mucha tensión, mi expresión es una sonrisa que dice "la hicieron"
Y lo que opine o me parezca la película, no tiene la menor importancia
PS: Si, es muy larga.

No hay comentarios:
Publicar un comentario