Había dejado marcada esta película en Netflix para cuando estuviera disponible, porque me tincó que podía ser entretenida, y ¡PAF! ¡Le achunté!
Es muy entretenida, en el sentido que nunca miras el reloj ni te preguntas ¿a que hora se termina esta lesera que tengo sueño, hambre, frío o cualquier excusa que se te ocurra? No, no, no. Lo pasas bien las casi dos horas que dura.
¿Es buena? Eso es más discutible (aunque al menos es buena en el sentido de entregar lo que promete). Lo que pasa es que la premisa central de la película es que existe una droga (una pastilla) que al tomarla la persona adquiere UN superpoder por 5 minutos. Súper velocidad, Súper fuerza, piel que no permite que penetren balas, capacidad de mimetizarse, etc. En general características que tienen animales. La cosa es que, como cualquier droga, está el riesgo de que la esta no tenga el efecto placentero deseado, sino que te mate. Así planamente.
WTF ¿CIERTO?... pero muy original a su modo. Pero ahí no acaba. Porque a partir de esta red de drogas, hay uno de los personajes centrales que busca algo que le arrebataron, y forma una alianza curiosa con otros personajes.
La cosa es que mantener estas premisas requiere de ciertas conexiones de guión, ideas y explicaciones que a veces o no están o simplemente no tienen sentido. ¿Los actores? Todos bien. Los tres principales (esos que ven en el afiche) funcionan lo más bien, aunque hay algunos secundarios que uno se pregunta de donde los sacaron y otros que parece que se esfuerzan en actuar mal.
Pero es entrete. Bien entrete.
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