lunes, 13 de septiembre de 2010

El té con vainilla y caramelo.

Mi problema es que soy muy antojada con comidas y bebidas. Cuando me tinca algo quiero probarlo pronto, si es posible de inmediato, sino no dejo de pensar en la lesera y se me hace molesto.

En segundo lugar me confieso una amante del té. Normal, negro, rojo, verde, chino, chai, con especias, en hoja, en bolsa. En resumen como lo pongan. Obviamente hay unos mejores que otros y algunos que realmente son para sentarse a tomar sin pensar en nada más en el mundo hasta que se acabe, pero en términos generales, si me ofrecen té, yo voy por él.

Pues bien, ayer en mi casa descubrí una caja de té especial. De partida traía como 20 bolsas en lugar de las cientos de bolsas aplastadas y a presión que traen la mayoría de las cajas. En segundo lugar, las bolsas no eran las típicas de todos los té que conocemos, incluidos los té inglés, es decir, esas que son como un papel filtro con las hojas (y la tierra, palitos y demases dependiendo de la calidad), sino que son como una pirámide de base cuadrada que en lugar de tener papel filtro tienen una suerte de malla transparente, lo que básicamente implica que puedes ver todos los componentes del té que vas a tomar, y que por lo tanto, este no incluye tierra, ni cadáveres de insectos, ni nada que no sea solo la hoja molida.

Al mirar detenidamente, me di cuenta sin embargo, que aparte de las hojas, había unas cosas chiquititas como cubitos y de color acaramelado. Investigando la etiqueta para ver si había luces de que podía ser aquello, vi que efectivamente mi percepción del color no era equivocada (cosa rara en mí que tengo un principio de daltonismo trágico). Decía “Té con infusión de vainilla y caramelo”

Me tincó de inmediato. Altiro. Pero recién había tomado once y una cantidad no despreciable de té común y corriente. Así que decidí esperar hasta el té nocturno (tipo 22:00 o 23:00 hrs, muy de abuela lo sé) para probarlo. Desde ese momento cada vez que me aparecí por la cocina le pegaba una miradita a la caja y bolsas de té. Descubrí, entre otras cosas, que era un regalo de una tía. Nunca está de más saber la procedencia.

Bien pues. Llegó la hora, pongámosle las 22:00 y fui tras el té. El primer sorbo fue una delicia. Como tomar toffe (sorry por el uso del nombre del caramelo). El segundo sorbo igual de bueno. El tercero ya no tanto. Ocurrió que tal como cualquier persona puede imaginarse, el té resulto ser espantosamente relajante. Imagino que para cualquier persona amante de los dulces este brebaje puede ser una excelente experiencia desde el primer sorbo hasta el último. Mi problema es que no soy de paladar dulce. Para acortar mi experiencia dulce/amarga, dejé que el té se enfriara bastante y me lo tomé todo de una buena vez.

Una hora más tarde tuve que ir de urgencia al baño a vomitar. Según la sabiduría del lado de mi familia campesina, cuando uno come cosas con “asco” la comida cae mal. Nunca he llevado la estadística del caso como para poder afirmarlo o negarlo, pero sea por lo que sea, el caldo concentrado de dulzor me cayó pésimo.

Incluso ahora siento una sensación estomacal muy rara y solo pensar en un toffe (caramelo digamos) me da como asco. A ver si este té con infusión de naranja me ayuda a recobrarme.

2 comentarios:

  1. Ah y se te le dio vuelta la vianda así no más, a mieer. Que lata.

    Yo no soy fanático del té, pero he aprendido a tomarlo por sobre el café que, eh... siento que, no sé como decirlo, esté... me deshidrata los intestinos? se entiende? no sé, esa sensación tengo, entonces prefiero algo más piola como el té.

    Y sí, buena onda. De hecho una amiga me ha dado de probar unos té de vainilla y frutilla bien ricos. Los de frutilla venían en unas bolsas con forma de trigángulo y malla, bien choris.

    Lo que no sé es si cuando viva solo tendré variedades ¿Te cachai llega un amigo al dpto y le ofrezco té de vainilla o frutilla? MARICONAZO poh. Mal. Creo que en ese caso deberé mantenerlo low profile.

    Que mala onda lo tuyo eh, y eso que dicen que a todas las mujeres le gusta el caramelo.

    Entretenido.
    Saludos.

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  2. Vaya, pues yo me tomo este té casi cada día y me encanta y me sienta genial. Si no te gustan mucho las cosas dulces y le cogiste asco creo que es normal que te sentara mal!

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