martes, 21 de febrero de 2012

Y acerca de la ropa...


Renacuajos. Ayer no alcancé a poner nada, lo sé. No es que pase nada malo si no lo hago. Dije que lo intentaría.

Hoy descubrí que entre mis miles de mañas, está la de sentirme ofendida cuando la ropa de las personas no está de acuerdo con el clima. Me siento muy ofendida en realidad. Ridículamente.

Acá hace un frío trágico. No está nevando ni nada, pero es trágico, sobretodo cuando se levanta viento (es decir cuando caminas por calles que forman túneles de viento o estás de cara al río). Como es lógico esperar, la mayoría andamos abrigados como pandas, unos con más estilo que otros, ciertamente, después de todo en N.Y es esperable que anden modelos frustradas que se toman la calle como pasarela, y no tengo problema con ello. Lo que me causa problemas son las personas que andan evidentemente desabrigadas para el clima que hay. Hoy vi una con mini (sin medias) y una suerte de polera y un chalequito. Y nada más (a modo de ejemplo yo ando por la calle con dos camisetas, una camisa, un chaleco y el abrigo). Yo sé que andar muy abrigado es poco glamoroso, pero no es necesario rayar en la ridiculez.

Linda, es Febrero. Me dan ganas de decirles cuando paso por el lado. Por cierto que no espero que todos tengan mi misma sensación hacia el frío, sabe Dios que soy más friolenta que el común de los mortales. Pero la mini sin medias fue too much.

Probablemente mi indignación tenga que ver con que me da frío verlas, lo cual me lleva a concluir que lo que me pasa es una empatía mal canalizada. O sea, como las ve tan desabrigadas, me da frío a mi también (digo también porque es evidentemente que ella tienen frío, el tema es que se lo aguantan)

A ver que pasa mañana.

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