Para nadie debería ser una sorpresa ya mi compulsión por ver películas. Veo prácticamente todo lo que se me cruza, incluso aquellas películas que me tinca son malas o aburridas no solo por la vaga e infatigable esperanza de que encontraré un tesoro oculto (mientras menor la expectativa mayores posibilidades de que en realidad me guste), sino que también porque de confirmarse mis sospechas, puedo reclamar con conocimiento de causa y así exponer uno de mis mayores talentos.
A estas alturas de
la vida, la afición por ver películas debe ser de las más comunes en el mundo,
la galaxia y dimensiones cercanas. Probablemente sea hasta más compartida que
el mismo futbol (que hereje sonó eso).
¿A quien no le gusta ver una buena película? En honor a la verdad he conocido
criaturas extrañas que dicen “no, es que soy mala para ver películas, me
aburren un poco” (lo cual siempre logra
que los miremos con cara de que les acaba de salir otra cabeza), pero la
regla general es que a todos nos gustan. Unas más que otras, cierto y habemos
unos más obsesivos que otros, también es cierto, pero la base es que a la
mayoría nos entusiasma pasar un buen rato viendo películas.
No solo eso.
Habemos no pocos personajes (curiosos, lo
sé) que estamos dispuestos a pagar una cantidad de dinero que, si me
permiten ser lo suficientemente directa raya en el asalto a mano armada, por
ver una película que nos interesa en el cine, aún cuando hoy todos sabemos que
hay maneras “alternativas” de ver la película que quieras (tema al que me dedicaré en otro post porque tengo mucho que acribillar
y acá no alcanzo)
¿Por qué estamos
dispuestos a ir al cine cuando podemos ver la película gratis?, por la mística,
supongo, porque nos gusta comer pop corn aunque tenga un precio digno de un
príncipe árabe, y esencialmente porque una tele, por más grande que sea la
pantalla, nítida la imagen y buen sonido que tenga, no logra recrear ciertas
condiciones que solo entrega una sala de cine. Y claro porque te evitas que
entren a molestarte a cada rato obligándote a parar la película y escuchar
pacientemente para evitar una batalla, cosa que en mi casa pasa con más
frecuencia que el promedio de casas del planeta. Estoy segura.
El tema es que en
Santiago de Chile aún con toda la buena intención de ir al cine, a veces es
simplemente imposible preferir la pantalla grande a la comodidad del hogar (desde ya disculpas por el centralismo de la
opinión pero soy santiaguina así que es de donde mejor puedo hablar. En todo
caso para hacer una extrapolación a regiones, solo tienen que imaginar la
situación que me apresto a presentar, como una mucho peor)
Dejemos de lado el
precio (que como dije ya es
suficientemente abusivo), las pocas alternativas que dejan a los que nos
gusta ver las películas en idioma original (sobre
todo las “infantiles o taquilleras”) obligándonos a escoger horarios del
terror si no queremos ver la película con una traducción horrible, e incluso lo
desagradable de los aires acondicionados en las salas que o logran congelarte
en verano o ahogarte en invierno. El tema es: ¿Qué pasa con la demora en el estreno de películas?
¿Por qué hay
películas (generalmente las más prometedores
desde el punto de vista de la calidad, que no siempre, sabe Dios, es lo mismo
que taquilla) que se demoran hasta 3 o 4 meses en llegar a estrenarse a
Chile desde sus fechas de estreno en USA o UK?
The Iron Lady
estrenó en febrero en todo el mundo. Acá lo hará en abril y para el que no se
enteró Meryl Streep ganó el Oscar a mejor actriz por ella. Tinker Taylor Soldier
Spy (traducida como “El Topo”) tiene una de las actuaciones más increíbles de
Gary Oldman y en realidad nadie entiende mucho como una película así no estuvo
nominada al Oscar y si otra tan insulsa como Caballo de Guerra. Bueno, esa
película tampoco ha llegado a Chile.
¿A Dangerous Method? Tampoco. ¿Albert Nobbs? Menos.
¿50/50?, recién el 12 de Abril ¿The
Ides of March? (Traducida como Secretos de estado) Llega la próxima semana (el 22 de marzo) cuando ya la ha visto
buena parte del mundo sobre todo considerando que durante febrero fue una de
las películas que podías elegir en el sistema de entretenimiento de LAN.
¿Carnage? ¿We need to talk about Kevin? ¿My week with Marilyn? Nada, nada, nada. Ni siquiera
fechas de estrenos de acuerdo a la página del cine Hoyts y de Cinemark.
Todas películas que más allá de las consideraciones personales de cada
quien al verlas, han sido muy bien criticadas. El problema es que mientras en
otros países dan estas y otras obras, acá seguimos con 7 salas de 10 con el Gato
con Botas en 1, 2 y 3D, por ejemplo. No digo que las películas que se sabe
llevarán público no deban ser mostradas, lejos de eso, pero un poco de
consideración con los que queremos ver buen cine no estaría demás. No es
necesario que pongan estas películas 4 salas por cine. Basta una con un horario
normal.
Porque seamos francos, basta poner los nombres de las películas que les
acabo de nombrar en google, y aparecerán en por lo menos 7 u 8 de ellas links en los que
convenientemente podrán verlas online o bajarlas para verlas en la comodidad
del hogar. Con excelente calidad.
Aplaudo cuando en Chile las películas se estrenan al mismo tiempo que en
su país de origen. Es lo que se conoce como estreno mundial como será el caso
de The Hunger Games (aunque puede tener
días de desfase dependiendo el país, pero la mayoría serán dentro de la misma
semana al menos), o el caso de cualquier película que prometa reventar la
taquilla (como Harry Potter o la saga
Crepúsculo). Es bueno para el cine que gana mucha plata y para los que
esperan ver la película. A win win situation. Es aceptable cuando llegan 1
semana tarde. Un poco menos agradable pero aún puedo vivir cuando son 2 o 3
semanas tarde. Pero ya es francamente indignante cuando se demoran 2 o 3 meses.
Así no hay quien los espere.
Y cuando preguntas ¿Qué onda con
la demora?, todo el mundo se refiere a una entidad etérea surrealista conocida
como “La distribuidora” con la cual no hay forma de contactarse, ubicarla o
mandarle una carta con insultos (merecidos
si me preguntan a mi), pero que definitivamente va a la velocidad de una
carreta cuando el resto del mundo (sobretodo
el de internet) va a la velocidad de un transbordador espacial.
Al final lo cierto es que poco importa de quien es realmente la culpa de
que los estrenos se atrasen de manera astronómica, lo único que importa es que
solucionen el problema, traigan los títulos en un tiempo decente o al menos no
lloren cuando no queda otra que ver las cosas por las ya mencionadas vías
alternativas. Ah y si pudieran bajar el precio de las entradas y la comida del
cine, sería enormemente beneficioso para su popularidad.
Eso.
Recibe mi mas completo apoyo,al igual que tu me encanta ver peliculas veo todos los trailers,programas y festivales donde hay un sin fin de premios y no puedo creer que en Argentina que esta al lado nuestro ya se halla estrenado The Iron Lady ,llevo un año esperando que llegue, desde Enero 2011 que supe que Meryl había comenzado a grabar que la he esperado con ansias , ver como recibió el Oscar ,Bafta ,Golden Globe...y muchos más y acá recién llega en abril? para mi es irrisorio o será la mentalidad machista del chileno que de las peliculas nominadas solamente han sido estrenadas las que son protagonizadas por hombres.No estan en cartelera Albert Nords, Marilyn,Help,y por supuesto The Iron Lady.
ResponderEliminarEs indignante. La verdad no creo que sea un asunto machista sino de torpeza de las distribuidoras. Asumo que tendrán sacada la cuenta que si o si algunos de nosotros no iremos al cine porque simplemente veremos las películas por otro medio dada la demora, pero lo compensan con lo que esperan recibir por películas como de Hunger games que prometen ser hitazos (aunque no se que tan bien le vaya en Chile... fue acá un tremendo suceso como HP o la saga Twilight?)
ResponderEliminarEn fin, queda reclamar no mas
PS: Solo por si acaso, The Help si la estrenaron tipo enero... ya salió de cartelera.