Estos últimos días ha llamado mi atención la cantidad de seguidores
que los Juegos Olímpicos Londres 2012 han tenido por TV, comentarios en Twitter
y Facebook… No, en realidad no me sorprendió nada, para ser franca, siempre
supe que todos íbamos a estar colgados mirando deportes que conocemos bien, que
conocemos a medias y otros que no sabemos ni siquiera como se pronuncian. Y
está bien que así sea.
¿Por qué? PORQUE SON LOS JUEGOS OLÍMPICOS. Ocurren solo cada cuatro
años, en otras palabas, solo cada cuatro año logramos que todos los medios de
comunicación se concentren en mostrar disciplinas distintas al futbol, al tenis
o al automovilismo. Lo cual, para una amante del deporte como yo (de verlo, porque de hacer solo le hago al
pedaleo) es motivo suficiente de emoción.
Al contrario de muchas personas que se quejan de los espectadores
incidentales del deporte con frases tipo “Ven Los JJ.OO solo porque son moda,
pero en realidad nunca ven deportes” en mi opinión no tiene nada de malo que la
gente se vuelque a ver deportes por el motivo que sea. Aunque no entiendan
mucho de varios deportes, no importa, siempre se puede aprender y con algo de
suerte a alguno le da por hacer algo de ejercicio luego de ver tanto movimiento.
En último caso, generalmente ves gente bonita así que también sirve para
vitrinear.
Incluso no me molesta (como si me
hace arquear las cejas en otros temas) el echo de que de pronto aparezcan
una cantidad surrealista de “expertos” en deportes jamás comentados masivamente
como el bádminton, la halterofilia o el deporte ecuestre. ¿En serio, miles de
expertos en esgrima? ¿Really? En
realidad me da risa, como muchas de las cosas de la vida en todo caso. De todas
formas, mucho mejor es que comenten y comenten a que no digan nada y no les
interese. Olviden a aquellos (coffcoffamargoscoffcoff)
que empiezan con “Las personas que nunca han jugado [inserte cualquier deporte aquí]
no tienen derecho a opinar” Fuera por eso los que no somos actores o cineastas
no podríamos opinar de cine, los que no somos pintores no podríamos opinar de
pintura y los que no tocan ningún instrumento ni cantan, no opinaríamos de
música (en otras palabras, en mi caso
personal y dado mi escaso talento para la gran mayoría de las cosas, no podría
opinar de prácticamente nada). Se agradece, como no hacerlo, cuando la
opinión es más constructiva que destructiva (y sobre todo informada) pero no puedo negar que hay algunas de las
destructivas que son inmensamente divertidas, y como el atleta criticado en
cuestión probablemente nunca se enterará de la crítica realizada con mala
leche, tampoco es tan malo. ¿Cierto?
De todas formas hay algunas cosas que nos pueden ayudar (a todos) a hacer más fáciles las cosas a
la hora de ver, comentar y reírnos (como
no) de los Juegos Olímpicos. A saber:
1.- Nunca es malo saber lo mínimo de un deportes que ves y sobre todo
que vas a comentar. Lo básico. Las reglas por ejemplo. Y no es difícil conseguir
la información. Es cosa de ir a internet y salen miles de millones de
explicaciones de cómo se juega y puntúa cualquier deporte que les interese. Entonces
si no se saben las reglas mínimas de cualquier disciplina no es excusa que la
información no estaba disponible. ¿Es malo no tener idea de cómo se juega un
deporte que están viendo? En realidad no, a menos que de verdad quieran entender
que es lo que pasa. Muchas veces se aprende mirando también, incluso yo diría
que tiene cierta emoción. Como resolver un puzle, digamos. A quien le interese,
el diario The Guardian tiene una sección de los Juegos Olímpicos muy didáctica,
con reglas, y puntuaciones y formaciones de equipos. Lo justo para no dar bote.
2.- Ojo con Twitter. Tal como dije antes, está lleno de gente (chistosa mucha) que comenta deportes que
no han visto nunca, lo cual nuevamente no es malo a menos que alguien si quiera
saber de un deporte y se base en la información que ellos dan (¿se entendió algo?). De la misma manera
hay gente que sabe mucho de deportes, incluso de los más raros, y ayudan mucho
a comprender cosas. Atentos a ellos. Usualmente no son los que dicen saber
mucho de deportes, lo cual hace su búsqueda casi como encontrar un tesoro, pero
ahí están.
3.- Lo mismo de Twitter ocurre con la tele. Estoy segura que eso ya lo
sabían. Hay muchos en TV (más de los que
una consideraría apropiado, francamente) que dicen saber mucho de deportes (nuevamente deportes distintos al futbol, del
cual al menos una buena cantidad de personas se sabe las reglas) y en
realidad o no saben nada, o muy poco. Sobretodo considerando que no pocas veces
se confunde el dar datos raros (origen
del nombre del atleta en pantalla, año en que ocurrió una cosa curiosa con el
deporte, nacionalidad de los padres de un deportista) con saber. En
realidad esos son datos que no aportan nada a lo que estamos viendo. En el
mejor de los casos podrían servir para contestar una pregunta en un programa
tipo Quien quiere ser millonario, pero es altamente improbable. Sin embargo,
también en TV se encuentran esas joyas en que quien está transmitiendo no solo
sabe del deporte que está comentando, sino que además le gusta. Un agrado escucharlos.
Prestando suficiente atención estos personajes son fáciles de captar, así que
les dejo el desafío.
Supongo que el resumen de este posteo (más bien inútil) es decir que no es pecado ser ignorante, mucho
menos en temas deportivos si es que no te dedicas a ellos. Yo sé que la palabra
ignorante no le gusta a mucha gente,
aunque no sé bien por qué. No es necesariamente una ofensa a menos que se diga
con ese fin, pero la ignorancia, en si, es más bien un dato de la causa de la
vida de las personas. Dado que en estos tiempos es imposible ser un espíritu
enciclopédico, por más que se trate, confesar la ignorancia propia en diversos
temas es tan natural como decir que uno toma agua o come. En serio. Y lo mejor
del caso es que la ignorancia se quita aprendiendo. Los juegos olímpicos se
prestan para lo obvio (aprender de
deportes) y para aprender de otras cosas también, como por ejemplo de
países, idiomas y cosas que no teníamos idea que existían. Y lo mejor de todo
es muy fácil, y además en la mayoría de los casos prácticamente gratis.
Son dos semanas, cada cuatro años. Enjoy.
No hay comentarios:
Publicar un comentario