No es lo mismo ver una serie de TV que una película,
voy a asumir que todos estamos de acuerdo en ese punto más bien obvio. Ver una
serie no sólo requiere de mucho más tiempo, sino que además de más paciencia y
en un modo curioso, más compromiso. Después de todo si decides ver una serie, estás
dispuesto a seguirla hasta que llegue al final, a menos que en el trayecto se
haga insoportable y la dejes (o te la
quiten como ha pasado no pocas veces en el último tiempo. Hola Alcatraz)
Entonces no es llegar y decir “Ok vamos a ver esta cuestión”,
al menos en mi caso. Supongo que es un buen momento para aclarar que, al
contrario de lo que pasa con las películas, no soy TAN buena para ver series.
Veo más que cierto promedio de personas, pero nunca al nivel de algunos
personajes que ven prácticamente cada una de las series que ofrece el mercado (ya sea por tv o el maravilloso método
alternativo de internet), como si me pasa con las películas donde estoy
dispuesta a ver prácticamente lo que se me cruce por delante. En parte tiene que
ver con esa sensación de que las cosas no acaban nunca que me angustia un poco (es una estupidez, pero así es) por lo
que frente a un mercado saturado de series para ver (que dicho sea de paso en rigor es un porcentaje pequeño de la cantidad real
de series que se emiten en USA o UK por ejemplo) no me queda otra que elegir
de entre todo el montón, y no pocas veces mis elegidas (o las que no elijo) no corresponden a lo que ve la mayoría. Por
ejemplo me negué rotundamente a ver Lost, lo que imagino para un amante de las
series como género particular, debe ser
una suerte de blasfemia. Sorry.
¿Y cómo hago para elegir? Me encantaría decir algo entretenido
como tirar una moneda o lanzar dardos, pero dado que la decisión afecta mi
entretenimiento, le pongo algo más de cabeza. Los 3 puntos fundamentales en
juego (puede que sean obvios pero
claramente hay series a las que les faltan 1, 2 o ya de plano los 3) son:
1.- Una buena
Historia y/o temática: Como les advertí es un punto de una obviedad supina,
pero la experiencia ha demostrado que no es necesariamente una condición
irrenunciable a la hora de armar una producción. Tampoco es que sea tan
exigente, no tiene que ser necesariamente una historia tipo Nobel o Pulitzer,
pero al menos si coherente y que me mantenga enganchada (ojalá por la mayoría de los capítulos). Personalmente no considero necesario que sea totalmente realista (sino
no se comprendería que viera Game of Thrones por ejemplo), pero sí que
mantenga coherencia dentro de la fantasía. ¿Qué series elimino de competencia
sin darles siquiera una oportunidad? Aquellas con historias que tratan de pasar
como “reales” pero que no resisten ningún análisis y se me hacen más bien
ridículas como 24 (lluvia de abucheos).
Obviamente puede estar relacionado con mi desprecio genético al concepto de “héroe
patriota”, pero francamente no puedo digerir la idea de que un tipo pueda tener
no uno sino varios días que son una tragedia por mucho que trabaje en una
central de inteligencia no inteligente como suelen ser. Please. Además el
protagonista entre tanta cosa ni siquiera va al baño, o se come algo. En todo
el día. TODO. Ah y parece estar formado de material antibalas, porque aunque le
disparen con una metralleta milagrosamente nunca le dan.
Tampoco tengo paciencia con series de vampiros, pero
ese es problema mío porque simplemente no me gustan. Puedo aceptar que existan
temáticas vampirianas o de hombres lobos y leseras así que sean buenas. No me
consta pero tomaré la palabra de los que las ven.
Finalmente, en otro acto de valentía impropio de mí,
confesaré que tampoco me gustan las series de detectives/científicos que tanto
gustan en USA. Esas del tipo CSI o Bones. No solo no me gustan, sino que me
cargan. ¿Por qué? Por maña, en parte, pero también por ese elemento mentiroso
infumable que ejemplificaré de la siguiente manera: Hay un crimen, llega el
equipo a investigar, y hay uno o dos personas súper inteligentes que no sólo de
una mirada al lugar ya saben exactamente que pasó, además tienen vista de rayos
láser y cachan hasta los detalles más increíbles. En cualquier momento serán
capaces de ver ADN a simple vista. Arriesgándome al escarnio público, me veo en
la obligación de primero aclarar que no existe TANTA gente así de inteligente
en el mundo, ni en USA, ni tampoco en la policía. De otra manera el mundo sería
distinto (es simple lógica) y USA no
tendría el índice de criminalidad (y de
casos sin resolver) que tiene. No es que la policía de USA sea mala, no
tengo ni base (ni la creencia en verdad)
para decir algo semejante, pero supongo que es como la de cualquier lugar, en donde el trabajo de
la gente hace la diferencia, y no un tipo (inexistente)
que sabe de todo. Es por esta misma razón que SI me gustan y mucho las series
de detectives de UK, porque el enfoque es de trabajo en equipo, y de gente que
se equivoca una y otra vez hasta dar con el blanco (con la excepción de Holmes o Poirot por ejemplo, pero son clásicos)
2.- Personajes
carismáticos: que despierte simpatía o más bien
complicidad nos guste o no. Puede que
para algunos la historia esté por sobre los personajes, pero en mi caso no
concibo una buena historia sin personajes que me obliguen a estar pendiente de
la historia. Puede ser el personaje principal (Como Walter White en Breaking Bad, Nucky Thompson en Boardwalk Empire o
Carrie Mathison en Homeland) o secuendario (Tywin
Lannister en Game of Thrones, o Saul Berenson en Homeland) o incluso grupos de personajes (como prácticamente todo el elenco de Downton
Abbey). No me refiero a personajes con los que te identifiques de manera
individual o particular (cosa que no sé
por qué varios argumentan al tratar de explicar por qué tal o cual serie o
película tienen éxito), sino a personajes que estimes por cualquier razón,
incluso por sobre (o a pesar de) tus
convicciones. Usualmente los que logran seducirme como espectadora son aquellos
personajes multidimensionales. No me provocan especial atracción aquellos
buenos muy buenos, los genios muy geniales o los malos muy malos. Las mejores
series que he visto son aquellas en que los personajes tienen vuelcos o
situaciones que parecen no encajar en la temática de la serie. Me refiero a
series cómicas en donde los personajes logran tener momentos muy dramáticos, y a la inversa
series dramáticas, en donde los personajes en algún momento logran pasar por
situaciones ridículas que nos hacen reír, o en donde pierden el elemento que
los sitúa dentro de la serie.
3.- Ambientación/Escenografía/Maquillaje:
Puede que sea menos crucial que lo anterior, pero dentro de mis libros la ambientación
es, por lo menos, importante. Imagino que hay series que si cumplen los dos
primeros ítems de manera casi perfecta pueden cojear en este (por ejemplo yo vería Breaking Bad o Homeland
aunque pusieran árboles de cartón y todos usaran pelucas feas). Sin embargo
si la serie en cuestión no tiene tan fuertes los dos primeros puntos y además
flaquea en este, probablemente deje de verla como me pasó con The Borgias.
Resulta que tiene una historia interesante pero que a veces se hace lenta y tediosa, y personajes buenos (que puede no ser bueno con Jeremy Irons
francamente) pero que no despiertan tanta simpatía como para hacerse
“inabandonables” (estoy casi segura que
esa palabra no existe). Por lo tanto podríamos decir que si bien cumple en
parte con los dos puntos anteriores, no es una serie excelsa en ellos. El
problema, sin embargo, es que la escenografía la encontré horrible. No cuando
muestran exteriores tipo campo o mar, sino cuando muestran ciudades. Obviamente
para una serie como The Borgias se tienen que construir y recrear diversas (y complejas) ciudades, porque ni Roma ni
Nápoles, ni casi ninguna ciudad que salga ya puestos, está hoy de la misma
manera que en la época en la que está ambientada (segunda mitad del 1400) por lo tanto es más difícil de recrear escenarios más contemporáneos
como en Boardwalk empire o Mad Men, y obviamente astronómicamente más complejo que
trabajar con locaciones actuales. Dicho esto, y entendiendo la dificultad, es
francamente horrible la escenografía de The Borgias en general. Todo se ve de
cartón. Como trabajo de colegio. Ok puede que sea muy mala onda ponerlo así,
digamos que es evidente que es un estudio, y ya que el cine y otras series nos
han demostrado que existen maneras de recrear ciudades antiguas sin que se vean
acartonadas o de papel maché imagino que es justo quejarme de que sea horrible (no estoy considerando el presupuesto,
cierto, pero si van a hacer una serie tan ambiciosa como The Borgias imagino
que lo tendrán considerado)
Haciendo el mismo análisis al revés, está el caso de series
como Downton Abbey, la cual si bien tiene personajes fascinantes (por lo tanto cumple con el punto 2 de
excelente manera) incluso yo, que he desarrollado una suerte de patología
obsesiva con la serie, soy capaz de reconocer que hubo capítulos de la
temporada 2 en que la historia fue lo más WTF del mundo. PERO, la escenografía,
el diseño de vestuario y fotografía son tan tremendamente lindos (si, tremendamente lindos, así cursi como se lee) que puedo pasar
por alto esos momentos en que la historia se iba por senderos extraños porque
simplemente lo demás era genial. De todas formas aclaro que fueron momentos en
los que la historia fue mala y no toda la temporada, y que se recuperó de
manera brillante al final. Entonces la belleza de la serie le aporta ese algo
que te hace esperar hasta que las cosas en términos de trama vuelvan a tomar buen
rumbo, y no darte por vencida apenas la cosa se pone aburrida o ya de plano
inexplicable.
Yo sé, o al menos creo que sé a estas alturas, que
todos podemos tener un criterio distinto para ver una cosa u otra, por lo que
no proclamaré esta terna de razones como las correctas (en realidad nunca fue la idea). Si alguno me dice que ve alguna
serie porque encuentra estupendo/a a los protagonistas, es una razón tan buena
como cualquiera. O porque le gusta el soundtrack (que no es menor) o porque le sirve para estudiar. No sería la
primera vez tampoco.
Y bueno eso.
PD: A todo esto chiquillos que se pasan más de una
vez por acá, en septiembre vuelve Homeland y Downton Abbey por lo que vuelven
los recaps (en el caso de Homeland vuelven, en el de Downton Abbey los haré por
primera vez). Pensé en hacer recaps de Breaking Bad (oye la serie genial) pero al final me puse a perder el tiempo y no
hice nada. Puede que al terminar la temporada haga una suerte de resumen
general inservible. Ahí veré.
Ah y también sé que Boardwalk Empire también regresa
ahora en septiembre (el 16 para ser
exacta) pero de esa no haré recaps, por que no no más.
¡¡¡¡AH y antes de olvidarme!!! El 23 de Septiembre
son los Emmy donde sí estarán prácticamente todas las series que veo de alguna
u otra manera. Eso sí merece entrada en el blog.
Nunca había considerado la importancia del ambiente, escenografía y fotografía, porque en general me gustan más las series "reales". No tan fantásticas. Pero por más o menos fantástica que sea la historia, siempre debe haber un grado de realidad acorde a los límites que la misma fantasía permita. En ese sentido series como CSI que se enmarcan dentro de la realidad -supuestamente- me generan rechazo, precisamente, por eso que mencionas: son mentira. Escapan del marco en que debieran desarrollarse.
ResponderEliminarPara algunos puede sonar fome apegarse a esos parámetros. Pero no por desarrollarse dentro de los límites que la realidad de la historia permita, las series se convierten en aburridas, lateras e infumables. Eso lo dictan los personajes, que son (para mí) el factor más decisivo a la hora de amar/odiar una serie. Como muy bien señalas, lo peor son los personajes idealizados: buenos muy buenitos, malos muy malotes y genios geniales son los que llevan a la muerte de una serie. Y no se necesita un genio forense de CSI para descifrar la causa de muerte en estos casos: historias predecibles.
Aquellos personajes más profundos y humanos, que no puedo entender en su totalidad son los que gatillan mi fanatismo. A veces las tramas no son la gran maravilla, pero me siento obligado a seguir los pasos de los personajes para ver cuál es su dinámica. Y no por tratar de sentirme identificado, es solo una obsesión por encontrar lo predecible, siendo que justamente es lo impredecible lo que enamora en las series. En ese espacio es donde yo me pierdo y me convierto en seguidor a morir.
Gente como Walter White, Luther e incluso Britta Perry, en una serie tan ligera y tonta como Community, son los que llevan las historias a sitios impensados. Que no por impensados resultan irreales.
En resumen, aunque estén en el sigo XIX, en la luna o en la esquina, los mejores personajes son aquellos tan humanos como uno. Eso genera empatía y buenas historias. A la larga, compromiso. A veces amor/obsesión.
Vivan las series! Las buenas, al menos.
Me gustó tu análisis. Y disculpa por comentar tanto, pero a veces me cuesta encontrar el silencio. Incluso cuando escribo.
Saludos.
Oh Luther también es un tremendo personaje. Me había olvidado (culpa de las series de USA que están todas en estreno y me tienen ocupada). Thanks por pasar!
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