lunes, 3 de septiembre de 2012

Cachando Breaking Bad


Antes de comenzar, y siguiendo las reglas de civilización no escritas de cualquier persona decente que guste de series y/o películas, es mi deber advertir que a continuación encontrarán Spoilers de la quinta temporada de la serie Breaking Bad (lo cual implica de alguna manera, Spoilers de todas las anteriores temporadas también). Por lo tanto, si aún no has visto la temporada 5 de la serie, o el último capítulo (emitido ayer domingo) y no quieres saber nada hasta verlo con tus propios otros, puede que prefieras cerrar la página. Cualquier otra situación, estás cordialmente invitado a seguir leyendo.

Tal como dije en el post anterior, no soy exactamente una fanática incurable de las series de TV. Me gustan, pero soy tremendamente selectiva. Por eso cuando hace un mes más o menos me encontré sin series que ver (esperando que prácticamente todas las que veo vuelvan ahora en septiembre) y no muchas películas interesantes con las cuales pasar el tiempo, me puse a buscar alguna serie que pudiera gustarme.

Me recomendaron varias, de diversos tipos, pero al final fue tanta la insistencia de algunos amigos con Breaking Bad, argumentando que es la mejor serie que se ha creado en la historia de las series (sí, tengo amigos muy exagerados, yo sé), que me decidí a verla, sobre todo considerando que estaban dando la última temporada.

Y me obsesioné. Breaking Bad es la mejor serie que se ha creado en la historia de las series (ok, yo también soy bastante exagerada), o al menos de las mejores. Cuando empecé a verla hace un mes, me di cuenta que me esperaba una ardua tarea, ya que tenía que ver 5 temporadas, pero dije “Bah total nadie me apura”. La primera temporada me gustó bastante, veía de a un capítulo y estaba feliz, pero ya desde la segunda  comenzó la obsesión y no pude (ni traté) de pararla.

4 semanas, 55 episodios. Lo cual, si asumimos un promedio de 47 minutos por capítulo (que es poco más o menos lo que dura cada uno) son 2.585 horas de concentrado de historia de Walter White en un mes. Dado que me negué a dejar de tener vida social y a comer, y no tuve demasiada opción en el tema de ir a trabajar, fueron mis horas/sueño las que se vieron afectadas por esta maratón sin precedentes en mi historia televisiva (hasta 4 capítulos seguidos vi), que me permitieron llegar con holgura (terminé de ver todo el sábado) al domingo como una espectadora obsesiva más a ver el final de temporada (cosa que en realidad realicé el lunes de madrugada, pero son detalles)

Dado que ya es tarde para cualquier intento de recap, vamos a dejar eso de lado. Tampoco es la idea hacer una crítica de la serie. ¿Para qué es esta entrada entonces? Para descomprimir mi cabeza de sobredosis de Breaking bad (cualquier nerd como yo, si digo que la idea es utilizar este blog como pensadero, debería entenderme).

Vamos entonces con esas “reflexiones (¿?) ¿Les parece pequeños?


1.- Si alguien te pregunta de qué trata Breaking Bad, es fácil decirlo. Es más, la gente no debería preguntarlo y simplemente tendría que meterse a internet donde hay millones de reseñas acerca de qué trata, y como asumo que cualquiera que se dé la lata de leer esto ya tiene claro de qué va, no pienso repetirlo. Sin embargo, desde que empecé a ver la serie (incluso desde el episodio 1 ah) no me puedo sacar de la cabeza que, de manera discreta pero no oculta, el motivo central de Breaking Bad es en realidad la familia. Más aún, dentro del tema familiar el tema del “cuidado de los niños” es fundamental.

Después de todo, el motor de Walter White, más allá de que a veces pierda el foco, es que su familia esté protegida (primero financieramente, y después ya de todos los peligros de la vida láctea). Pero no es solo el tema de Walter, Skyler también (sobre todo en la temporada 4 y 5) hace todo lo que puede por proteger a sus hijos (de una decepción terrible y también de peligro físico), aún a pesar de quedar mal como madre, e ir en contra de sus propias convicciones. Jesse también es un tipo para quien el uso y maltrato de niños es insoportable. Lo vemos en la temporada 2 cuando lo desespera ver al niñito en la casa de padres drogadictos, luego en la relación con Brock (y la angustia cuando este es envenenado) y finalmente cuando sale del negocio de la droga por lo sucedido con el niño que Todd (que es bien gil) asesina, que es lo que finalmente lo obliga a salirse del negocio de las metanfetaminas. Incluso Mike, un tipo que bien el fondo tiene una decencia escondida, bien en el fondo, pero que se rige por sus propias reglas y no le importa matar cuando lo siente necesario, es un tipo dominado por las emociones que le provoca su nieta.

Por ponerlo de una manera simple, todas las grandes decisiones que los personajes centrales de Breaking Bad toman, están amarradas al bienestar de los que quieren o de los que ellos consideran no deben ser maltratados. Walter entra al negocio de las drogas por la familia, y a pesar de perder el rumbo su poco, al final quiere salir de él, por esa misma familia. El problema es que el final del último capítulo nos dejó claro que la cosa no será simple.

2.- Por ahí leí, que varias personas opinan que la temporada 5 ha sido la más “débil” de todas (y obviamente los que los trollean por opinar eso), y en parte les encuentro la razón. Yo no diría eso si que la temporada 5 es débil, sino que no es tan Oh My God como las anteriores, que no es exactamente lo mismo. Personalmente creo que las temporadas 3 y 4 son totalmente alucinantes (aunque si me dan tiempo probablemente encuentre en la 1 y la 2 la misma alucinación pero dejémoslo así). En mi caso creo que la explicación es que hasta la temporada 4 la serie se trataba de Walter White, mientras que la temporada 5 se trata de Heisenberg EXCEPTO el último capítulo donde vuelve Walter. No es que Heisenberg no sea un muy buen personaje, que lo es, pero tiene menos dimensiones que Walter, por lo cual provoca mucha menos empatía. Como dije en el post anterior, las mejores series son aquellas que, a pesar de su género (más bien dramático) logran tener momentos totalmente contra-genero. Y esa es una de las grandes genialidades de Breaking Bad, que tiene algunos de los momentos más chistosos, surrealistas y ridículamente cómicos que he visto. Dado el giro que suponemos tendrá la segunda parte de la temporada 5, no sé qué tanta esperanza tengo en que aquellos momentos regresen, pero al menos, al menos, tengo algo de confianza en que tengamos más Walt que Heisenberg, que sabemos de todas formas ya nunca se irá.

3.- No hace falta decir que Walter White es un tremendo personaje y el hilo conductor de la historia. Para que machacar lo mismo (aunque no está demás supongo). Lo mismo los personajes secundarios, o como bien lo llaman los gringos los de “soporte” como Jesse, o Skyler (quien le cae mal a mucha gente, aunque a mí no. De todas formas lograr caerle mal a un segmento importante de personas, es pura maestría de la actriz y los guionistas). Incluso Hank y Marie tienen lo suyo. Sin embargo hay personajes “satélites” que a veces se nos pasan sin la necesaria alabanza (jajaja), aunque no siempre eso sí. Gus Fring es una joya de personaje, y en esta pasada no solo lo digo yo, sino que también los Emmy, para los que está nominado (mi problema es que quiero que casi todos en esa categoría ganen). Lo mismo el ya mencionado Mike, quien ha dejado hartos corazones rotos después de su muerte.

Pero quien para mí es una alegría ver es Saul Goodman. Me encanta. Puede ser que entre mis amigos y conocidos haya algunos personajes no tal cual como él, pero con ese aire de chanta que es tan chistoso y por eso le tenga cariño. Y eso que Saul, más allá de su onda circense, es un tipo que cacha mucho de su negocio y siempre sabe muy bien lo que hace. Todo un aporte, y además habla divertidísimo. Deditos arriba para él.

4.- Esta probablemente será la única “crítica negativa” que haré de la serie. Y no es una crítica negativa para ser exacta es un… WTF mejor dicho. ¿Qué onda con los arranques McGiver de la serie? En general no es algo que me haya molestado, ya que siempre se ha presentado a Walter como un genio (con los pro y contra de los genios obviamente). Y los genios hacen genialidades, por lo tanto puedo creer muchas cosas de las que han pasado. Incluso cuando en la temporada 2 se quedaron sin batería en la cacharra de casa rodante que tenían (capítulo que tuvo escenas extremadamente chistosas) y Walter construyó una batería dije “WAAA pero que cosa tan genial, voy a anotar como hacerlo” porque quedarse sin batería en el auto es algo que está totalmente dentro del reino de mis posibilidades. Después, claro, aborté la misión porque a pesar de todo, es más improbable que ande en un auto con toda la cantidad de cosas necesarias para armar la batería, que ésta se me acabe. Bueno el tema  es que hay hartas cosas que acepté sin chistar, pero la escena en que Walter se suelta de la amarra (de plástico) que le dejó Mike usando cables de electricidad fue too much. Me reí y creo que la escena no estaba diseñada para que alguien se riera.

No dudo que lo mostrado pueda hacerse. Si algo de bueno (además de todo lo ya dicho) tiene la serie, es que está excelentemente documentada en el ámbito científico, lo cual para los que de una forma u otra nos dedicamos a cualquier rama de la ciencia constituye una fuente de felicidad inagotable. Pero aflójenle al exceso de creatividad. Hay momentos en la vida en que simplemente uno no tiene todas las cosas que necesita a mano (o se te rompen, o tu brazo es más corto o te electrocutas en este caso) y hay que vivir con ello.

5.- Por último algo que me alucina totalmente… TOTALMENTE, son todas las referencias y guiños a Chile que tiene la serie. No soy especialmente nacionalista ni me creo mucho el cuento del amor a la patria y la bandera y los símbolos patrios y todas esas leseras. Pero si tengo eso de que, por ejemplo, si estoy en otro país y sale cualquier referencia a Chile (sobre todo en buena manera) como que emociono. Es tonto pero me pasa. Una vez en USA vi en un show una foto y un poema de Pablo Neruda y casi me desmayé.
Por eso cuando en Breaking Bad comenzaron a aparecer menciones a Chile fue lo máximo. La cuarta temporada está plagada de “chilenidades” Lo primero fue cuando en el capítulo 5 (creo) sale la canción de Anita Tijoux “1970” (que de pasada me encanta). No es que me haya desmayado exactamente (aunque si me preguntan, existen segmentos de ese día que no recuerdo bien, por lo que puede haber pasado), pero cuando la escuche fue ¡¡¡MAMITA QUERIDA LA CANCION!!!. Y retrocedí la escena como 5 veces para verla una y otra vez.

Ya después al conocer la historia de Gus (incluso cuando invita a Walt a comer y menciona la Paila Marina) el delirio fue absoluto. Esa escena en que Gus recuerda cuando mataron a su amigo donde Don Eladio fue un constante Oh My God. No me importó en absoluto que ni Gus (quien habla el español como un gringo que habla español) ni el amigo chileno (que en realidad era mexicano) no tuvieran ni pizca de acento chileno. Un detalle sin importancia. Mejor aún cuando el amigo que posteriormente muere cuenta que es Bioquímico de la Universidad de Santiago, ya que tengo buenas amigas que son precisamente bioquímicas de esa universidad y me hace preguntarme qué tipo de colegas tienen (y molestarlas mucho también).

Y bueno… ahora esperar 8 meses a que den la segunda parte de la quinta temporada. No es tanto tampoco ¿cierto?

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