Antes de
comenzar, y siguiendo las reglas de civilización no escritas de cualquier
persona decente que guste de series y/o películas, es mi deber advertir que a continuación
encontrarán Spoilers de la quinta temporada de la serie Breaking Bad (lo cual
implica de alguna manera, Spoilers de todas las anteriores temporadas también).
Por lo tanto, si aún no has visto la temporada 5 de la serie, o el último
capítulo (emitido ayer domingo) y no quieres saber nada hasta verlo con tus
propios otros, puede que prefieras cerrar la página. Cualquier otra situación,
estás cordialmente invitado a seguir leyendo.
Tal como dije en el post anterior, no soy exactamente
una fanática incurable de las series de TV. Me gustan, pero soy tremendamente
selectiva. Por eso cuando hace un mes más o menos me encontré sin series que
ver (esperando que prácticamente todas
las que veo vuelvan ahora en septiembre) y no muchas películas interesantes
con las cuales pasar el tiempo, me puse a buscar alguna serie que pudiera
gustarme.
Me recomendaron varias, de diversos tipos, pero al
final fue tanta la insistencia de algunos amigos con Breaking Bad, argumentando
que es la mejor serie que se ha creado en la historia de las series (sí, tengo amigos muy exagerados, yo sé),
que me decidí a verla, sobre todo considerando que estaban dando la última
temporada.
Y me obsesioné. Breaking Bad es la mejor serie que se
ha creado en la historia de las series (ok,
yo también soy bastante exagerada), o al menos de las mejores. Cuando
empecé a verla hace un mes, me di cuenta que me esperaba una ardua tarea, ya
que tenía que ver 5 temporadas, pero dije “Bah total nadie me apura”. La
primera temporada me gustó bastante, veía de a un capítulo y estaba feliz, pero
ya desde la segunda comenzó la obsesión
y no pude (ni traté) de pararla.
4 semanas, 55 episodios. Lo cual, si asumimos un
promedio de 47 minutos por capítulo (que
es poco más o menos lo que dura cada uno) son 2.585 horas de concentrado de
historia de Walter White en un mes. Dado que me negué a dejar de tener vida
social y a comer, y no tuve demasiada opción en el tema de ir a trabajar, fueron
mis horas/sueño las que se vieron afectadas por esta maratón sin precedentes en
mi historia televisiva (hasta 4 capítulos
seguidos vi), que me permitieron llegar con holgura (terminé de ver todo el sábado) al domingo como una espectadora
obsesiva más a ver el final de temporada (cosa
que en realidad realicé el lunes de madrugada, pero son detalles)
Dado que ya es tarde para cualquier intento de recap,
vamos a dejar eso de lado. Tampoco es la idea hacer una crítica de la serie.
¿Para qué es esta entrada entonces? Para descomprimir mi cabeza de sobredosis
de Breaking bad (cualquier nerd como yo,
si digo que la idea es utilizar este blog como pensadero, debería entenderme).
Vamos entonces con esas “reflexiones (¿?) ¿Les parece
pequeños?
1.- Si alguien te pregunta de qué trata Breaking Bad,
es fácil decirlo. Es más, la gente no debería preguntarlo y simplemente tendría
que meterse a internet donde hay millones de reseñas acerca de qué trata, y como
asumo que cualquiera que se dé la lata de leer esto ya tiene claro de qué va,
no pienso repetirlo. Sin embargo, desde que empecé a ver la serie (incluso desde el episodio 1 ah) no me
puedo sacar de la cabeza que, de manera discreta pero no oculta, el motivo
central de Breaking Bad es en realidad la familia. Más aún, dentro del tema
familiar el tema del “cuidado de los niños” es fundamental.
Después de todo, el motor de Walter White, más allá
de que a veces pierda el foco, es que su familia esté protegida (primero financieramente, y después ya de
todos los peligros de la vida láctea). Pero no es solo el tema de Walter,
Skyler también (sobre todo en la
temporada 4 y 5) hace todo lo que puede por proteger a sus hijos (de una decepción terrible y también de
peligro físico), aún a pesar de quedar mal como madre, e ir en contra de
sus propias convicciones. Jesse también es un tipo para quien el uso y maltrato
de niños es insoportable. Lo vemos en la temporada 2 cuando lo desespera ver al
niñito en la casa de padres drogadictos, luego en la relación con Brock (y la angustia cuando este es envenenado)
y finalmente cuando sale del negocio de la droga por lo sucedido con el niño
que Todd (que es bien gil) asesina,
que es lo que finalmente lo obliga a salirse del negocio de las metanfetaminas.
Incluso Mike, un tipo que bien el fondo tiene una decencia escondida, bien en el
fondo, pero que se rige por sus propias reglas y no le importa matar cuando lo
siente necesario, es un tipo dominado por las emociones que le provoca su
nieta.
Por ponerlo de una manera simple, todas las grandes
decisiones que los personajes centrales de Breaking Bad toman, están amarradas
al bienestar de los que quieren o de los que ellos consideran no deben ser
maltratados. Walter entra al negocio de las drogas por la familia, y a pesar de
perder el rumbo su poco, al final quiere salir de él, por esa misma familia. El
problema es que el final del último capítulo nos dejó claro que la cosa no será
simple.
2.- Por ahí leí, que varias personas opinan que la
temporada 5 ha sido la más “débil” de todas (y obviamente los que los trollean por opinar eso), y en parte les
encuentro la razón. Yo no diría eso si que la temporada 5 es débil, sino que no
es tan Oh My God como las anteriores, que no es exactamente lo mismo.
Personalmente creo que las temporadas 3 y 4 son totalmente alucinantes (aunque si me dan tiempo probablemente
encuentre en la 1 y la 2 la misma alucinación pero dejémoslo así). En mi
caso creo que la explicación es que hasta la temporada 4 la serie se trataba de
Walter White, mientras que la temporada 5 se trata de Heisenberg EXCEPTO el
último capítulo donde vuelve Walter. No es que Heisenberg no sea un muy buen
personaje, que lo es, pero tiene menos dimensiones que Walter, por lo cual
provoca mucha menos empatía. Como dije en el post anterior, las mejores series
son aquellas que, a pesar de su género (más
bien dramático) logran tener momentos totalmente contra-genero. Y esa es
una de las grandes genialidades de Breaking Bad, que tiene algunos de los
momentos más chistosos, surrealistas y ridículamente cómicos que he visto. Dado
el giro que suponemos tendrá la segunda parte de la temporada 5, no sé qué
tanta esperanza tengo en que aquellos momentos regresen, pero al menos, al
menos, tengo algo de confianza en que tengamos más Walt que Heisenberg, que
sabemos de todas formas ya nunca se irá.
3.- No hace falta decir que Walter White es un
tremendo personaje y el hilo conductor de la historia. Para que machacar lo
mismo (aunque no está demás supongo).
Lo mismo los personajes secundarios, o como bien lo llaman los gringos los de “soporte”
como Jesse, o Skyler (quien le cae mal a
mucha gente, aunque a mí no. De todas formas lograr caerle mal a un segmento
importante de personas, es pura maestría de la actriz y los guionistas). Incluso
Hank y Marie tienen lo suyo. Sin embargo hay personajes “satélites” que a veces
se nos pasan sin la necesaria alabanza (jajaja),
aunque no siempre eso sí. Gus Fring es una joya de personaje, y en esta pasada
no solo lo digo yo, sino que también los Emmy, para los que está nominado (mi problema es que quiero que casi todos en
esa categoría ganen). Lo mismo el ya mencionado Mike, quien ha dejado
hartos corazones rotos después de su muerte.
Pero quien para mí es una alegría ver es Saul
Goodman. Me encanta. Puede ser que entre mis amigos y conocidos haya algunos
personajes no tal cual como él, pero con ese aire de chanta que es tan chistoso
y por eso le tenga cariño. Y eso que Saul, más allá de su onda circense, es un
tipo que cacha mucho de su negocio y siempre sabe muy bien lo que hace. Todo un
aporte, y además habla divertidísimo. Deditos arriba para él.
4.- Esta probablemente será la única “crítica
negativa” que haré de la serie. Y no es una crítica negativa para ser exacta es
un… WTF mejor dicho. ¿Qué onda con los arranques McGiver de la serie? En
general no es algo que me haya molestado, ya que siempre se ha presentado a
Walter como un genio (con los pro y
contra de los genios obviamente). Y los genios hacen genialidades, por lo
tanto puedo creer muchas cosas de las que han pasado. Incluso cuando en la
temporada 2 se quedaron sin batería en la cacharra de casa rodante que tenían (capítulo que tuvo escenas extremadamente
chistosas) y Walter construyó una batería dije “WAAA pero que cosa tan
genial, voy a anotar como hacerlo” porque quedarse sin batería en el auto es
algo que está totalmente dentro del reino de mis posibilidades. Después, claro,
aborté la misión porque a pesar de todo, es más improbable que ande en un auto
con toda la cantidad de cosas necesarias para armar la batería, que ésta se me
acabe. Bueno el tema es que hay hartas
cosas que acepté sin chistar, pero la escena en que Walter se suelta de la
amarra (de plástico) que le dejó Mike
usando cables de electricidad fue too much. Me reí y creo que la escena no
estaba diseñada para que alguien se riera.
No dudo que lo mostrado pueda hacerse. Si algo de
bueno (además de todo lo ya dicho)
tiene la serie, es que está excelentemente documentada en el ámbito científico,
lo cual para los que de una forma u otra nos dedicamos a cualquier rama de la
ciencia constituye una fuente de felicidad inagotable. Pero aflójenle al exceso
de creatividad. Hay momentos en la vida en que simplemente uno no tiene todas
las cosas que necesita a mano (o se te
rompen, o tu brazo es más corto o te electrocutas en este caso) y hay que
vivir con ello.
5.- Por último algo que me alucina totalmente…
TOTALMENTE, son todas las referencias y guiños a Chile que tiene la serie. No
soy especialmente nacionalista ni me creo mucho el cuento del amor a la patria
y la bandera y los símbolos patrios y todas esas leseras. Pero si tengo eso de
que, por ejemplo, si estoy en otro país y sale cualquier referencia a Chile (sobre todo en buena manera) como que
emociono. Es tonto pero me pasa. Una vez en USA vi en un show una foto y un
poema de Pablo Neruda y casi me desmayé.
Por eso cuando en Breaking Bad comenzaron a aparecer
menciones a Chile fue lo máximo. La cuarta temporada está plagada de “chilenidades”
Lo primero fue cuando en el capítulo 5 (creo) sale la canción de Anita Tijoux “1970”
(que de pasada me encanta). No es que
me haya desmayado exactamente (aunque si
me preguntan, existen segmentos de ese día que no recuerdo bien, por lo que
puede haber pasado), pero cuando la escuche fue ¡¡¡MAMITA QUERIDA LA
CANCION!!!. Y retrocedí la escena como 5 veces para verla una y otra vez.
Ya después al conocer la historia de Gus (incluso cuando invita a Walt a comer y
menciona la Paila Marina) el delirio fue absoluto. Esa escena en que Gus
recuerda cuando mataron a su amigo donde Don Eladio fue un constante Oh My God.
No me importó en absoluto que ni Gus (quien
habla el español como un gringo que habla español) ni el amigo chileno (que en realidad era mexicano) no
tuvieran ni pizca de acento chileno. Un detalle sin importancia. Mejor aún
cuando el amigo que posteriormente muere cuenta que es Bioquímico de la Universidad
de Santiago, ya que tengo buenas amigas que son precisamente bioquímicas de esa
universidad y me hace preguntarme qué tipo de colegas tienen (y molestarlas mucho también).
Y bueno… ahora esperar 8 meses a que den la segunda
parte de la quinta temporada. No es tanto tampoco ¿cierto?
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