Todo lo que
viene a continuación está pensado para ser leído por aquellas personas que ya
vieron el capítulo 1 de la 2ª temporada
de Homeland, y no en las sensibilidades de aquellos que, por cualquier razón,
no lo hayan visto aún (o de plano no pretendan verlo nunca jamás). Eso no más.
¡¡¡Volvió Homeland!!! Volvió Homeland y todo está
bien en el mundo. Volvió Carrie y todo está bien en el mundo. En realidad está
lejos de estar bien (el mundo, digo,
sobretodo en la serie) pero está bien en el mundo de los que vemos la
serie.
Confieso que se me había olvidado lo
esquizo-psicodélico del comienzo. O más bien lo había superado. Eso del
laberinto y ella (como niña)
apareciendo con una cabeza de león es muy freak. Muy pero muy. Supongo que es
una forma de mostrar su problema de bipolaridad. Supongo.
Antes del capítulo en sí, en todo caso, dieron un
recuento de la serie largo como día lunes (hey
si una serie dura 55 minutos y gasta 5 de ellos en hacer un recuento de la
temporada pasada, en mis libros, eso es largo) que francamente no entiendo
(ni en esta serie ni en ninguna otra)
para que lo hacen ¿En serio creen que alguien se olvidó de que se trata
Homeland? Y si a alguien de verdad se le olvidó o no vio la temporada 1 este
recuento (con lo largo que es y todo)
no le va a ayudar porque no dice nada fundamental.
Lo que más me gustó de este capítulo de Homeland (más allá de simplemente existir) es que
fue fácil de seguir e hizo un excelente trabajo de reintroducirte a los personajes
sin caer en lo repetitivo, no pretendió apabullarte con la historia, pero logró
tener momentos de mucha tensión sin los cuales la serie no sería lo buena que
es.
Carrie aún se encuentra bajo tratamiento por su
bipolaridad (aunque ahora que lo pienso probablemente
esté en tratamiento toda la vida ¿no?) sobretodo recuperándose del
tratamiento con electroshock al que se sometió. Su primera escena es en el
jardín de la casa recogiendo vegetales (y
en serio ¿es idea mía o la TV y el Cine tiene una tendencia clara a poner a la
gente con enfermedades mentales en jardines? Yo sé que la idea es que ocupen el
tiempo haciendo cosas con las manos y eso, pero… ¿alfarería? ¿pintura?
¿estudiar música? Estoy segura que en algún momento hay que darle un respiro a
los jardines) No me quedó muy claro cuanto tiempo ha pasado desde el último
capítulo de la T1 y este, pero mi apuesta son varios meses. ¿Un año tal vez? El
tema es que Carrie “se ve” bien pero está como… “lela” a falta de una mejor
palabra. No es que el tratamiento con litio le haya quitado facultades motrices
o mentales, al contrario vemos que sigue tan clever como siempre (aunque con algunos problemas de memoria
leves que para una persona común y corriente no tienen importancia pero para
ella, obvio, si), pero le falta chispa. En la CIA, Carrie lo pasaba bien
(¿?) mientras que ahora lo pasa no más y trabaja de profesora de inglés para
árabes que viven en USA, lo cual es bastante bueno.
Y mientras Carrie está pasando por la vida, al mundo
le pasa de todo, está quedando la patada en medio oriente gracias al gentil
auspicio de Irán, Israel, y como no podía faltar al baile, USA. Y aquí viene
otra cosa que me encanta de Homeland: Es genialmente actual. Ya saben que
disfruto mucho con las series y novelas ambientadas en otras épocas, pero si la
cosa va a ser de nuestro tiempo, me encanta que sea del año en que vamos.
Homeland toma acontecimientos reales para enlazar su ficción con ellos, por lo
que solo con haber visto las noticias una vez a la semana deberías saber de que
te están hablando, y en caso de que aún así no te quede claro, en una escena en
que a Carrie le timbran un pasaporte le ponen un tremendo 2012, para que no quepan dudas.
Debido al conflicto entre Israel e Irán, en donde los
primeros bombardearon a los segundos con la bendición de USA, se desata una
nueva ola de amenazas terroristas contra estos últimos, una de las cuales
despierta el interés de Saul Berenson (eh
eh eh) quien se encuentra en El Líbano. Le llama la atención porque quien
da la información es una mujer que le parece de “fiar” frente a un océano de
amenazas falsas. El problema es que la mujer en cuestión se niega a dar la
información a nadie que no sea Carrie, para quien trabajó en una época pasada. Buena
y razonable manera de obligar a Carrie de volver al ruedo.
El encargado de ir en busca de Carrie es el
pesadísimo David Estes, quien sigue siendo tan desagradable como la temporada
pasada, aunque francamente una esperaría que, si la idea es ir a pedirle un
favor a una persona con la cual no tiene excelentes relaciones, iba a moderar
su natural antipatía. No fue el caso. La
idea es que Carrie vaya a Beirut por 72 horas, hable con la mujer que tiene la
información del ataque terrorista, se regrese a USA y haga como que aquí no
pasó nada, lo que todos sabemos que no va a ocurrir. Sobretodo porque no
llevaba ni 3 horas en Beirut cuando tiene que escapar de un tipo que la
perseguía (cuando iba a juntarse con Saúl)
y logra escaparse como solo un agente puede hacerlo, imagino. La escena, llena
de peligro y tensión, termina con ella sonriendo y volviendo a ser, por un
momento, la misma Carrie de la temporada 1 sin tratamiento.
¿Y en que
está Brody? El congresista Brody más bien (por
eso creo que pasaron varios meses desde la última vez que vimos Homeland, hubo
elecciones y todos sabemos el leseo largo e insufrible que son las épocas de
elecciones), que de paso le ofrecen ser vicepresidente de la república y
acepta, como no, está en una constante cuerda floja. Al parecer ha estado todo
tranquilo en su vida a pesar de ser figura pública, con todo lo que eso
conlleva, y con la esposa insoportable que tiene (ya voy a eso). Cambió a los niños a un colegio de gente igualmente
insoportable, y se codea con gente insoportable en general, pero al parecer
todo, a él, se le hace soportable. Hasta que un día en su oficina aparece Roya Hammad, que es una
periodista (claramente de origen árabe,
porque incluso tiene un deje en el hablar) que después de unas palabrillas
de buena crianza, le dice a Brody que le
trae un mensaje de Abu Nazir, en donde le pide robar unos códigos de la oficina
de David Estes para poder realizar un ataque terrorista.
Dos cosas con
este asunto. El primero es que queda claro que alguien dentro de la CIA está
trabajando para Abu Nazir, ya que la comadre le informa a Brody que al día
siguiente Estes lo va a citar a una reunión (cosa que ocurre tal como ella dice) y le pasa los códigos de su
caja fuerte. No es que esté descubriendo el fuego diciendo esto, pero quería
mencionarlo. Lo segundo es que Brody, no curiosamente, es un tipo de principios
muy fuertes, aunque equivocados. Cuando la periodista le explica el plan, él se
niega a participar por la razón que cualquier persona razonable lo haría: no
quiere ser el causante de la muerte de miles de personas inocentes que no
tienen nada que ver en una guerra que juegan las personas que están en el
poder. Sin embargo, cuando ella le dice que tiene que hacerlo por la promesa
que hizo luego de la muerte de Isa, acepta. A regañadientes, pero acepta.
Entonces, de algún modo antepone su propia guerra (que para los otros es la guerra Santa) por un principio anterior
que es el de proteger a los inocentes.
En casa las cosas tampoco están la mar de bien. Lo
están al principio pero de una manera más bien curiosa. Jess es la única que
parece estar encantada con la nueva vida que llevan (siendo que era la que más se negaba en la temporada pasada) a
niveles casi psicóticos. En serio. Me recuerda a esos programas en donde hacen
competir a niñitas de 5 años para ser reinas de belleza y las mamás se
obsesionan con eso. Bueno, es la misma actitud. Jess no puede estar más feliz
con la vida pública que tienen, y ya casi se ahoga de la felicidad ante la
perspectiva de ser la esposa del vicepresidente de la república. Felicidad que
le dura hasta que Brody le confiesa (gracias
al gentil auspicio de Dana que es una buena chiquilla pero no se lleva el
premio a la que mejor guarda los secretos) que se convirtió a la religión
musulmana.
Para utilizar una expresión muy gringa pero que viene
muy bien Jess Freaked Out!!!. Le patinó todo cuando supo que su marido era
musulmán, pero por las razones incorrectas (aunque
personalmente encuentro que no hay razones para enloquecer al enterarse de la
religión de nadie mientras deje vivir tranquilo al resto). De inmediato
sumó 2+2 y se dio cuenta que la carrera política de Brody se viene abajo si es
que alguien de su “nuevo círculo” se entera que es musulmán, en lo cual tiene
razón. No es correcto que así sea, pero tiene razón. Y así arma un escándalo
mientras que Dana, por el contrario, se mantiene al lado de su papá (y que nunca dejó de estarlo ya que sabe
desde hace rato el tema de la religión).
Es muy, pero muy interesante la dinámica que adquiere
la familia ya que Dana toma el papel de compañera natural de Brody, mientras
que Jess con su escándalo, pasa a ser la persona a la que hay que tratar con
reservas y que no sirve para apoyarse. De hecho la escena de Brody y Dana
enterrando su Corán (ya que estaba impuro
porque la histérica lo tiró al suelo) es bien conmovedora en el sentido de
que él lo estaba haciendo solo, y ella llega a ayudarlo sin que se lo pidan. Es
una forma de decirse que sin importar qué, está con él y casi tan importante
como eso, que se interesa por esta situación de su vida y quiere conocerla para
entenderlo mejor a él.
Ah y bueno si alguien se pregunta que pasa con el hijo
de Brody (si, tiene un hijo, acuérdense) pues la respuesta es que
como una mayoría importante de hermanos del mundo, sobretodo si son los
menores, no tiene idea de lo que pasa a su alrededor.
Cosas en el
tintero:
·
Hay una escena de Saul en el
Líbano siendo seguido por un auto que es genial. Una persecución muy
no-hollywodense (léase como que no muere
nadie, ni explotan autos, ni chocan contra casas, ni nada) de ritmo lento y
muy calmo, pero con harta tensión. Pónganle ojo.
·
Ya que hay que hablar de algún
punto bajo ¿Porqué cuando Saul se reúne con la informante hablan en inglés, por
el amor de Dios? La idea es que la reunión pase lo más desapercibida posible y
apenas se ve sueltan el inglés. Asumo yo que Saul, siendo el encargado de
asuntos de oriente habla árabe, y la informante claramente lo usa como lengua
propia. Sin sentido. ¡Ah! Y en el mismo tema, si la idea era que Saul pasara
desapercibido en las calles de Beirut, podría haberse vestido a la usanza de
todos los hombres del El Líbano, total pasa por paisano fácil. En cambio se
puso un gorro fácil de ver y por poco le falta ponerse una cámara de fotos que
grite TURISTA.
·
Es mérito absoluto de la serie
(y de los guionistas y actor) lograr que empaticemos tanto
con Brody que incluso cuando sabemos que está haciendo algo malo le echamos
porras. Cuando estaba robando los códigos de la oficina de Estes, me faltó poco
para gritarle ¡¡Apúrate que ahí viene!! Ayuda, obviamente, que Estes también
sea infumable.
·
Por otra parte, que tipa más
agradable de trato es Carrie con la gente en general. Si le caíste mal pues ni
modo, pero usualmente es una comadre buena onda. Cuando conoce a la mayor que
la va acompañar a Beirut tienen un saludo y un intercambio de palabras muy
afable (no se por qué exactamente me
llamó la atención) cuando era perfectamente razonable, dadas las
circunstancias, que se hubieran tratado con formalidad o fríamente, pero ella
es muy amigable. En definitiva, y tomando el punto de arriba, la serie logra
que empatices mucho con los dos protagonistas, aunque sepas que están a
distintos lados del río.
·
Que impresionante lo que un
cambio de color de pelo y de ojos puede hacer por una persona. Es mucho mejor
que un maquillaje, por ejemplo. Cuando Carrie recién aparece con ojos y pelo
oscuro dije ¿y esta quien es? Y de pronto caí que era ella “disfrazada” Se
pasó.
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