Es muy curioso el efecto que tienen los Oscar (también conocidos como Academy Awards) en la gente. Pensándolo
fríamente, no deberían ser los premios más importantes desde el punto de vista
de lo buena que es una película y su historia, ya que para eso están los
premios de los críticos y más aún los de los pares (como los SAG) La academia elige las mejores películas del año de acuerdo a
muchos otros factores, que muchas veces, muchísimas para ser franca, tienen que
ver con que efectivamente lo elegido es lo mejor que se vio en el año (o de lo mejor), aunque otras veces hemos
sido testigos de premios WTF del porte del Titanic (sí, puse eso con toda la intención del mundo).
Como sea, y dejando de lado el análisis con cualquier lógica, los
Oscar son los premios más importante que entrega la industria del cine. Por eso
los que tenemos compulsión por ver películas andamos como si fuera navidad cuando
salen las nominaciones, y no les cuento la locura el día de la premiación. Sin
palabras.
Me imagino que nadie espera que comente cada una de las nominaciones,
lo cual es bueno porque no tengo ninguna intención de hacerlo. Como dije, asumo
que ya todos sabían eso, pero me pareció bueno advertirlo. Por seguridad.
Desde hace unos años. La academia decidió que era buena idea nominar
muchas películas como “Mejor Película” Hay varias explicaciones raras para ese
fenómeno, pero probablemente lo más correcto sea el más comercial que puedan
encontrar. De cualquier modo, eso significa que este año hay 9 nominadas a
mejor película, de las cuales he visto 4. Yo sé que me queda trabajo por delante
en este mes y algo que queda hasta la premiación, pero hey, podría ser peor.
Podría no haber visto ninguna.
Vamos a ver entonces, pequeños, que hay con las películas nominadas.
No les pienso contar ni siquiera de que se tratan en forma breve. Para eso
están las reseñas del cine, revistas y lo que sea. Yo simplemente les voy a
decir que me parecieron. Al menos con las que he visto. Cuando junte algunas
más en las “ya vistas” les voy avisando.
Acá vamos:
Amour: Esta es una película
TRE-MEN-DA. No es linda. Ni remotamente linda para ser franca, que era uno de
los apelativos que le atribuí en mi cabeza antes de verla y basándome puramente
en lo que había leído de ella. Imaginé que era una película linda, querendona y
emocionante. Y no es ninguna. Es tremendamente conmovedora, pero en un modo
crudo y de esos que te hacen doler el estómago. De hecho creo que en un momento
como que me acurruqué viéndola. Emmanuelle Riva es esplendorosa (nominada a mejor actriz) y me habría
gustado un guiño a Jean-Louis Trintignant (el
actor que la acompaña) pero no puede tenerse todo en la vida… imagino.
Curiosamente la película está nominada tanto a Mejor Película como a Mejor
Película en habla no inglesa (no existe
la categoría mejor película extranjera, pero siempre lo decimos así. Veamos si
podemos usar los términos de manera correcta ¿les parece?), cosa que solo
había pasado otras tres veces en la historia de los Oscar (que va en la edición 85 así que no es corta). Por eso creo que se
ganará el premio a mejor película en habla no inglesa, y que la nominación a
mejor película fue solo para remarcar lo OMG de película que es. Probablemente
a muchos no les guste, lo tengo claro. Sobre todo a los adictos a la acción y
cosas así. No hay nada de acción. Hay momentos de silencio absoluto en donde
solo hay miradas. Ni siquiera tiene soundtrack. Probablemente por eso es tan
buena, de algún modo, porque siempre está esa sensación de que esa podría ser
la vida de cualquiera que esté mirando, o de que estás mirando por una ventana
a la casa de los vecinos. Y por eso es tan cruda. (Just for the record, si Haneke, el director, se lleva el Oscar, no le
pido nada más a la academia en un año. Lo prometo)
Argo: Todo lo contrario de
la anterior, Argo es de esas películas de momentos que te tienen al borde del asiento
(y de la histeria en mi caso, porque me
involucro mucho en las películas, lo siento). Tiene un ritmo totalmente
vertiginoso y además se las ingenia para contar una historia con episodios
complejos de muy buena manera, dejando de lado esa manía gringa de dejarse a
ellos como héroes y al resto como “los malos” Tiene algunos vicios
Hollywodenses como poner de Tony Mendez a Ben Affleck que es evidentemente más
agraciado que el personaje de la realidad. No sería nada si la película no se
hubiera esforzado (cosa que ellos mismos
destacan) en buscar actores lo más parecidos posible a los reales para que
la historia fuera lo más cercana a lo que sucedió, incluso con
caracterizaciones muy buenas, pero al final el más importante, el protagonista,
terminó cediéndose al actor guapo mermando la realidad del no tan guapo. Un
pecado menor considerando que la película es muy buena. No creo que para
ganarse el Oscar finalmente, pero muy buena.
Lincoln: Lincoln es todo lo
que podría esperarse de una película que Spielberg claramente ideó para
llevarse nominaciones a todos los premios posibles. Excelentes actuaciones,
porque en eso Spielberg no se va a caer jamás, acompañado de discursos muy
rimbombantes, una banda sonora que podría emocionar hasta las piedras (gentileza de John Williams, que de pasada
también está nominado) y todos los elementos que se pueden identificar en
las películas Oscar de Spielberg que alcanzaron un máximo de azúcar el año
pasado con War Horse. Lincoln no es tan azucarada, probablemente porque no se
podía contar ese segmento de historia de USA con tamaña melosidad como a
Spielberg le gusta contar la Segunda Guerra Mundial y porque al contrario de
otras películas en donde es la historia la que se lleva las luces, acá
claramente el tema se trata de ver a Lincoln. Podrían haber puesto un OVNI en
medio de una escena pero nadie se daría cuenta porque todos los ojos se pegan
en el personaje principal. Y para darle crédito, tiene algunas apuestas
valientes: La primera es que la película se basa en los diálogos. A pesar de
estar en medio de una guerra, no se muestran escenas de batallas que tanto le
gustan a Hollywood, sino que prácticamente todas las acciones se llevan a cabo
en espacios cerrados, a veces algo esquizofrénicos, en donde los personajes
simplemente hablan. Hablan, conversa, discuten, negocian. Esa es la idea. En
otras palabras no se buscó hacer una película convencionalmente épica, y al
menos eso desde el punto de vista de la “innovación” se agradece. Si bien puede
hacerse agotadora para algunos que la vean. Ah y un solo consejo: antes de
verla no es malo repasar o aprender para quien no la conozca, la historia de la
guerra civil de USA. Lo mínimo, que bandos hay y a pito de qué estaban
peleando. La película no se da el trabajo de explicar nada de esto y a alguien
no familiarizado con la historia, podría resultarle nebuloso el panorama.
Life of Pi. No quiero ser
injusta así que tomen de la mejor manera, por favor, cuando digo que Life of Pi
es una película que DEBE verse en 3D. Es de esas películas que esperó que la
tecnología del cine llegara hasta el momento en que está para poder existir ya
que es tal la espectacularidad de las imágenes, que solamente el 3D puede dar
la sensación de estar junto con los protagonistas (Pi y Richard Parker) perdidos en medio del pacífico. Puede que sin
el 3D en el cine igual sea buena… pero no espectacular. En la TV probablemente
sea una película más e incluso podríamos notarle varios defectos que en el cine
y en 3D no le vemos ya que estamos ocupados en tratar de absorber todo lo que
está en la pantalla y mantener la boca medianamente cerrada. ¿Es por eso una
mala historia? En absoluto. Es una muy linda historia, pero conocida o contada
de muchas maneras a lo largo del cine de distintas formas. En manos del ya
mencionado Spielberg, Life of Pi habría sido un exceso de azúcar intragable.
Ang Lee en cambio se las ingenió para hacer una película emocionante y que deja
un muy buen sabor de boca (aunque en
buena onda, querido Ang, los últimos 10 minutos pueden estar de más). No es
una gran película, sino una película hermosa, en el sentido completo de la
palabra. Puede que alguien por ahí crea que una película cuyo principal mérito
es el ámbito técnico (efectos especiales,
cinematografía, etc) sea menos merecedora de un Oscar que una en donde la
historia es el gran peso, pero a estas alturas eso no es cierto. Claramente
hemos visto algunas cuyo UNICO merito es el tema técnico (si, Titanic otra vez, y no por nada Avatar en su año arrasó con
nominaciones) pero no es el caso de Life of Pi, en donde la historia sin
ser esplendorosa, es emocionante. Y en última instancia, que una película logre
ponerse sobre otras porque la gente que trabaja en la parte “no actoral” es
extremadamente talentosa, es tan merecedora de premios como una película buena
desde el punto de vista convencional.
BONUS TRACK
ME IMAGINO que no habrán esperado que no hable de la nominación de “NO”
a Mejor Película en Lengua no inglesa. Casi me puse a correr en círculos cuando
escuché que estaba nominada (en vivo eh).
Podrá decirse que “NO” no es la mejor película chilena que se ha
realizado, y puede que quien lo diga tenga razón. Personalmente creo que lo
mejor que ha salido de Chile es Coronación (básicamente
por una escena en específico entre Jaime Vadel y Julio Jung que es una belleza.
Digna de Oscar ya que estamos), y
otros podrán decir que fue La Nana. O lo que quieran. En esta discusión eso da
lo mismo. El mérito de NO es haber sido (tal
como una película de Spielberg a su modo) una película que se ideó con
ambición. Ambición suficiente como para ahora estar en medio de la quina de los
Oscar.
Obviamente los productores, director y todo el clan dirán en las entrevistas
que jamás lo esperaron. Que es una sorpresa. Que nunca se pensó en un Oscar…
por favor… pero es probable que eso no sea totalmente cierto. ¿Por qué? Porque
NO tiene todos los elementos que tiene una película con la ambición de ir a pelear
un puesto y no creo que todos esos elementos se juntaran por casualidad. A
saber:
1.- Una historia que no necesita ser puesta en contexto ni en Chile (obvio) ni en el mundo, cosa que para un
país como el nuestro es muy difícil. De hecho probablemente las únicas
historias chilenas que no necesitan contextualizar ni contar antecedentes en el
mundo, sean las ligadas a la dictadura ya que, nos guste o no, es claramente el
tema por el que más nos conocen afuera (puede
que hoy ya nos conozcan por algunos deportistas, pero ni siquiera) y que
explica, por otra parte, por qué el cine chileno sigue en una parte no menor,
obsesionado con historias de este tipo.
2.- Íntimamente ligado a lo anterior, la historia contada posee una
carga emocional que es difícil de pasar por alto. Toda la generación chilena
sobre los 40 años tiene sentimientos muy fuertes acerca de la historia que se
cuenta. Sentimientos buenos, malos, de pena, de rabia, de lo que quieran, pero
sentimientos al cabo porque a fin de cuentas es la historia de nuestra vida. De
los que vivieron el momento de manera profunda, de los hijos de los que lo
vivieron etc. Y eso se puede trasladar, con una buena dirección (que la hay) a que sea emocionante para
quien no estuvo en la época, o ya de plano, para quien no es chileno.
3.- A pesar de lo anterior, NO tiene la gracia de no ser una película
sensiblera, en lo que pudo caer con facilidad. En mi opinión esto es porque no
es una película política, más allá de que obviamente tiene elementos políticos,
sino que es una clase de publicidad. Los eventos políticos se usan como
contexto, pero el centro de la película (y
no necesariamente de la historia real, para que no salten los amargos de
siempre con el tema histórico y bla bla) es básicamente una clase de cómo hacer
muy buena publicidad.
4.- Como protagonista se buscó a un actor conocido para el medio
cinematográfico de Hollywood. En otras palabras, no hay que presentar a Gaell
García Bernal para que en la Academia sepan de quien estamos hablando, y eso es
ahorrarse un montón de trabajo.
5.- El distribuidor de la película en USA es ni más ni menos que Sony
Pictures. Please, eso no requiere más análisis.
En palabras simples, NO es una película creada con inteligencia, y si
me preguntan a mí, la inteligencia en cualquier ámbito es digna de premios.
No puedo decir con certeza si creo que tiene posibilidades, porque de
las que le compiten solo he visto Amour, la cual es claramente superior, pero
en una de esas, si se dan cosas curiosas, Amour podría no ganar Mejor Película
en lengua no inglesa y pasar a manotear el premio máximo de Mejor Película. Lo
veo difícil pero cosas más raras han pasado en los Oscar. De todas formas, voy
a ver si busco por ahí las otras películas que compiten en la categoría y vemos
que tal son.
Y ahí les cuento.
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