lunes, 28 de octubre de 2013

Downton Abbey. Episodio 6. Temporada 4

Muy estimado ocioso que tienes tiempo de pasar a leer por aquí, recuerda que a continuación hay Spoiler tras Spoiler del episodio 6 de la cuarta temporada de Downton Abbey, por lo que si no quieres saber que ocurrió antes de verlo, considera sentarte frente al TV o PC una hora y de ahí regresar. Quedas cordialmente invitado.

Hasta el momento, en mi humilde opinión, este ha sido EL MEJOR episodio de la temporada 4. ¿Puede haber otro? Puede, porque aún quedan 2 episodios más, y el especial de navidad con invitados notables (Shirley McClaine y Paul Giamatti ni más ni menos), pero hasta el momento, de lo visto, este ha sido el mejor.

No porque haya existido un hecho particular que remeciera cimientos (que de esos ya hemos tenido suficientes) sino que más que nada porque fue una alegría y delicia para mirar que casi me hizo tener ganas de que afuera estuviera lloviendo a cántaros para tener la excusa de acostarme y verla acurrucada. Y me reí a carcajadas en varias partes, que es algo que siempre le he agradecido a Downton (como ustedes ya bien saben). ¿Tuvo defectos? Claro que sí, varios, probablemente el más importante que en su afán por mostrar a todos los personajes Downton peca varias veces de poca profundidad y de escenas ridículamente cortas (algunas de menos de 15 segundos), pero a estas alturas no es algo a lo que no estemos acostumbrados.

Así como el episodio pasado fue un regreso a la primera temporada, este siguió la misma línea pero con un ritmo endemoniado (que a veces si no estás atento, puede hacer que te pierdas un poco) y manteniendo los pies bien firmes en lo que está pasando actualmente en Downton.

Mary volvió a ser el personaje casi imperial de la temporada 1 en donde era capaz de destilar veneno sin siquiera perder la alineación de sus perfectas cejas (en internet y sobretodo en tuiter y tumblr hay una suerte de culto a las cejas de Lady Mary, por si no lo sabían), Violet e Isobel volvieron a declararse la guerra humorística que a ambas les sirve para mantenerse activas y para decir las mejores frases del mundo televisivo de la vida, Carson tuvo la posibilidad de dar lecciones de etiqueta y quejarse de los cambios como ama hacer, mientras la Sra Pattmore pudo suspirar por Valentino (ante la mirada atónita de Carson y mis carcajadas). Robert y Cora fueron los personajes profundamente nobles que vimos al comienzo de la serie, Anna y Bates fueron adorables como queremos que sean (más allá de la tristeza), Thomas el tipo despreciable que amamos odiar y Molesley el que a pesar de producirnos una profunda empatía no podemos evitar reírnos (porque es Molesley, básicamente)

Incluso los personajes nuevos (y con los que a veces nos cuesta enganchar), como Rose, Alfred, Ivy, Jimmy e incluso Baxter (que se me está haciendo un personaje bastante interesante) cumplieron con sus roles de manera excelente. Lo sé, puede que esté exagerando, pero no hay nada de malo en exagerar lo bueno, cuando te deja tan buen sabor de boca.

El tema es que habiendo tantas historias y cosas que comentar es imposible hacerlo con todas en este post principal en el que usualmente dejamos la más importante o la más llamativa (pero no se preocupen que en los pensamientos Random comentaremos todo aunque nos tome 10 páginas… creo), y este episodio se dio el trabajo de darle una importancia más o menos equitativa a muchas cosas. Por lo tanto elegiré de manera dictatorial que arista de la serie quedará acá en el post principal.

Edith.

Creo que ya va siendo hora que comentemos de manera más acabada lo que ocurre con Edith. Al menos por perseverancia se lo merece, o al menos porque en medio de toda la felicidad del episodio (con la notable excepción de Anna y Bates), la pobre Edith es la única que anda escondiéndose en los rincones envuelta en su manto gris (por decirlo de alguna manera metafórica ¿no?)

En un arranque de poderes psíquicos, la semana pasada les dije que lo más probable es que Edith terminara embarazada luego de la ÚNICA vez que tuvo sexo con Michael Gregson (no es que me conste que fue una sola vez, me refiero a que fue una sola noche), lo cual es un “golpe de suerte” muy tipo Downton y por cierto muy tipo Edith. Obviamente más allá de lo impropio que es para la época que una “Lady” quede embarazada sin estar casada, para Edith el problema es aún mayor porque hasta el momento no se sabe nada de Michael. ¿Lo secuestraron los extraterrestres? ¿Está en un bar ahogando sus penas? ¿Anda de juerga? ¿Fue a comprar cigarros y nunca regresó? ¿Se enamoró de una alemana? Puede ser prácticamente cualquier cosa.

Obviamente lo ideal para Edith ahora sería que Michael haga una gran Matthew Crawley y aparezca de improviso, con una historia completamente inocente que explique su ausencia, y ojalá divorciado para casarse a la brevedad posible, cosa que el embarazo pueda pasar por un “niño prematuro”. Pero más allá de lo que ocurra, el trasfondo de Edith es lo que es profundamente triste.

La vida no ha sido amable con Edith (no es que haya sido mala, pero no ha sido amable). Siempre le tocó vivir a la sombra de dos hermanas de personalidades tan exuberantes que ella quedó relegada (o al menos ella lo siente así) a un segundo lugar en la mente y el corazón de todos cuantos la rodean, lo cual la hace tener un hambre por ser querida, o más bien ser la primera para cualquier persona, que está dispuesta a ir tras el primero que le ofrezca eso y aferrarse de la mejor manera que pueda.

No estoy segura que Edith amara realmente a Sir Anthony, por ejemplo, y estoy segura que no estaba ni mínimamente enamorada del granjero con el cual se alcanzó a dar unos besos locos en la segunda temporada. Pero en ambos casos (en el primero más que en el segundo) se aferró como pudo a sentirse querida, hasta que tuvo que darse un porrazo para aceptar que simplemente esas historias no funcionarían.

Con Michael Gregson, al parecer el amor es real, pero su inicio es “antinatural” para ella. Edith, siendo como es, nunca habría buscado una historia con un tipo casado (por mucho que le gustara y por muy loca que fuera la esposa de éste) de no haber vislumbrado la posibilidad de que por fin era su momento de amar y de ser amada. Sobre todo de ser amada. Porque no es que nadie la quisiera nunca, pero ella simplemente siente que nunca fue la primera.

La escena que tiene con Robert, en donde él de manera honesta (creo yo) le dice que ama de la misma manera a todas sus hijas (y no quiero dejar pasar la oportunidad de decir que fue una escena preciosa), tiene un trasfondo de tristeza porque Edith en ningún momento cree que lo que él dice sea verdad. No creo que crea (sorry la redundancia) que Robert, o Cora ya puestos, no la quieran, sino que lo hacen menos de lo que quieren a Mary y de lo que sin duda quisieron a Sybill, y eso es terrible para cualquier persona sin la fuerza de carácter suficiente para darse cuenta de que el amor a veces (casi siempre) es simplemente distinto.

Por otra parte, Edith, nuestra querida Edith, siempre ha usado como escudo el hecho de ser una “Lady” Puede pasar un huracán, pero al final del día, lo cierto, es que ella siempre tendrá esa impronta que le concedió el nacimiento, a menos que pase algo que se la arranque… como quedar embarazada antes de casarse (y hasta el momento no casarse con el papá de su hijo). Por lo tanto Edith no sólo se arriesga a perder al tipo que ama, lo cual ya es suficientemente malo para alguien que ha tenido demasiadas experiencias sentimentales malas, sino además perder una parte básica y fundamental de quien es.

Por favor, Downton. Por favor, dale un buen final a Edith.

Y antes de terminar esta parte, un mensaje para la muchacha en cuestión (pueden saltárselo si quieren ya que es un mensaje personal). Edith, querida, tienes que aprender a relajarte un poco. Un mínimo, nada que te haga dejar de ser quien eres. Entendemos, de verdad que sí, lo precario y terrible de tu situación, por lo tanto se hace más importante aprovechar las pocas ocasiones de la vida para “dejarte llevar”. Si hasta Robert, que nos han hecho creer es un tótem vivo del conservadurismo pudo poner un buen semblante y disfrutar de la banda de Jazz de Jack Ross ¿Cómo es posible que tú no seas capaz? Escucha a Granny, querida, escúchala.

Pensamientos Random o Todo lo demás (yo que ustedes tomo asiento porque esto amenaza con ser MUY extenso)

·      Lady Mary Crawley (¿les pasa a ustedes que agradecen que Matthew también haya sido Crawley porque así ella no cambió de apellido?) Lady Mary Crawley es un adversario de temer, eso lo sabemos todos, menos el señor Charles Blake que tuvo el atrevimiento de no arrodillarse ante su majestad. Si bien en el caso de Matthew vimos que él en más de una ocasión trató de responder al reto que es Mary, pocas veces le resultó porque la verdad es que lo suyo con ella fue amor a primera vista. Pero no es el mismo caso de Charles Blake que, lejos de parecer impresionado con los encantos de Lady Mary (aunque tengo la impresión de que eso cambiará), parece estar más bien ofendido de estar en un lugar con gente que no ha hecho nada para merecer lo que tiene (¿Un nuevo Branson?). Un tipo interesante este Charles Blake, sobre todo al contraponerlo con Evelyn Napier que parece estar tan encantado con Mary como lo vimos desde siempre (“She is welcome to take charge off me” jajajaja). Evelyn, amigo mío, si quieres ganar el corazón de Lady Mary tienes que dejar de llevar tipos medianamente guapos a Downton. Anda solo no más. Por último, si ocurre lo que creo y muy a pesar de sí mismo Charles Blake termina cediendo su corazón (que poético), va a ser interesante ver qué pasa con Lord Gillingham (que según el adelanto del próximo episodio vuelve a aparecer)         

·      Me reí muchísimo con la guerra de Violet e Isobel. Cierto es, como dicen varios, que la historia no es “necesaria”, pero por otro lado, el 70% de las cosas que pasan en Downton no son realmente necesarias para la columna vertebral de la serie. Y por muy innecesaria, eso no le quita lo intensamente graciosa. Podríamos tener un spin off de Isobel haciendo de detective. Prometo que vería una serie así. Además, como dije en algún otro momento, lo principal que nos regalan estas escenas son las frases para el bronce: "How you hate to be wrong." "I wouldn't know, I'm not familiar with the feeling." JAJAJAJAJAJAJA.

·    Y ya que estamos en Isobel, me encanta la relación que está teniendo con Branson. Tal vez lo esté adoptando un poco, de algún modo para recobrar algo del hijo que perdió. La escena de ellos dos con Mary, donde ella acepta que aún no está preparada para volver a ser feliz, es de lo más lindo que ha tenido Downton… ever. “Somos los afortunados” dice Isobel cuando los tres cuentan historias de los felices que pudieron ser (aunque por poco tiempo) con los que amaron. Y si, son parte de un grupo muy afortunado. Escenas como éstas hacen que algunos no estemos dispuestos a dejar de ver Downton aunque vaya en franca cuesta abajo (que tampoco es el caso)

·       Por primera vez en esta temporada escuchamos hablar de Harold, que al parecer no es un tipo de lo más serio, sino que por el contrario, un poco de tiro al aire, o por lo menos con tendencia a meterse en líos (lo cual explicaría bastante por qué lo va a interpretar Paul Giamatti jaja). Ahora al parecer se metió en un lío financiero o de negocios, y va a pedir la ayuda de Robert pero... ¿puede ser alguien peor que Robert cuando estamos hablando de plata? O sea Harold es MUY malo en el asunto. O en realidad lo necesita para que vaya a poner orden. Como sea, me agrada que ya se esté preparando el camión para la llegada de Martha y Harold en el especial de Navidad.

·       Anna, siendo como es, proactiva y a pesar de todo optimista, decide que sería bueno salir a cenar con su marido, para ver si pueden reencontrarse y reencantarse. No para volver a ser lo que fueron antes, porque ya pasó demasiada agua bajo el puente, pero si para volver a ser felices, que es más que suficiente. Pero es difícil, y eso debieron saberlo. Difícil y frustrante. Por otra parte, querido Bates, no creo que haga mucho bien que repitas de manera incesante que tienes deseos de asesinar. Por favor, déjalo, al menos si no de pensamiento si de vociferarlo porque ya sabemos todos que esas cosas dichas en voz alta vuelven a morderte el trasero. Sobre todo a ti.

·     Cora es una de mis heroínas de este episodio. Es muy curioso el caso de ella porque en general, si alguien se diera el tiempo de cronometrar cuanto sale en cada episodio, vería que es bastante poco comparado a cualquier otro personaje. Sin embargo, parece siempre estar ahí. Y es tan dulce Cora. Y noble (a menos que te metas con algo que de verdad quiere porque vuelan chispas). Imagino que la serie sintió la necesidad de hacerle un pequeño homenaje después de tanto tiempo, y le dio una escena más bien adorable con Anna y Bates en el restaurante donde un tipo no los quería dejar entrar. Además es buena mamá y supongo que parte de su “americanidad” le permite disfrutar más libremente de cosas que a otros les parecen escandalosas (incluso a sus hijas). Cora Crawley, te saludamos.

·    Más allá de la seriedad que he expresado varias veces tiene la situación de Molesley, ¿Cómo alguien puede pretender que no me ría de él? A carcajadas. Que tipo más chistoso. Más aún cuando el compañero de comedia es Carson. Su enredo es inocente, puede que no demasiado interesante, ni necesario, pero por cierto que es divertido.

·     Y ya que estamos con Carson ¿Alguien logró no reírse cuando le preguntó a Jack Ross si alguna vez había viajado a África? ¿Y después cuando Mrs Hughes, obviamente, le dice de manera muy educada pero firme que no ande preguntando leseras? ¿Y él se hace el ofendido? Todo perfecto. Perfecto

·       No sé qué pasará con Jack Ross. No le veo mucho futuro a los de Rose con él. Porque está bien que en Downton las cosas hayan sido obligadas a avanzar hasta el punto que una de las hijas del Conde se casa con un chofer, irlandés y revolucionario (aunque actualmente más domado), pero de ahí a permitir que la sobrina (y prácticamente nueva hija) pueda establecer una relación seria con un cantante de jazz y de raza negra, hay un océano… incluso para Downton Abbey que ha parecido despachar con sorprendente facilidad otras temáticas complejas para la época como por ejemplo la homosexualidad. En realidad supongo que esta historia será más de problemas que de soluciones, pero eso está por verse. Y los problemas son siempre entretenidos.

·         Al final resultó que Alfred fue seleccionado para el Ritz. No a la primera sino que porque otro que había quedado seleccionado se retiró, así que el chico se fue tras su sueño. Está bien, aunque se me hace una salida muy rápida como para pensar que no lo vamos a ver más (¿irá a arrepentirse de su decisión?). Además al irse tuvo un par de discursos bonitos (aunque el que le da a la familia más bien… raro. Pero lindo al cabo). Y Daisy que siempre llega a las fiestas tarde, se vino a dar recién cuenta que debería habérsela jugado antes. Y otra cosa ¿se les hace a ustedes que Alfred es bastante más joven que Daisy? A mi si, lo cual es muy perturbador porque en mi cabeza ella tiene como 15 años. Siempre.

·       Jimmy besó a Ivy y además le tocó la rodilla. Y ella se sintió profundamente ofendida. ¿En serio a Jimmy le gusta Ivy o está aburrido? Oriéntenme en el insondable misterio del amor juvenil por favor. Ah y ella fue a contarle a las inefables Mrs Hughes y Pattmore, que si bien no fueron especialmente incomprensivas, estuvieron al borde de decirle “te lo dije” Pero es que tampoco es que Ivy tenga demasiado de donde elegir ahí en la cocina ¿no?

·       Finalmente (si, finalmente, uf) están Thomas y Baxter. Lo más curioso es que Baxter no me cae nada de mal. Es (creo) genuinamente amable, y ya siente gratitud por Cora. La suficiente para replantearse la misión que le dio Thomas. Vamos a ver que sale de ahí. Y por otra parte ¿Qué es lo que quiere realmente Thomas?, sigo preguntándome que busca al querer saber todo lo que pasa en la casa. Ahora sabe que algo pasa con los Bates. ¿Será su oportunidad de clavar la daga? ¿o usará lo que sabe (y descubra de aquí en adelante) para ayudar a los Bates y regresarles la mano de cuando lo ayudaron con O’Brien?

Otras cosas (Lo último, en serio)

·      Cuando Edith lee la carta que le envían desde el Doctor tuve que poner pausa para poder leer todo lo que decía. Si la dejaron como 10 segundos.

·         Me reí mucho cuando Molesley da a entender que ahora que es valet deberían llamarlo por su nombre y no apellido, y Violet y Robert casi se desmayan ante la idea y le preguntan a  Carson si lo pueden seguir llamando Molesley.

·     Hay una escena, cuando Alfred da su pequeño discurso a la familia, en que Mary baja la cabeza (para no reírse del pobre) y al lado de ella está Isis que hace el mismo gesto. No sé por qué me fijé en eso.

·     En el próximo episodio vemos que vuelve Green (y por lo tanto Gillingham) lo cual significa que pueden pasar muchas cosas con Anna y Bates. Pero acá entre nos… ¿no sería GENIAL que Mary se enterara de lo de Anna y buscara una forma menos… asesina de ayudarla/vengarse? A Mary le sobraría imaginación para eso y podría hacerlo de manera discreta y directamente con Lord Gillingham. Ojo ahí.


·      En el adelanto de lo que viene vemos que justo después que Robert parte hacia América (y no me quedó claro si va con Cora o no) Violet se enferma. Al parecer muy enferma. Lo suficiente para no poder levantarse y que Isobel se preocupe por ella. ESPERO que la idea de esta historia sea poder explorar los gestos de Isobel con ella, la unidad que pueden alcanzar, y nada más grave. No te atrevas con Violet, Julian Fellowes. No te atrevas.

2 comentarios:

  1. Es que edith no para de sufrir <-< que depresion XDD

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  2. Cora es lo suficientemente inteligente como para hacerse la tonta cuando le conviene y ahorrarse uno que otro dolor de cabeza. Es el verdadero corazón de la casa. Y por favor, dejen respirar a Edith!

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