Macbeth es una de esas obras con las que una se encuentra constantemente en la vida. Cada 5 o 10 años hacen una nueva adaptación en cine, la montan en teatro, te hacen leer el libro en el colegio... si a pesar de la maldición (que al final lo que hace en realidad es darle sabor a la obra).
Esta última Macbeth, con el muy buen trabajo de Fassbender y la gloriosa Marion Cotillard que le da nuevos bríos a Lady Macbeth como antes no habíamos visto, debe ser una de las adaptaciones más fieles del espíritu del libro (según como yo lo veo. Ya cualquiera podrá venir a decirme que no le parece). Durante toda la película se logra por medio de ambientación, música y sobre todo colores la sensación de que el destino de los personajes está atravesado por la fatalidad. Nunca, en ningún momento hay un mínimo de felicidad ni esperanza. Siempre es todo cuesta abajo. AL final ese es el rol de las "Weird Sisters" ser el destino trágico de los Macbeth y de su ambición.
Una de las cosas más destacables, y que diferencian la posibilidad de hacer esta obra en cine vs el teatro, es que la cinematografía es fantástica. Más aún, como también está teñida por la fatalidad es... aplastante. Debe ser una experiencia genial el poder ver la película en el cine, cosa que lamentablemente no podremos hacer en los cines chilenos ya que las distribuidoras consideran que no es una película que al público chileno le pueda gustar así que no la traerán. Al público chileno le gustan solo las cosas livianitas. Culpa de ustedes cabros... ya saben ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario