La experiencia de ver Jauja es agotadora. Por ponerlo de una manera simple es como ver The Revenant pero sin Hollywood de por medio. Es decir se le saca el glamour de las peleas rimbombantes, los osos, las caídas aparatosas, las flechas, y la sangre, y se deja en como probablemente pasaría una situación de travesía de ese tipo en la realidad. Un viaje cansino, desesperanzador, aunque de fotografía y paisaje preciosos.
Jauja trata (en muy resumido porque tiene más cosas y debo reconocer desde ya que el final me fue muy confuso), de un danés (que es Viggo Mortenssen) que junto a su hija va a Argentina a trabajar junto al ejército (me refiero al ejército libertador. Ubíquense en esa época). Todo va más o menos bien hasta que la chica que tiene 15 años se enamora de un soldado (de edad parecida) y se escapa con él. Entonces Viggo sale a buscarla a través de la pampa y la estepa Argentina.
Y eso es, de manera muy general, lo que ocurre en Jauja. El viaje es tremendamente cansador (y eso que vi la película acostada en mi cama), muy contemplativo, y pone a prueba la paciencia de cualquiera. Y yo tengo harta para ver películas.
Como no tiene banda sonora, se ve en el silencio máximo, hay momentos en los que no "pasa nada", y se hace agotador ver caminar y caminar al hombre sabiendo que no hay un destino fijo.
No sabría decir si me gustó o no, pero al final esa discusión tiene poca importancia creo yo. Es una experiencia interesante, sobre todo como comparación a una idea parecida.
Si pueden (y tienen paciencia) denle una oportunidad)
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