Una bellísima película resultó ser Kubo and the two Strings. No sabía ni de que se trataba y la disfruté muchísimo. Tanto la animación que es realmente preciosa, como la historia... que es ídem.
Al contrario de otras películas como Pete's Dragon (no lo digo en mala, sino que es porque la que vi más recientemente que me permite hacer la comparación... odiosa), Kubo and the two Strings será una buena película para el público infantil y será también preciosa y emocionante para el público adulto. Es más recomiendo que, en lo posible, la vean todos juntos.
Para intentar regalarles la experiencia que yo tuve, no les voy a contar de que se trata exactamente, pero si les voy a contar que la película está llena de invitaciones. A querernos de manera imperfecta, a mirar por sobre las apariencias, a abrazar la vida. A vivir con la tristeza inevitable que esta nos trae, y puede que en una época tan exitista y acelerada como esta, ese sea uno de los puntos claves de la película. No siempre logramos salir ilesos de las distintas situaciones de la vida. Muchas veces perdemos.
Para mi, en medio de un año en que se nos ha inundado en cine de superhéroes, efectos especiales y estridencia, Kubo and the two Strings es un bocanada de aire fresco y maravilloso. Por el uso de esa animación que mezcla el arte primario con la nueva tecnología logrando resultados asombrosos, como por la invitación a la cálida aceptación de las diferencias, y de que la "debilidad" a veces es el arma que nos mantiene humanos.
De todo gusto cabros. De todo gusto.
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