Ver Bridget Jones’s Baby me provocó la sensación de reencontrarme con
alguien que conoces. A lo mejor no muy en profundidad (porque tampoco nunca fui demasiado fan) pero que al menos te cae
bien.
El tema, es que esta es un arma de doble filo. Porque es una buena
sensación para los que están esperando reírse con las mismas cosas que les
hicieron reír en el pasado, pero para los que nunca tuvieron mucho gusto por
las películas de Bridget Jones, es mejor que no se acerquen a esta. Es
exactamente lo mismo de siempre.
Los mismos chistes, los mismos personajes (menos uno) la misma temática, hasta el mismo guión base. O sea no
va a pasar que no crean que va a pasar. En ese sentido es muy predecible, pero,
como dije, eso es exactamente lo que un fan de la película estaba esperando, y
si Marvel y otras películas entregan a sus fans justo lo que esperan, pues no
veo por qué Bridget Jones no debería hacerlo.
Es divertida, pero, al menos para mí, no en el sentido de la
carcajada, sino que más bien de esa que te hace mantener una sonrisa
permanente. O casi permanente. Al menos cuando debes. Al final, es una
película que si buscas una comedia romántica, te hace pasar un buen rato.
Y después olvidas.
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