domingo, 25 de diciembre de 2016

Película 248/250: Toni Erdmann

248/250: Toni Erdmann

Dado el revuelo que ha causado esta película (se ha ganado todos los premios en los festivales de Europa que se puedan imaginar) cuidé de no saber ni de qué se trataba para poder verla sin ningún tipo de prejuicio... aunque ya saben, había cierta expectativa pero traté de controlarla.

A lo mejor no pude, porque a pesar de prácticamente no encontrar ninguna crítica que no la encuentre esplendorosa, no me pudo gustar Toni Erdmann. No la encontré mala, pero no pudo gustarme... lo cual significa que no la encontré exactamente buena.

Tampoco les diré de que se trata, para darles la misma oportunidad que tuve yo, pero si puedo decir que es catalogada como comedia, cosa que en parte es, básicamente porque es medio absurda... pero más allá de eso es... incómoda. Permanentemente. Y lo es porque quiere serlo, porque en el fondo, quiere que nos sintamos a cada momento como cuando éramos adolescentes y los papás (u otro pariente a nuestros ojos muy desubicado) nos avergonzaba, queriéndolo o no.

Y creo que, en mi caso, es tal la incomodidad, que me terminé por sofocar. Es como obligarte a estar dentro de un sauna en el que no quieres estar. En parte, además, porque es excesivamente larga (162 minutos). Nuevamente, puede que la duración sea adrede, para seguir incomodando, pero con una hora menos (una hora, cachen), podría haber terminado sonriendo con la película. 

Comprendo, en todo caso, que esta misma sensación, pueda parecer a algunos (a una mayoría importante que la ha visto, en este caso) fascinante. No para mí.

Para no ser injusta, en todo caso, lo que si destaco es que la actriz principal Sandra Hüller, es absolutamente hipnotizante. A lo mejor porque su rostro, y los ojos (loco, el tema de sus ojos es osom), transmiten esa sensación de ahogo que sentí gran parte de la película. Ella es totalmente osom. La razón por la que, si yo fuera de esos que dejan películas a medias (que no lo soy, señor), habría terminado de ver esta, a pesar de todo.   

Mentiría si negara que me llevé cierta decepción... Ah bueno, alguna vez me tenía que tocar estar en este lado de la calle... sola

No hay comentarios:

Publicar un comentario