domingo, 15 de enero de 2017

Series 2017. 1/15. THE CROWN

THE CROWN

Como siempre pasa con las series (o cuando comento episodios de series) les pongo una advertencia de posibles spoilers que puedan aparecer. En este caso, sin embargo, dado que comentaré series enteras, vamos a cambiar un poco el formato. La primera parte del post, será el comentario general, así que no habrá spoilers y todos los ojos (los vírgenes y los no tanto) podrán leerlo sin problemas. La segunda parte del post estará LLENA DE SPOILERS, porque francamente se me hace difícil poder comentar detalles, impresiones y algunas reflexiones más profundas (jajaja) sin mencionar algunos episodios en específico, situaciones, etc. Voy a avisar cuando comience la avalancha de spoilers, no se preocupen, en caso que quieran escapar a tiempo.

Llegué con algo de susto a ver The Crown (además de que llegué placé porque ya casi todos la han visto) porque últimamente las expectativas me han jugado malas pasadas y la verdad es que me tincaba mucho. Y ME ENCANTÓ. ME EN-CAN-TO. De hecho en este momento puedo decir sin vergüenza que soy una viuda de The Crown (hasta que empiece una nueva serie. Mis lutos nunca son demasiado largos)

Decir, a modo general, de qué se trata The Crown, parece mucho más sencillo de lo que en realidad es. Porque si ven las sinopsis escritas y los trailers que dan por ejemplo Netflix o IMDB, dicen que trata acerca de los primeros años de reinado de Elizabeth II, actual reina de Inglaterra, pero en realidad la serie trata exactamente de lo que dice su título. Trata acerca de La Corona de Inglaterra. Lo que ocurre es que la Corona terminó estando (por una serie de eventos más o menos desafortunados) en la cabeza de Elizabeth, que de acuerdo a lo que muestra la serie, y que no debe estar tremendamente alejado de la realidad, nunca tuvo demasiadas ganas de ser reina, y por cierto no le causó ninguna gracia serlo tan joven (así como tampoco le cayó bien a una mayoría importante de los que la rodeaban), pero que al final encontró el modo de hacerse del rol que siente le entregó la historia.

(Antes de seguir, aclaro que a menos que diga lo contrario, me voy a referir a la serie como tal, y no a la realidad que puede estar o no interpretando. Lo aclaro aunque sea medio de perogrulllo, porque a veces una se pilla con gente que critica la monarquía como tal (cosa que en este caso no me compete) y no a la serie)

Pero aparte de la explicación anterior, la serie también trata acerca de una mujer muy joven, que inicialmente no estaba en absoluto preparada para un cargo para el que probablemente nunca nadie está suficientemente preparado, y su relación con las fuerzas, sobre todo masculinas, que la rodean. Yo sé que saca algunas pullas el decir que las relaciones de Elizabeth eran principalmente contra personajes masculinos (con excepciones notables, obvio, que de ahí comentaremos), pero lo cierto es que estaba prácticamente rodeada de puros hombres (preparados, ambiciosos y con experiencia) en lo que se refería al ejercicio del poder… por razones obvias empezando por la época.

Ahora, tal como el tema es muy inglés, la serie también se desarrolla de manera muy… inglesa. Lo que quiero decir es que la serie está construida a partir de momentos y sobre todo de diálogos. SOBRE TODO de diálogos, por lo tanto aquellos que están buscando una serie de esas que llaman “rápidas”, con acción y tal, están en el lugar equivocado. The Crown basa su calidad en la potentísima calidad de su guión, de sus actores y muy importantemente en los artistas de vestuario.

Así, los personajes y como se presentan, son lo que más… lo único que importa. Una de las cosas que más me gustó de The Crown es que trataron de hacer personajes que fueron lo más multidimensionales posibles, de modo que todos tienen características admirables, otras no tanto, y otras que francamente son medio insoportables. Algunos caminan más por un lado de la vereda que otros, pero aún así la serie busca que todos puedan ser juzgados (si es que alguien siente la tentación de hacerlo) con varas similares. En este mismo sentido en algún momento cuando recién comencé a ver la serie, temí que pudiera ser demasiado fan de los personajes (y de la monarquía que muestra) y los mostrara de manera un tanto complaciente, sin embargo a medida que pasaron los episodios, me di cuenta que no es así. Nunca se vuelve ferozmente crítica, pero es que tampoco es lo que buscaba. Simplemente intenta mostrar gente común y corriente que está puesta en situaciones que son de las menos comunes ever.

Como les dije, el elenco en general está muy pero muy bien. Son un grupo de osoms. A Claire Foy ya la había visto antes en otras cosas, y la verdad es que en esta pasada está realmente fuera de serie. Ya que Elizabeth no era un personaje de personalidad fuerte, ni extremadamente expresiva (muy poco expresiva si se quiere), tuvo que recurrir mucho a gestos, a posturas y sobre todo a un trabajo con las miradas que es extraordinario para expresar lo que pasa por su mente sin tener necesidad de decirlo. Por otra parte, John Lithgow no habría sido para nada mi opción para Churchill partiendo porque se me imaginaba difícil caracterizarlo como tal, pero siendo  lo buen actor que es, llega un momento en que roza la caricatura, para terminar siendo tan buen personaje que a veces te olvidas que está John Lithgow detrás. Sería muy largo ir con cada uno de los personajes, pero créanme que en realidad están todos muy, pero muy bien.

Por último (para esta parte) una de las cosas más notables de la serie es lejos el trabajo de vestuario. Porque el vestuario para una serie de estas características es mucho más que saber recrear los trajes y accesorios utilizados en la época, es lograr que el vestuario diga cosas que en palabras no tienen cabida. Habla acerca de las personalidades de los personajes, de quienes son, y como van avanzando en la vida. Los colores que Elizabeth utiliza, el tipo de corte de los trajes, la forma en que utiliza las joyas, y como lo hacen los que la rodean, muestran exactamente quienes son, como se sienten, quien tiene el poder en determinadas escenas, etc. Es realmente notable el trabajo de los artistas encargados de este aspecto de la serie.

Sin dudas The Crown tiene merecidos todos los premios que vengan en su camino, considerando obviamente que hay episodios más buenos que otros, pero no hay ninguno que pudiera tildar de “deficiente”. No señor. En lo que a mí respecta, The Crown es una gran serie. God save Netflix

Esta es la parte que les dije antes, en donde van a comenzar a aparecer muchos spoilers de la serie. Si no la han visto, y no quieren saber antes que pasa exactamente (porque hay cosas que deberían saber por cultura general no más), es el momento ideal para ir a leer otra cosa. O lo que quiera que ustedes quieran hacer en este momento.

Queridas y queridos. Por fin ya podemos hablar sin temor a herir sensibilidades de gente que vive en la oscuridad y aún no ve The Crown. Para hacer esta parte más simple, (y para que este post no me salga largo como una biblia), voy a volver al formato de ir comentando cosas por puntos cuando pueda.

Para mí, de los 10 episodios de la serie, hay algunos que son fundamentales en lo que se refiere a la transformación de Elizabeth desde la chica del primer episodio que no podía tener en su cabeza nada más lejano que convertirse en reina, a la de los últimos en donde ya no sólo es la figura de la reina sino que es LA REINA. Lamentablemente este trayecto, y habría sido más que inocente, ingenuo, pensar que podría haber sido distinto, incluye el haber tenido que pasar por encima de los deseos de gente que quería y que estimaba. Porque la reina no necesariamente está de acuerdo con la mujer. Por eso puse la foto que puse en el post (esa de arriba a la izquierda), porque Elizabeth (La Reina) es la única que queda erguida, frente a los que se le oponían. Frente a su marido (a sí misma como mujer), a su hermana (a sí misma como hermana y miembro de una familia) y frente a su primer ministro (un mundo tremendamente masculino que no estaba preparado que una mujer que además no contaba con una personalidad deslumbrante, fuera reina). En algún momento del viaje de la serie, todos estos personajes y lo que representaron, se pusieron en el camino de Elizabeth en su ruta a ser la reina, y tuvo que sortearlos. A pesar de todo. A pesar de sí misma.

Los tres episodios que para mí (ya me dirá alguno de ustedes si no está de acuerdo) son los que más y mejor ejemplifican el camino del ascenso tener y usar la corona, son:

-Episodio 2. Hyde Park Corner. Este episodio es difícil de ver, básicamente porque el rey me caía la mar de bien y me dio lata que se muriera, a pesar de siempre saber que iba a hacerlo (a todo esto, ¿no les daba risa que el rey estuviera permanentemente sorprendido de tener cáncer de pulmón pero que fuera incapaz de soltar el cigarro?). El capítulo empieza y avanza de manera feliz, hasta el momento de la muerte de Jorge VI y luego el regreso de Elizabeth de un viaje soñado para tener que aceptar a regañadientes que le tocaba el turno, muy anticipadamente, de tomar su puesto de reina para el que, tal como dijo Churchill en ese fantástico discurso con el que cierra el episodio (y que busqué y es muy parecido al que realmente dijo Churchill. Casi igual), de niña nunca pensó que tendría que preparase. Probablemente el momento más OMG es cuando la abuela, la Reina María, se inclina frente a ella. Porque la abuela no solo era su figura de autoridad más potente, además era la más sabia a sus ojos, y probablemente su mejor aliada.

-Episodio 5. Smoke and Mirrors. Por razones obvias este episodio es importante, porque es donde ocurre la coronación, sin embargo, lo que más me gustó es que como la serie trata de la corona y no necesariamente de Elizabeth, los sucesos son contados a través de dos pares de ojos que sienten que pierden con esta coronación. Los de Phillip, quien jamás pudo aceptar que fuera su esposa la parte poderosa de la pareja, y los de David (ex Eduardo VIII), quien a pesar de su rabia, de la amargura de su relación con su familia, se siente un exiliado y extraña su patria.

-Episodio 7. Scientia Potentia est. Este episodio es de los que más me gustó, porque muestra una fragilidad conmovedora y apabullante de Elizabeth (quien ya es la reina), en cuanto a lo que necesita para ser monarca. Sentir que no se sabe “casi nada” es un peso agobiante y asfixiante (de hecho la escena en donde el profesor Hoggs, uno de mis personajes favoritos, le pregunta hasta donde alcanza su educación formal, es estremecedora), sobre todo cuando además queda claro que los que deberían apoyarte no creen que tengas la capacidad necesaria para sacar adelante tu tarea (la escena donde le enrostra a su madre que no la preparó para nada también es tremenda). Pero a pesar de todo, en algún momento de este episodio, Elizabeth decide que no solo debe darle forma a la Reina, sino que además tiene que ser la Reina. Recuerdo haber estado fuera de mi misma en felicidad cuando Elizabeth llama al orden a Salisbury y Churchill por haberle ocultado información. De lo más satisfactorio que he visto en la pantalla chica.

Claramente todos los otros episodios también aportan a dejar clara esta impresión de cómo Elizabeth va avanzando en su camino a ser Reina de verdad, pero para mí estos tres son los más fundamentales

Pensamientos random (porque siempre hay cosas que una no sabe dónde poner para que suenen razonablemente dentro de una línea de pensamiento lógico)

-Uno de los personajes que se me hizo más difícil estimar fue Phillip porque ¿qué esperaba el tipo que iba a pasar si se estaba casando con la futura reina de Inglaterra? ¿Que ella siempre hiciera lo que él quisiera y corriera siempre a su lado? Entiendo la dificultad, sobre todo para la época, de sentirse menoscabado frente al poderío evidente de ella pero ¿había que ser tan idiota al respecto? Porque imagino que cuando entras a formar parte de una monarquía tan rígida como la que vemos en la serie, te dicen las reglas del juego antes de que pueda firmarse ningún papel o que pueda intercambiarse ningún voto. Phillip, ubícate.

-Amé el papel de la Reina Mary (que dicho sea de paso siempre tenía una mano ocupada con un cigarro y la otra con un wisky). En general, y fuera del padre que en realidad no cuenta porque OBVIAMENTE no la podía ayudar siendo reina, la familia de Elizabeth siempre fue más un cacho que una ayuda. La madre que tenía la impresión que las hijas eran poco menos que un adorno, Phillip que vivía quejándose, Margareth incapaz de no sentir envidia y andar dejando la crema por todas partes. Pero la abuela siempre fue un soporte. Creo que no siempre sus opiniones la ayudaron mucho, pero al menos se las dio de forma sincera y con el interés de ayudar. En rigor, creo que es la única de la familia que siempre pensó que Elizabeth tenía material suficiente para ser buena reina.

-Relacionado con lo anterior, creo que a pesar de los obstáculos cercanos, Elizabeth tuvo entre suerte y sabiduría para buscarse aliados en lugares insospechados, lo cual tiene que ver con un instinto bastante interesante para medir a la gente. El profesor Hoggs, Martin y hasta Churchill la ayudaron de manera importante cuando recurrió a ellos, lejos de su familia y del palacio.


-Algo que decir que no tiene Taaaanto que ver con la serie en si misma pero la afecta. Si la van a ver háganlo en el idioma original, porque se habla el inglés más exquisito que existe. No solo en cuanto a palabras, también en cuanto a entonación. Eso sí (y aquí pueden considerar que me voy subiendo a un pony), uno de los problemas que caché es que los subtítulos que pone netflix no son tan exactos como podrían ser. Están bien, dicen siempre lo que se quiere decir en la escena, pero hay veces en que las frases usan palabras especiales que guardan ironías escondidas que la traducción no atrapa, y lo que me irrita (un poco) es que el castellano es un idioma lo suficientemente amplio y hermoso como para encontrar frases que logren decir justo lo que se dijo en inglés (fin de mi pony)

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