57/100. Wakefield
Para ser absolutamente honesta, me encuentro en una encrucijada tras haber visto Wakefield porque no estoy segura si me gustó o no me gustó. Probablemente un poco de ambas cosas, y eso al menos la puede convertir, si en nada más, en una película medianamente interesante.
Wakefield trata de un tipo llamado Walter Wakefield (Cranston tiende a los Walter) que un día cualquiera, a partir de nada demasiado especial (es decir no hay una razón de gran peso) decide irse de su casa. Pero no se va a otra ciudad u otro país. Simplemente se va a vivir al ático (que para aclarar era una especie de casa aparte de su casa con una ventana que mira directamente su casa original) sin decirle nada a su mujer e hijas, las que obviamente creen que desaparece Y el se dedica a vivir su nueva vida y a espiar permanentemente a su antigua familia.
Lo bueno de la película es que Cranston hace un muy buen papel (aunque a veces creo que se le va mínimamente en collera pero es una impresión pasajera), y sobre todo me gustó el de Jennifer Gardner a quien vemos todo el rato a través de los ojos de su esposo (Walter). También son interesantes algunas reflexiones que hace Walter y la película acerca de la vida moderna, las necesidades inventadas y las cosas simples que pueden hacerte felices.
Lo malo o no tan bueno de la película es que en muchos ámbitos Walter es un personaje que no causa ninguna empatía, entonces es difícil relacionarse con su disyuntiva. Porque simplemente es casi más fantasioso que una película de fantasía. Usualmente la vida no te permite simplemente desaparecer por capricho, y lo mínimo que puedes hacer, en caso de querer hacerlo es avisar a los que te quieren de alguna manera para evitar sufrimientos innecesarios. Además creo que se hace un poco plana en varios pasajes.
No le diría a nadie que no la viera, pero el que la ve, que sea con precaución.
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