miércoles, 26 de diciembre de 2018

Películas 2018. Bird Box.

Bird Box

Igual me gustó bastante Bird Box. Me gustó porque básicamente lo pasé mal casi toda la película, y eso es lo que precisamente esta busca, que al terminar, uno suelte la respiración que se ha estado aguantando y te des cuenta que el cuello lo tienes medio tieso.

Aclaro esto de entrada porque probablemente el principal problema de Bird Box (aparte de algunas dudas de la trama en si que no voy a comentar porque spoiler) es que trae a la memoria de inmediato esa fantástica película que vimos este año que se llama A Quiet Place, y no es tan buena como aquella. Yo sé que la directora ha explicado que las películas no tienen nada que ver, ni de inspiración, y le creo porque Bird Box es un libro, y además con el tiempo que toma hacer películas difícilmente habrían salido el mismo año en caso de haber alguna copia, pero el hecho es que la idea central de las dos películas es... parecida.

Ahora, que Bird Box no sea TAN buena como A Quiet Place, no la hace en absoluto una mala película. Ya les dije que en realidad es bastante entretenida y ofrece angustia por una parte importante de las 2 horas que dura (que es un pelín largo. Media hora menos habría sido un acierto)

Bird Box (que intencionalmente no les he contado de qué se trata exactamente porque es una buena idea ir a verla así sin cachar mucho), tienen en las actuaciones su principal fortaleza, sobre todo en una Sandra Bullock que les puso mucho corazón al proyecto, y en el hecho de que la película soportó la tentación de mostrar más cosas de la cuenta. A veces da más miedo lo que no se explica.

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