Mary Poppins Returns
Es bien curioso lo de Mary Poppins Returns, porque la mejor manera que tengo de decirles como es, es que es la segunda parte de la primera... como si se hubieran filmado al mismo tiempo.
La película es un concentrado de nostalgia de la vieja escuela de Disney muy bien hecha, cierto, pero al cabo un concentrado del pasado, por lo tanto no están los fabulosos efectos especiales y animaciones de hoy, sino que las de antaño (mejoradas, probablemente).
Por eso, para quien quiere ver algo nuevo y espectacular, la película puede ser decepcionante porque no tiene ni el ritmo, ni la factura de hoy, sino que es un viaje al pasado. Por eso a los nostálgicos, a los que sueñan con la antigua Mary Poppins, los que sueñan con volar en un cometa (o con un globo en este caso), o busquen simplemente dos horas de entretención liviana pero no sin sentido o vacía (y nada más que eso) Mary Poppins Returns está muy, pero muy bien.
Emily Blunt está fenomenal como Mary Poppins (igual yo soy super fan de ella), porque logró apropiarse del personaje sin tratar de imitar a lo hecho por Julie Andrews, y en general todo el elenco aceptó el desafío de hacer la segunda parte (muy tardía pero justo a tiempo) de tamaño clásico.
En lo personal (aunque todo lo escrito es personal), lo pasé estupendo, me reí a carcajadas (no demasiado pero si en algunas partes), moví el piecito al ritmo de la música, me descubrí sonriendo sin motivo, me emocioné otro poco, y en el fondo mi niña interior (que siempre tengo a flor de piel), cree que fue una fantástica película.
La vería otra vez.
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