Dolor y Gloria
Esta película es extremadamente Almodóvar, y eso cada quien decidirá si es algo bueno o malo. ¿Vieron que a veces los directores a los que les conocemos el estilo salen un poco de su zona de confort y "experimentan"? Bueno. No es el caso de Almodóvar. Esta película tiene su firma en todas partes y, más aún es una suerte de autobiografía del alma.
A mi me gustó mucho. La verdad que si.
Trata de un director de cine (o más bien un realizador de cine, porque el tipo las hace todas), que en la actualidad no puede trabajar por el dolor. Todo le duele. Músculos, tendones, columna, cuerpo en general, la cabeza, la psiquis y el alma. Un dolor que no lo deja funcionar, que lo hace ser un ermitaño. Sólo la posibilidad de presentar una película de antaño en una suerte de coloquio lo saca de su inercia dolorosa, y desata una serie de acontecimientos que lo hacen, al menos, tratar de encontrar una salida.
Y siempre, como en todas (o bueno la mayoría porque no las he visto todas y de las que he visto puede que escape en alguna) el tema de la madre está muy presente. La madre de Salvador (el protagonista) es un fantasma que no lo deja, pero que también lo cuida. Es un motor y a la par un freno que no lo deja avanzar. Y en medio de todo, por momentos, Salvador encuentra la Gloria.
Antonio Banderas debería hacer siempre películas en su lengua. En español es un actor enormemente más talentoso que en inglés, idioma que se le hace incómodo, que no se le siente natural, y que lo condena a repetir los roles que le dan en Hollywood. En español, puede hacer lo que quiera, y hacerlo muy bien.
Antonio, si no por siempre, recuerda regresar a tu lengua de vez en cuando. Es lejos lo mejor que tienes.
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