jueves, 28 de noviembre de 2019

Películas 2019. The Peanut Butter Falcon

The Peanut Butter Falcon

En momentos complejos, todos tenemos vías de escape. Imagino que alguna gente se vierte a la lectura, por ejemplo (yo tengo ahí medio tirado mi libro), otros a la música, al tejido, y básicamente cualquier cosa que no sólo te haga descansar la cabeza, sino que además, en lo posible, logre hacerte sentirte bien.

Yo, como imaginarán, recurro a las películas. Y ayer, que no fue un día fácil, terminé viendo casi por casualidad Peanut Butter Falcon, que resultó ser de las películas más dulces y hermosas que he visto últimamente. Porque en un mundo en donde el cinismo y las balas y las explosiones sacan algo de ventaja, este tipo de películas son tesoros escondidos.

De esas que te hacen sonreír y no te das cuenta que lo estás haciendo

Peanut Butter Falcon, trata de un chico con síndrome de Down huérfano, a quien el sistema ha puesto en un hogar de ancianos donde el siente que no pertenece, porque su gran sueño es ser luchador de lucha libre. Por eso, escapa del hogar y se junta, por esas cosas de la vida, con un tipo que ha perdido la alegría de vivir y que está escapando de unos tipos a los que les hizo una mala jugada y quieren vengarse.

En el fondo es una road movie, en donde gran parte del camino ocurre en el agua, en los grandes ríos de Estados Unidos, pero sobre todo, la película trata de sueños a perseguir, de la inocencia, y que si hay ganas, la vida puede que siempre ofrezca una nueva oportunidad, por extraña que parezca.

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