Extra Ordinary
El afiche de esta película (ese que ven ahí
al lado) es como bien pésimo. Como café concert de los 90 diría yo. Y en
alguna parte alguien dijo que existe correlación entre un pésimo afiche y la
calidad de la película en cuestión. O sea, mal afiche, mala película.
Por suerte, este no resultó ser el caso. La
película no solo es bastante buena sino que además es extrañamente… ¿adorable?
A pesar de los fantasmas, las posesiones, los ritos satánicos, las personas
cortadas por la mitad si, yo diría que es una película adorable.
Porque aunque trata de una mujer que tiene la
capacidad de hablar con fantasmas que se niegan a dejar este mundo y de
practicar una suerte de exorcismos que terminan en gente vomitando ectoplasma
verde y viscoso, que decide ayudar a un tipo cuya hija fue raptada para ser
sacrificada en un culto satánico, la película de lo que habla en realidad es de
las personas solas, de la capacidad de amar y empatizar con el otro y de como
perfectos extraños pueden conectarse a través de una necesidad en común.
Y todo este paseo lo hace con humor. No con ese
humor grosero ni grotesco, ni tampoco extra sofisticado. Sino con ese humor
algo inocente, del día a día, el que tienes con un amigo con el que estás
haciendo la cola para el banco y te ayuda a no aburrirte.
Un descubrimiento.
Extra ordinario.
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