Esta no una película para ser franca. Es una
compilación de 17 cortometrajes grabados en casa (por eso el nombre) por
realizadores del área audiovisual en tiempos de cuarentena. Cada corto no puede
durar menos de 4 minutos, pero tampoco más de 12. De esa manera, se logra una
compilación de 2 horas y algo más, que es lo que dura una película promedio.
Como en todo, hay algunos cortos que son muy,
pero muy buenos (en lo personal me gustaron mucho los de Paolo Sorrentino,
Rachel Morrison, Gurinder Chadha y Ana Lily Amirpour) y otros que la verdad
no valen mucho la pena, o que simplemente no me llegaron. Y por cierto todo el
resto que está entre esos extremos. Es complicado porque parte de lo que te
gusta cada uno de los cortos, también está determinado por si lo viste primero
o al final… la paciencia tiende a irse cuando ya vas en el corto número 15. Aún
así, el último es uno de mis preferidos.
A pesar de que encuentro que el ejercicio es
interesante, y claramente merece la pena ser visto, analizado y comentado,
también creo que tiene deficiencias importantes. Una deficiencia importante, en
realidad. En rigor, Homemade, se me hizo como una suerte de “Cuicos pasando la
cuarentena” (¿muy resentida?)
Sé que puede ser injusto, y también sé que el
primero de los cortos puede ser una suerte de excepción, pero lo cierto es que
lo que vemos en toda la compilación de cortos, es gente que está harta de estar
encerrada por aburrimiento, que quiere salir a vivir la vida, que le preocupan
sus niños, que tiene problemas de pareja, etc. Problemas todos que son
atendibles, si, pero al menos los que vivimos en Chile (y supongo que en la
mayoría de otras partes también) sabemos que esos pueden ser problemas
secundarios al tener que salir obligado y con miedo por no tener que comer y
tener la obligación de ganar algo de dinero en el día a día, el hacinamiento de
muchos lugares (hacer cuarentena en solo en una mansión es bastante distinto
que con otras 15 personas en un departamento pequeño) o la absoluta falta de
recursos para sobrevivir una situación como esta.
No es que yo alegue por alegar… simplemente
creo que no están los tiempos para esconder las miserias bajo la alfombra.
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