Claramente el cine coreano se ha puesto de
moda. Parasite vino a ser la cumbre de una vorágine de cine coreano (y en
general oriental) de muy buena calidad, que ya hace varios nos viene
llegando de manera silenciosa pero constante.
En medio de esta avalancha, los temas han sido
muy variados, pero lo cierto es que nunca había visto una película de temática
política de corea, hasta que me pillé a The Man Standing Next.
Lamentablemente mi conocimiento de la política
y la historia de Corea del sur es prácticamente nulo, por lo que engancharme
con el tema me fue más difícil que en películas de otras latitudes. La
película, al menos, tiene la consideración de explicar y contextualizar lo que
pasa, lo que me ayudó algo, pero no lo suficiente como para que no se me
hiciera realmente difícil entender algunas cosas.
El tema es que, la película trata acerca de una
de las dictaduras de Corea del Sur (Si, tuvieron más de una) y de como
esta termina, y del rol que tuvo el propio servicio secreto del país en la
caída del dictador. Así, a mi parecer, la película es interesante, muy intensa,
con una sensación de urgencia y tremendamente problemática (no en el mal
sentido)
Mi mayor “pero”, es que no solo se me hizo
difícil de seguir por ser una historia con la que no tenía ninguna
familiaridad, sino que además porque como descubrí más tarde, en Corea del Sur
LA MAYORÍA DE LA GENTE (no estoy exagerando, de verdad la mayoría) es de
apellido Kim, Lee o Park. En la película en específico, habían varios
personajes, algunos muy importantes, que eran Kim... y como se trataban entre
ellos por el apellido (onda Sr Kim), a veces simplemente no tenía idea
de cual de los Kim estaban hablando. Finalmente tuve que retroceder algunas
partes para cachar a quien se referían y fue agotador.
Fuera de eso, es más que interesante.
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