Game of Thrones Temporada 4, Episodio 5

Ya saben muchachos. De aquí en adelante spoilers del episodio 5 de la temporada 4. Eso no más.

Sin importar lo mal que hable de mí, confieso que cuando aparecieron los créditos finales de este episodio me descubrí sonriendo. Cierto que no es ni de lejos el mejor episodio de Game of Thrones que hemos visto, pero vaya que fue una mejora en comparación a los dos pasados. Más que una mejora en realidad, fue un episodio realmente agradable (por decirlo de alguna manera. No estoy segura que agradable sea una palabra que pueda usarse libremente si hablamos de Game of Thrones).

Porque como ocurrió en otras temporadas (y que me ha costado ver en esta porque, tal vez, no ha ocurrido) este episodio tuvo un eje central, un tema, una motivación y al final un susurro para el público.

Game of Thrones siempre, pero siempre, se nos ha presentado, lógicamente, como una serie muy masculina. Los hombres son los que gobiernan como reyes, van a las guerras como soldados, ganan la gloria o la pierden, tienen la fuerza, etc, etc. Sin embargo y sin ánimo de socavar aquella base masculina tan importante e innegable, lo cierto es que en este episodio queda claro que Game of Thrones es una historia donde las la vida, las historias, lo mundano y lo divino, comienzan y terminan con mujeres. Siempre mujeres.

Las mujeres son las que están en lo más alto de la escala, Reinas como Danaerys o mentes brillantes como Lady Oleanna (y brujas manipuladoras como la Bruja roja), pero también son las que habitan en lo más bajo, como las mujeres de Craster o las prostitutas de Meñique. Son deseadas como moneda de cambio para tratos importantes, pero también se toman como botines de guerra.

Y por ellas “ocurren” las cosas. Lógicamente los hombres juegan un rol importante como aliados, instigadores e incluso como planificadores (no me atrevería a desconocer la genialidad de Meñique o de Tywin) pero siempre todo fluye inexorablemente a una mujer que, queriendo o no, dispara eventos, suscita reacciones, y desata conflictos. Más importantemente aún, las mujeres (cosa que ocurre de manera diferente en los caballeros) se agrupan, se reconocen como pares y tienden puentes unas con otras aun cuando no se soportan, teniendo un instinto de sobrevivencia mucho más agudo que el de cualquier hombre para el cual “la muerte” y la lucha son hitos por los cuales sentirse orgullosos. Las mujeres simplemente no tienen (ni quieren) ese lujo.

Una de las protagonistas de este episodio, probablemente la principal, fue Cersei. Cersei que durante toda la temporada ha sido (justamente, no digo que no) un mar de lágrimas e histeria, pero que en esta oportunidad fue no sólo uno de los pilares que permite que “pasen cosas” luego de la muerte de Joffrey, sino que además fue inteligente, tranquila y hasta amable y empática (un poco al menos). La Reina que tiene que ser.

Luego de la coronación de Tommen I (Ja ja ja) me estaba preparando para la gran lucha de veneno y amenazas entre Cersei y Maragaerys (y antes que me olvide, felicitar a quien corresponda por la manera fan-tás-ti-ca y elegante en que se grabó esa escena) pero me encontré con algo muy distinto. Tan distinto a lo que imaginé que se transformó en una verdadera sorpresa. Cersei no sólo no le buscó pelea a Margaerys (que al igual que yo estaba lista para recibir el primer golpe que nunca llegó), sino que además ofreció una alianza. Reconozco que aún tengo una parte de mi cerebro diciéndome que es una trampa, pero lo cierto es que si no lo es, Cersei comprendió rápidamente que Joffrey está más allá de cualquier ganancia terrenal y que por lo tanto hay que velar por los que quedan. El nuevo rey necesita con urgencia alguien que pueda acompañarlo (por no decir “cuidar de él”) porque es más inocente que un jardín infantil amish, y Cersei sabe que la manera más fácil y rápida de lograr aliados que rodeen a Tommen es casándolo con Margaerys que, para todos los defectos que pueda tener, es al menos cariñosa cuando quiere, puede ser una buena compañera y además está rodeada de una familia poderosa.

Margaerys y Cersei saben bien que entre ellas no habrá cariño, y es probable que nunca se caigan bien siquiera, pero se tendieron la mano porque a ambas les conviene, a ellas y los que aman y al final del día es todo lo que importa.

Siguiendo con Cersei, ella y Tywin y tuvieron la conversación más “padre e hija” que han tenido… ever. Una conversación que no mejoró la vida de ninguno de los dos, cierto, pero al menos ambos expresaron con gestos (si no a veces con palabras) que conocen perfectamente lo que el otro ha sacrificado y que seguirá sacrificando por una causa que los supera a ambos. Tywin sobretodo, por primera vez, reconoció de manera muy discreta que sabe que Cersei no quiere casarse con Loras, y que lamenta que tenga que ser así, pero que hay mucho en juego como para echarse atrás. Cersei por su parte reconoce que es su deber hacerlo, y de alguna forma desliza que una buena manera de pagarle, es ejecutando a su hermano (muy tierna).

Por último en otra de las escenas geniales de este episodio, Cersei invita a Oberyn a caminar con pretextos, para finalmente preguntarle por su hija Myrcella a quien tuvo que entregar como moneda cambio (una vez más este asunto) y enviarle un regalo, sabiendo que es altamente improbable que no la vea más dándola por perdida y, sintiendo una genuina tristeza (de lo más sincero que le hemos visto) por ello.

Viendo a Cersei, curiosamente, no pude dejar de pensar en Catelyn Stark. No se parecen en mucho, prácticamente en nada si somos francos, excepto en algo fundamental y que define sus acciones (como el de muchas, muchísimas mujeres) Son madres que quieren a sus hijos, cuyas vidas giran alrededor de ellos y en donde sus decisiones, acciones y pensamientos, tienen el único norte de que ellos, sean como sean, con sus miles de defectos y hermosas virtudes (por pocas que sean) prevalezcan sobre el resto.

Siendo así, no es tan difícil sentir, de vez en cuando, empatía con ellas.

Otras cosas en donde, como verán, las mujeres cumplen un rol fundamental.

·     ¡Ser Petyr Baelish, this world does not deserve you!. Enterarme que Meñique fue el instigador de la muerte de Jon Arryn, seduciendo a la esposa de éste (si la vieja Friki esa), y por lo tanto el detonante de todos y cada uno de los sucesos que ocurren en esta serie, fue tan sorpresivo que casi me caigo de la cama. En serio. No porque no crea en la capacidad de Meñique, la cual ya he alabado con creces, sino por lo gigantesco de la revelación. ¿Se han fijado que Meñique ha sido parte de las mentes maestras que han estado detrás de los acontecimientos más importantes de Game of Thrones? La muerte de Jon Arryn, la de Ned Stark, ayudó a formar la alianza entre los Tyrell y los Lannister, a su vez mató a Joffrey Lannister y ahora, en sus palabras, arregló el ascenso al trono de Tommen. Uf. Ahora, no es que crea que Meñique tiene una carta de navegación planificada desde el principio a la cual le va poniendo un ticket cada vez que se cumple una nueva meta, pero sí creo que Meñique desata eventos y espera que estos a su vez produzcan nuevas situaciones y oportunidades que él puede aprovechar. Si hay alguien que sabe leer las mareas de esta historia, ese es Meñique.

·      Danaerys a su vez, si bien sigue teniendo una historia bastante plana, llegó a un punto en que por fin le toca hacerse responsable de sus acciones. No es tan simple como ir por la vida conquistando ciudades, liberando al oprimido y después echar pies a la calle nuevamente. Resulta que a pesar de todas las ganas que tienen ella y sus secuaces (excepto Ser Jorah *suspiros*) de irse a Westeros con el ejército que han logrado reunir, las ciudades que fueron “liberadas” y luego abandonadas, nuevamente están bajo la opresión del tirano de turno. Da lo mismo cual, el asunto es que es lógico que algo así iba a pasar y Khaleesi, en su afán de seguir adelante en su senda triunfal, no se detuvo a pensar que las acciones que uno hace, tienen reacciones que vienen de vuelta. Física elemental. Y en un acto en donde a mi parecer Ser Jorah la manipuló un poco casi sin que ella (o cualquiera) se diera cuenta, decide hacerse responsable de lo que ha hecho y no dejar desamparados a quienes pusieron su confianza en ella.

·    ¿Es posible que juntemos firmas para mejorar la vida romántica de Sansa? Porque a pesar de ser probablemente la única virgen que va quedando en toda la serie (sin contar a Arya y a Brienne… Brienne también ¿cierto? ¿CIERTO?) que vida romántica tan activa y pésima ha tenido. Pasó de Joffrey que… bueno, era Joffrey, a Ser Loras que nunca la quiso por razones obvias, luego a Tyrion que si bien es de lo más decente que puede aspirar claramente no era su elección de marido y está preso (y le trajo puros problemas) y ahora la quieren casar con el cabro chico Creepy que TODAVÍA toma pecho de su mamá que está más loca que una cabra. Francamente ¿no hay misericordia en este mundo?

·       Las historias de Arya y el Perro y Brienne y Pod aparecieron poco pero lo justo para ser “chistosas” a su manera. Y mirándolo detenidamente son la misma historia, pero contada de manera inversa. Y, son las únicas mujeres que buscan, de manera consciente, comportarse como hombres.

·      Otra de las cosas geniales de este episodio es que dos historias fomes confluyeron en una, lo que las hizo algo menos fomes. Pero vamos por partes: Brann, que estaba preso, logra escapar de Locke (que lo quería secuestrar, ya se acuerdan de toda esa historia ¿no?) por medio de ingresar en la mente de Hodor. Ahora mi duda es, ¿esto es porque la mente de Hodor es comparable a la de un animalito? ¿o hay una explicación mejor (y menos humillante) que esta? ¿Puede ponerse en la mente de cualquier ser humano? El tema es que al final todos logran escapar, pero lejos de juntarse con Juan Nieve, Brann decide escapar con sus secuaces que de bien poca ayuda le han servido. Y van rumbo a encontrar un árbol que lejos es la parte más onírica de la serie. Muy raro todo.

·       Finalmente Juan Nieve y sus secuaces logran eliminar a los traidores de la guardia nocturna, y de paso regalarnos uno de esos raros momentos de júbilo cuando mata a Karl (que a nadie le caía bien, seamos sinceros). Lo importante de esto es que fue una victoria para un grupo que conoce muy poco de victorias. Prácticamente nada. Una victoria muy pequeña y de una alegría que probablemente dure muy poco, pero que sirvió para que todos (incluidos nosotros) logremos tomar un poco de aire. Lo que más me gustó (volviendo al tema femenino) es que las ahora “libres” mujeres de Craster, no tienen ninguna esperanza de que su vida sea mejor de ahora en adelante, y son lo suficientemente realistas para saber que en Castle Black probablemente vuelvan a ser abusadas (porque así les ha pasado siempre) por lo que declinan la oferta de irse con Juan Nieve. Pero al menos, al menos se dan el lujo de decidir qué ocurrirá con el lugar donde hasta el momento no supieron de nada más que de sufrimiento. Quemarlo hasta los cimientos y verlo arder hasta que ya no exista.

Cosas extras que Oh My God

·         Es absolutamente brutal la honestidad con la que Cersei es capaz de ver a sus hijos, y esto es algo que me fascina porque creo que en realidad todas las madres son así (o casi todas. Yo no tengo hijos así que puedo estar equivocada). Sabe perfectamente, a pesar de amarlo hasta casi enloquecer, que Joffrey era de lo peor que puede caminar sobre la tierra en dos piernas, sabe que Tommen simplemente no tiene el carácter para manejar un reino solo pero también reconoce que es posible que de mantenerse en el trono sea el mejor rey que King`s Landing vea en años de años, y también sabe que a pesar de todas las precauciones que ha tomado para que su hija no sufra, cabe la posibilidad de que eso ocurra de todas maneras porque simplemente el mundo no es un buen lugar para una niña. Sabe porque es la madre de los tres niños y como dije, siempre he tenido la impresión de que las mamás, siempre, aunque lo oculten a otros, conocen perfectamente cuales son los defectos y debilidades de sus hijos. Que quieran hacer creer al resto del mundo que éstas no existen, es un punto completamente aparte.

·      Está empezando a gustarme mucho esta idea del “Banco de Hierro” como un ente que de lejos y con mano de hierro (jaja juego de palabras intencional) es capaz de hacer caer hasta las familias más poderosas.

·         Mi momento de carcajadas número 1 de la noche fue con Lady Lysa. Con todas sus escenas. Está tan desequilibrada que me mata de la risa. Además tengo que aprovechar de reírme ahora de ella porque casada con Meñique es una seria candidata al sepulcro.

·         ¿Soy la única que también aplaudió cuando coronaron a Tommen? Es que fue hacer “oficial” que Joffrey se fue… FOREVER!!! Y si me preguntan a mí en la serie también estaban inusualmente contentos todos los que aplaudieron.

·      La muerte de Karl, ya lo dije, no solo fue una satisfacción en si misma porque a todos nos gusta ver morir a personajes detestables, sino que también por cómo fue. Casi me alcanzó a caer bien Juan Nieve.

·       Mi momento de carcajadas 2 de la noche fue cuando Tywin le dice a Cersei que no le gustaba Robert entre otras cosas porque “le daba palmetazos en la espalda” Jajajajaja Sólo Tywin puede guardar rencor por cosas como esas.

·         ¿Y qué onda los resúmenes eternos de inicio del episodio?

Por último (ahora sí que si) este episodio estuvo lleno de frases realmente espectaculares (especialmente en su contexto) dichas por mujeres. Las dejo por acá y ustedes ya sabrán quien las dijo. Tómenlo como un concurso. Les tengo toda la fe.

·         “Speak to your father and I’ll speak to mine”

·         “We don’t hurt little girls in Dorne” “Everywhere in the world they hurt little girls”

·         “I will do what queens do, I will rule.”

·         “Burn it to the ground. And all the dead with it.”